Una patota de la comisaría 50 de la Ciudad de Buenos Aires atacó a un vendedor senegalés que en ese momento no trabajaba. El joven recibió un profundo corte en un brazo. Lo liberaron 17 horas más tarde tras iniciarle una causa por resistencia. Según testigos el ataque policías no ofreció motivo alguno y las heridas fueron consecuencia de los navajazos esgrimidos por uno de los esbirros del gobierno porteño de Cambiemos que participaba de la operación represiva.
Serigne Dame Kane es el nombre del vendedor ambulante senegalés víctima de la violencia policial desenfrenada que fomenta el gobierno nacional y sus socios en la ciudad y en las provincias despliegan como buenos y perversos alumnos; violencia policial que es sistémica como parte de la política de represiva ante la creciente protestas social y para la cual el ministerio de Seguridad de la Nación, el de Patricia Bullrich, recibe ajustadas instrucciones y entrenamiento por parte de agencias especializadas de Israel, a través de sujetos muy vinculados a quienes organizaron el fallido partido de fútbol de la Selección con Israel, en Jerusalén, en un estadio construido donde una vez habitó una aldea palestina fue atendido en un hospital y luego trasladado a la comisaría.
Un vendedor senegalés del barrio de Flores quedó tirado sobre un charco de sangre después de que policías de la comisaría 50ª e integrantes de la Infantería de la Policía de la Ciudad lo redujeran a golpes. Los uniformados golpearon al vendedor brutalmente y le provocaron un profundo corte en el brazo que le perforó una arteria y dañó sus tendones. Serigne Dame Kane, de 30 años, tuvo que ser trasladado de urgencia por el SAME al Hospital Álvarez, donde fue intervenido quirúrgicamente. Luego del hecho, surgieron dos versiones sobre la responsabilidad de la profunda herida sufrida por Kane. La versión policial sostiene que el joven cayó sobre una vidriera al intentar escapar y se cortó el brazo. En oposición, dos testigos sostienen que vieron cómo un uniformado sacó una navaja y luego de hacerle un corte escondió rápidamente el arma.
El hecho tuvo lugar el martes a las 17 del miércoles sobre Emilio Lamarca y Avellaneda, en el barrio porteño de Flores. Omar Guaraz, representante de Vendedores Libres, informó a PáginaI12 que el joven no estaba vendiendo cuando los policías se acercaron a detenerlo por una supuesta violación a la Ley de Marcas, informa el diario Página 12.
Después de ser intervenido quirúrgicamente, Kane fue trasladado a la comisaría 50, donde fue acusado de los delitos de violación a la Ley de Marcas y de resistencia y atentado a la autoridad. Mientras que por el último supuesto delito lo liberaron a las dos de la mañana, por la causa de resistencia y atentado a la autoridad fue puesto en libertad recién a las 10.10 de la mañana del miércoles, luego de pasar la noche en la comisaría, incómodo por el dolor de las heridas.
“Estamos hablando de un compañero que no estaba vendiendo. Esto se da en un contexto de caza de manteros donde los ven morochos, los identifican como vendedores y los detienen”, denunció el representante de Vendedores Libres. Guaraz cree en la versión de los testigos que vieron cómo el uniformado hacía abuso de su autoridad cortando el brazo del vendedor con una navaja. En ese sentido, informó que al médico que asistió en las curaciones “no le cerraba la versión de que hayan sido vidrios los que causaron el corte, porque era un tajo de lado a lado. El especulaba que el causante podría ser una chapa, o algo más”. Así ampliaba Página 12.
Para Guaraz, el episodio del martes es “un claro mensaje mafioso”. “Todos los días hay en Flores entre 250 a 300 policías que están exclusivamente para los vendedores. Y desde hace 15 días también está Infantería de la Ciudad permanentemente. No están para decirles que se vayan, sino para ejercer violencia”, explicó. “Queremos advertirle al jefe de Gobierno que enviar un policía a apuñalar a un vendedor demuestra dos cosas de su parte: ingenuidad porque los vendedores sin respuestas de su parte, con organización y con derecho pleno, lo han derrotado en las calles; y que el mensaje mafioso que nos quiso enviar al utilizar un policía como sicario, lejos de atemorizarnos, nos ha fortalecido”, expresaron los manteros de Flores en un comunicado difundido ayer por la tarde.
El miércoles a la mañana, para denunciar la violencia y persecución policial y expresar su solidaridad con el vendedor herido, alrededor de 500 manteros cortaron las calles Avellaneda, Nazca y Lamarca, en el barrio de Flores. “Nos organizamos para repudiar el accionar de la policía contra los vendedores. No está garantizado el derecho a la vida y la seguridad física del ciudadano, porque queda claro que la policía con los vendedores no cumple el rol de disuadir ni de aplicar la ley. Su rol hoy es salir a infligir daños físicos a los vendedores, golpearlos, lastimarlos y detenerlos para armarles causas judiciales.”