La dirigencia sindical había fijado al veto presidencia a la ley que pretendía ponerle un freno a la tarifas como punto cero y de arranque para un plan de lucha contra todas la manifestaciones del ajuste y del saqueo social que acomete el gobierno de Cambiemos. La sociedad espera y en ese contexto, y haciendo alusión en el título a aquella legendaria película del italiano Elio Petri, con Mariangela Melato y Gian Marí A Volonte, “La clase obrera va al paraíso”, es que AgePeBA publica dos textos a propósito de. Uno de nuestro redactor Calos López, y a continuación una entrevista con Carlos Minucci, de la Corriente Federal de los Trabajadores (CFT), realizada por el colega Santiago Masetti y publicada por el sitio Primereando las Noticias.
Por Carlos López/ La avanzada contra los trabajadores de los gobiernos de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal llegó al máximo nivel de desencanto de una sociedad que, entre quienes siempre supieron cuál sería el final y los que despertaron del sueño macrista, ya suma una gran mayoría de ciudadanos y ciudadanas, militantes o ni de una causa en común: una huelga nacional encabezada por las organizaciones obreras que confronte en forma decisiva contra a las avanzadas de ajuste y pobreza de Cambiemos.
La Marcha Federal del pasado viernes fue la antesala de lo que podría concretarse en el primer gran paro, si es que las dos CTA lo confirman este lunes. Asimismo y si bien no hay definiciones finales, la CGT también podría durante un próximo plenario – previsto para este jueves – ir al paro en este mes de junio.
En muchos gremios se espera que ante semejante crisis a nivel país, lo que el Mundial de Fútbol ayudó a ocultar en otras épocas no vuelva a convertirse en una pantalla para entretener y olvidar una realidad que deja cada vez a más familias en las calles. Porque mientras Macri se codea con Messi y Agüero en la concentración de la Selección Argentina, miles de trabajadores sufren la recesión y el aumento desmedido de los precios día tras día.
El sindicalismo en la Argentina atraviesa uno de los momentos más duros, no sólo por las dificultades que impone un gobierno neoliberal como el de Mauricio Macri, sino además porque su fragmentación pone en riesgo la unidad de criterios para actuar contra el ataque que sufren los trabajadores a diario y que tiene su mayor expresión en la pérdida del poder adquisitivo.
La CGT continuará evaluando el llamado a un paro nacional, mientras que las dos CTA anticipan uno posible, a realizarse el próximo viernes 8 de junio. La Marcha Federal de este viernes pasado hacia Plaza de Mayo fue una nueva muestra popular de rechazo al autoritarismo del gobierno que esta semana vetó la ley contra los tarifazos.
Macri por su parte invitó a la CGT a “trabajar por la productividad” y anticipó que nada cambiará en caso de la unidad sindical decrete una medida de fuerza. Macri no sólo castiga a los trabajadores con un nuevo veto, sino que también aprovecha la dura realidad que atraviesa el sindicalismo, envuelto en un escenario de indecisiones. La posición de las dos CTA que conducen Hugo Yasky y Pablo Micheli muestra una mayor reacción en comparación con la CGT.
La CGT, por su parte, justifica su posición indecisa porque considera que las encuestas les aseguran que “en su gran mayoría” la gente no ve en los tarifazos un motivo suficiente para la lucha sindical, conclusión por lo menos poco probable de acercase a la realidad. Lo cierto es que, por ahora, existen pocas pruebas que anticipen una posible medida de fuerza de la CGT, porque la principal característica de los barrionuevistas y aliados fue amenazar con paros que nunca se concretaron. Tanto desde la vereda de “los gordos”, como así también los seguidores de Luis Barrionuevo asegurabn sobre el filo de la semana pasada, según publicaciones de Página/12, que “hay mucho disconformismo en la gente y nos está pidiendo que actuemos”, aunque consideran que no es el momento preciso para que el Consejo Directivo convoque al paro. Similar postura es la que tomaba Camioneros con Pablo Moyano a la cabeza, ya que si bien participa activamente de las movilizaciones como fue la Marcha Federal, se presentaba ante los medios con posibles anuncios de paros que por ahora no son más que presagios inciertos.
En la marcha del viernes último se apreció una unidad de criterios entre dirigentes como el líder de Barrios de Pie, Daniel Menéndez; el titular del gremio de Canillitas y ex diputado nacional, Omar Plaini, el titular de La Bancaria, Sergio Palazzo; Pablo Moyano, Hugo Yasky y Pablo Micheli. Otros dirigentes se sumaron a la marcha contra los castigos macristas al pueblo. El dirigente del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, advirtió que «vamos a reventar la Plaza de Mayo para demostrarle al gobierno que no puede comernos como empanadas y llevarnos nuevamente al infierno que ya vivimos”.
Por su parte, la representante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, cuestionó que «Macri es el Robin Hood al revés, le roba a los pobres para darle a los ricos. Nos quieren hacer sentir que estamos en un Estado de Sitio», y luego cargó duramente contra la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, por sus escandalosas declaraciones al asegurar que “nadie que nace pobre llega a la Universidad.
«Pobre la señora Vidal que quiere que todos seamos analfabetos y que no vayamos a las universidades», afirmó Cortiñas ante la multitud que colmó las inmediaciones de Plaza de Mayo. Por último, el titular de Suteba, Roberto Baradel, exigió que se deje de atacar a la escuela pública y agregó que «por eso las dos CTA resolvimos un paro general de actividades de todos los trabajadores. Tenemos que ponerle la fecha con todas las organizaciones sociales y sindicales donde nadie vaya a trabajar y demostrar que estamos en contra de la política de ajuste».
Entre otros de los que estuvieron presentes en Plaza de Mayo se encontraban reconocidos dirigentes de movimientos sociales. La dirigente Dina Sánchez del Frente Popular Darío Santillán, quien denunció que “venimos de los barrios más humildes, sin luz ni cloacas y los grandes medios muestran lo que les conviene”. Recordó que hace pocos días hubo una marcha de los vecinos de la Villa Itatí, de Quilmes, “que no tienen nada por los desastres causados por la lluvia pero los medios no dicen nada, salvo que si hay inseguridad” y exhortó a los dirigentes gremiales a ponerse a la cabeza de los reclamos porque «si no, que se pongan a un costado, porque serán cómplices”.
Hugo Godoy, de ATE, cargó contra el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, porque “en dos semanas se saquearon 11 mil millones de dólares al país, generando más hambre y desocupación”.
A su turno, el párroco de La Quiaca, Jesús Olmedo, expuso que el ministro de Finanzas, Luis Caputo, “tiene 400 millones de dólares afuera y no sabe qué hacer con ellos. Nosotros le pedimos 25 millones para ayudar a los pibes, que los traiga, que nosotros sabemos dónde invertir”, al mismo tiempo que fustigó a María Eugenia Vidal porque cuestionó que en la educación pública “no es cierto que sobren maestros, faltan”.
Esas son algunas de las voces que se unieron en la Marcha Federal para reclamar por mayores acciones y planes de lucha contra el macrismo. A última hora del viernes pasado, Página/12 publicó la confirmación del dirigente de la CGT, Juan Carlos Schmid, quien aseguró que este mes la central de los trabajadores convocará a un paro general. “Va a haber un paro general. Lo vamos a terminar de definir en el plenario del jueves pero calculo que será para este mes de junio”, remató el dirigente al ser consultado en el transcurso de la movilización a Plaza de Mayo. Además, explicó que son varias y nutridas las cuestiones que llevan a esta decisión que se encamina en sintonía con lo que desde hace meses reclaman los trabajadores.
De igual manera, su homólogo en la CGT, Héctor Daer, explicó que el gobierno “tienen que dejar el paradigma del déficit como único objetivo y pensar que tenemos que construir un país con todos adentro. Que el ajuste recaiga sobre los que menos tienen es un error garrafal”, opinó el dirigente de Sanidad, que pidió que al ajuste “lo paguen los que más tienen y no las pymes y los trabajadores”. A su vez, remarcó que “El Fondo (Monetario Internacional) viene con los pedidos de siempre: recortar en educación, salud, jubilaciones y legislación laboral. Ayer el presidente dijo que un paro no resuelve las cosas, pero no tener un plan económico sustentable es lo único que perjudica la situación de los trabajadores”, finalizó.
La CGT, de esta manera, estaría confirmando que prepara el tercer paro general contra el gobierno macrista, que sería en principio durante la primera quincena del mes para evitar hacerlo durante el Mundial de Fútbol en Rusia que comienza el próximo jueves 14 de junio. La central de Azopardo 802 busca impulsar la huelga el martes 12 o miércoles 13, mientras que las dos CTA proponen hacerlo el viernes 8. El primer paro general de la CGT contra Macri fue el 6 de abril de 2017 y la segunda huelga por 24 horas se realizó el 18 de diciembre pasado contra la reforma previsional como reclamo central. Hoy el principal foco está puesto en las dificultades que la clase trabajadora afronta ante la política económica que afecta a los que menos tienen y beneficia a los ricos.
La principal foto de la Marcha Federal se la llevó el encuentro de los líderes sindicales que se fundaron en un mismo grito de reclamo al gobierno, y al que podría sumarse la CGT en las próximas horas, siempre y cuando la central obrera sea capaz de escuchar el descontento de las mayoría en las calles. Muestras de esto es la postura del dirigente de UPCN, Andrés «Centauro» Rodríguez, quien se mantenía cercano a las reuniones de “mesa chica” con el gobierno y el pasado año llegó a aceptar la flexibilización laboral en el Estado, pero ahora luego del veto a la ley contra los tarifazos disparó fuertes críticas y declaró el estado de alerta y movilización para su gremio.
La CGT sigue dividida internamente entre quienes se acercan a Barrionuevo para buscar un diálogo con un gobierno que no quiere dialogar más que con el FMI y quienes se unen a la visión “moyanista”, más cercana a un inminente paro nacional.
Los trabajadores y una creciente mayoría social piden que los sindicatos se unan en un rechazo conjunto contra el ajuste, los despidos, el regreso del FMI al control de las políticas, el techo paritario del 15% y el reciente veto presidencial a la ley que frenaba el tarifazo. Será tarea de los dirigentes sindicales ahora concretar la unidad que tanto pide el pueblo para marchar contra las injusticias que provienen desde el propio Poder Ejecutivo. Por si acaso, el discípulo PRO en la Capital Federal, Horacio Rodríguez Larreta, ya terminó de construir las murallas del enrejado de la Plaza de Mayo.
Por Santiago Masetti / “Este Gobierno se transformó en un ejército de ocupación”, dijo el titular de la Asociación del Personal Superior de Energía Eléctrica (Apsee) y referente de la Corriente Federal de los Trabajadores (CFT).
“Estamos ante un Gobierno que demostró la antipolítica como eje. Lo único que están haciendo es confrontando a la sociedad contra un grupo de poder y se están quedando sin elementos, les queda el Ejército y las Fuerzas Armadas, porque ya no tienen mucho más para dar, porque ahora se viene el aumento de tarifas, energía, combustible y va a seguir subiendo el valor del dólar”, comenzó Minucci
El referente de la Corriente Federal de los Trabajadores (CFT), puntualizó: “Estamos ante una situación compleja. Creo que algunos espacios están entendiendo que fracasó su plan de permitirle al Gobierno la “gobernabilidad”, permitió el avance, al igual que la CGT, ahora hay que salir a la resistencia. A este Gobierno no le entran balas´, lo que le entra es la calle”.
Mientras Primereando se reunía con Minucci, el jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, anunciaba lo que ya se sabía: el veto al proyecto del Ley que las dos Cámaras del Congreso habían aprobado. Al ser consultado por “lo que viene” al respecto, Minucci, detallo: “De acuerdo a la información que recogimos de las multisectoriales que se armaron en diferentes barrios contra los tarifazos, calculamos que habrá movilizaciones y a partir de ahí empezará la CGT, quien anunció que si había veto declaraban un paro general, y comienza una nueva película”.
“Una de dos, o es la decadencia total de este Gobierno o es la posibilidad de que recapitulen y traen de salir, algo que su ADN no se lo va a permitir, de esta encrucijada que sigue siendo una locura”, amplió el titular de Apsee.
Acerca de un paro impulsado por la principal central obrera del país, Minucci destacó que “la gente está por encima de la interna de la CGT”, pero luego profundizó: “Hoy con un paro que llame la CGT, la gente va a salir como sucedió el 25 de mayo con un millón y medio de personas. Lo que pasa es que están todos tapados. Hasta el mismo círculo rojo y buena parte del empresariado esta política no les conviene”.
“Hoy en la CGT se está trabajando en la unidad del movimiento obrero, es compleja porque hay algunos dirigentes de muchos años que no quieren entender que ya les llegó su cuarto de hora y tienen que dar un paso al costado”, afirmó el dirigente sindical de forma optimista.
Siguiendo esa línea argumentativa, Minucci destacó: “Si la CGT sale a hablar de un paro general es porque está sintiendo olor a cadáver. Espero que no, nosotros queremos que llegue el 2019 con el menor daño colateral y que sean juzgados como el gobierno anterior, nada más con la garantía de una justicia más independiente”.
Minucci dejo claro que su espacio ya había anunciado lo que en estos momentos sucede y detalló: “Nosotros desde la Corriente Federal hace dos años decíamos que esto iba a pasar, porque no vas a esperar que un tipo como Macri, con todos sus antecedentes desde (Juan Carlos) Rousselot para acá, iba hacer un gobierno nacional y popular que beneficiaría a los trabajadores era una locura”.
“Ahora, la chocaron mucho antes de lo que pensábamos. Nosotros calculábamos que esta jugada política iba a durar 3 años y pico. Se adelantaron cuando ganaron las elecciones intermedias, allí fueron por todo, por su verdadero negocio que es llevarse todo”, explicó con una notada preocupación en sus palabras.
En ese sentido Minucci avizoró un futuro complicado para las pocas empresas estatales y pronosticó: “Ahora vienen oleadas privatizadoras. Lo que hacen ellos a través de decretos es generar la regulación a favor de un grupo muy reducido de empresas, de modo tal que tenés que caer siempre en el negocio que manejan cinco dueños: Marcelo Mindlin, Joe Lewis, Nicolás Caputo, Enel y Rogelio Pagano. La venta de Transener, que es el caso más grave, está a cargo de un ex ejecutivo de Pampa Holding, de Mindlin, y el que está a cargo de la gestión es un hombre de Iecsa. ¿Quién creés que va a comprar Transener y se va a quedar con la energía del país? Mindlin es Macri no nos confundamos”.
“Este Gobierno se transformó en un ejército de ocupación, porque desde que asumieron lo primero que hicieron fue la transferencia de recursos; se quedaron con los salarios de los trabajadores, las netbuk, los jubilados, las tarifas. Todo”, disparó.
“Ejército de ocupación porque se quedan con la energía, la construcción, la tierra. La minería, con el campo. Entró, arrasó, está dejando un campo santo; se van a ir, algunos pedirán asilo en las embajadas y otros van a ir presos porque han estado de ambos lados del mostrador”, continuó argumentando acerca del rol del Gobierno.
Han hecho mucho daño a este país. En los supermercados hay desabastecimiento, estamos arriba del 40% en el aumento de los precios. No es el 2,5 que habla el Indec. Nosotros tenemos un 15%, ahora cómo haces para cambiar esa ecuación si no conseguimos que el movimiento obrero se una y que empuje la política.
En ese sentido volvió a insistir con la necesidad de unir al movimiento obrero. “Creo que (Sergio) Palazo y (Pablo) Moyano dieron la señal concreta de que sino se cambia salimos con una lista, porque no se puede seguir sosteniendo esta CGT y de allí saldrá la lista de los gremios que va a confrontar con el gobierno, no hay otra salida”.
Acerca de las violentas facturas que llegan todos los meses a las casas de los argentinos, Minucci expresó: “Nadie puede decir que con estas tarifas se paga el servicio. Hay que ver en las empresas nuestras dónde se invierte, y encima tenemos a Edesur, una empresa que está destruida que te aplica el retiro voluntario y se va la gente que sabe, entonces lo que hacen te terciarizan y bajan los costos. Es plata que se están llevando”.
Para Minucci, “el ADN de este Gobierno es el del desprecio al pobre y la clase media”, y dejó claro que el radicalismo que acompaña a esta administracipon “es el de Alvear” y que Cambiemos tiene un 36% de núcleo duro.
Al ser consultado sobre lo que puede ocurrir de aquí adelante, el referente de Apsee fue contundente: “El futuro es oscuro para nosotros, no para ellos”, señaló y luego puntualzó: “Estamos como en el 55 y esto es más grave que el 2001 porque antes no había el odio que existe hoy. En 2001 no hubo una grieta, lo que pasó fue un problema de la clase media cuando le tocaron los ahorros, sumado al ataque de (Fernando) De La Rua que terminó con 32 muertos que ya no se podía sostener más con el estado de sitio. Hoy me da la sensación que viene un panorama muy complejo, con represión y con resistencia en la calle, como en los fines de 2001”.
De forma crítica el referente de la CFT, explicó: “El país hoy perdió el sentido político. Perdió la organización de las entidades sociales. Este Gobierno desintegro las familias, endeudo al país y a los hogares. Es un rompecabezas que hay que armar”.
“Creo que hasta ellos les conviene que alguien los volteé, para ponerse en el papel de víctimas y decir ´son ingobernables´ porque ya no tienen plan B. Lo único que les queda es la represión”, puntualizó.
“En los 90 había gente que se quedaba sin trabajo pero había una estructura donde las fabricas trabajaban, mal o bien, pero se sostenían. Hoy acá no te dan nada. Me hace acordar al gobierno de Alfonsín que cobrábamos cada dos meses”, recordó Minucci.
“El Gobierno toma nota de la manifestaciones populares pero no ve la salida. Un político no puede decir lo que dijo Macri de atacar a Cristina diciéndole loca y tratarnos de boludos”, al tiempo que criticó la falta de acción del ministro del Interior: “A Frigerio le das un colectivo en el desierto y choca con una palmera. No puede ser que un ministro del Interior en este contexto no le diga a Macri ‘para, me abriste todos los frentes’, hasta Fantino le pega”.
Para Minucci, el futuro es comprometido, y subrayó: “No lo veo incendiado. Me da la sensación de que esta crisis si no se desbanda puede permitir la normalización de la CGT, de los movimientos barriales. Va a haber una reorganización del sistema político que estamos perdiendo”.
Criticó al actual interventor del PJ, el gastronómico Luis Barrionuevo y disparó: “Dividió el movimiento obrero con Saúl Ubaldini, jugó con Carlos Menem a muerte, juega con Macri a muerte. Trabajan en la contra ofensiva”
En otro fragmento, ante la posibilidad de que un dirigente gremial encabece una lista en 2019, Minucci dijo: “Hoy la dirigencia sindical está en deuda, los medios de comunicación han trabajado para que el sindicalismo sea mala palabra y muchos dirigentes ayudaron para que eso pase. Hay tipos que van en autos blindados, con seguridad, con patovicas alrededor y vos te preguntas ¿Qué está pasando acá?” señaló, al tiempo que confió que en la Cámara de Diputados el movimiento sindical tenga un 33% de las bancas.
A pesar de ese panorama, Minucci denunci+o persecución política y gremial al maifestar: “A Palazzo lo persiguen sacándole aportes del medio pero no le pueden decir que se quedó con 30 mangos de la obra social y eso es lo que le jode al Gobierno. Le jode al Gobierno los dirigentes que no están comprometidos con ningún negocio”.
“Acá cristina tiene arriba del 38% de votos a nivel nacional. Porque quedo demostrado que no fue malo su Gobierno. Morfábamos todos los días”, y señaló que la ex presidenta es “la única estratega de la política. Le falta lo que es conducir la estrategia. Perón era estratega y conductor a la vez”.
Minucci también se refirió al injusto encarcelamiento de Milagro Sala en Jujuy. No dudó en tirar fuertes críticas al Gobernador de esa provincia del noroeste argentino e indicó: “Es el fiel ejemplo del feudo que tiene el interior del país en donde Gerardo Morales, radical alvearista de derecha y militar como Aguad, toma a Milagro Sala con el apoyo de Macri y de la Justicia argentina. La usan a Milagro como la gran causante de la supuesta estafa y no le probaron nada”.
Cuando el encuentro con el titular de Apsee llegaba a su fin el cielo se encontraba encapotado y con amenazas de lluvia. Las noticas que salían de los televisores de los bares de Congreso eran tan oscuras como el cielo. Cerca de 12 horas después por esas mismas calles pasaron columnas provenientes de todo el país que coparon la Plaza de Mayo y le daban fuerza al refrán popular: “siempre que llovió paró”.