De una de las encuestas políticas más creativas o novedosas de los últimos tiempos, al menos por el enfoque de su consulta, surge que más del 30 por ciento de los que votaron por Cambiemos en el balotaje que llevo a Mauricio Macri a la presidencia están arrepentidos por lo que hicieron. Al menos si por un rato aceptamos que la aritmética es buena amiga de la política, esa cifra, cruzada con otras que reflejan la caída en todas las mediciones de los jerarcas de Cambiemos, nos permitiría deducir que el empresario rico puesto a gobernar para defender sus interés, los de su familia y los de sus amigos lejos está de poder ganar en 2019.
El sondeo realizado por el estudio de opinión pública que dirige Ricardo Rouvier, manifestó que el 31% de los que votaron a Mauricio Macri en balotaje de las elecciones presidenciales de 2015 hoy reniegan de esa decisión, según consignó este miércoles el sitio InfoGEI
El trabajo, realizado entre el 4 y el 18 de mayo sobre 1200 entrevistas telefónicas, cuenta con un margen de error de 2.8 % en más o en menos. De ese total se extrajeron 594 votantes de Cambiemos para estudiar. Así informa el mismo medio.
“En la encuesta que hemos realizado durante este mes de mayo y cuyos resultados se publicaron la semana pasada, se observaba que un 31% de los que eligieron a Macri en el balotaje de noviembre del 2015, hoy se mostraban arrepentidos”, dice el estudio.
En esa elección de segunda vuelta presidencial, el ahora Presidente ganó con el 51,34% de los sufragios. Hoy, la mitad de esos votantes no expresan arrepentimiento, pero un 31% sí lo hace, mientras que el 18,2% no sabe/no contesta.
Del total de los arrepentidos, la franja de 16 a 25 años es la que se lleva el 38.7 por ciento; luego siguen los que tienen entre 26 y 40, con el 39.5 por ciento; entre 41 y 55 años empieza a declinar y ocupa el 27.1 por ciento de la torta; y finalmente, los de más de 55 años son el 21.2 por ciento.
De esos 594 casos de votantes de Cambiemos, ante la pregunta directa sobre si está arrepentido de haber votado a Macir en balotaje, el 50.6 por ciento dijo que no, el 31.2 por ciento se expresó por la positiva, y el 18.2 por ciento no saben o no contestan.
A continuación, algunas de las consideraciones que el mismo Rouvier publico en su cuenta Facebook durante los últimos días.
Esta es la entrevista completa de la publicada en el día de hoy por Página 12 con la firma de Raúl Kollmann
1.- Ante las dificultades actuales de Cambiemos ¿deben empezar a armar un plan B con María Eugenia Vida u Horacio Rodríguez Larreta?
Creo que el Plan B no está todavía en la agenda del gobierno, sino que hay comunicaciones surgidas de la lógica sobre un gobierno que está pasando su peor momento. O sea, que la popularidad de Macri; y aún peor la gestión están en franca caída. En este contexto, surge la posibilidad de que la figura de Vidal podría asegurar la competitividad de Cambiemos; y Larreta también aunque en menor medida. Si se adoptara el Plan B sería una defección ante la opinión pública porque la maniobra sería evidente. Por el contrario; creo que van a insistir con el plan original basado en la repetición del tridente: Macri, Vidal, Larreta; con el liderazgo del primero; y reforzando la acción política que había quedado desplazada por el marketing político. Si hubiera cambios en la candidatura presidencial sería una decisión delicada hacia el interior de Cambiemos. Diría que el Plan B está más en especulaciones y conjeturas de la política; pero eso no significa que nuevas realidades obliguen a darle vigencia. El gobierno tiene la esperanza de recuperación; pero no es fácil efectivizar ese anhelo considerando el estado psico- social de la mayoría de la ciudadanía.
¿Cómo pinta hoy el panorama para el oficialismo?
El oficialismo está en una transición compleja porque abarca a las diversas áreas de acción gubernamental y política de la alianza Cambiemos. Y es compleja también por el grado de incertidumbre sobre el destino de la transición en todos los ámbitos de la gestión. Está la cuestión financiera con el tipo de cambio, el endeudamiento y las tasas de interés (la de la Reserva Federal y las Lebacs) sin ninguna seguridad de que no va a haber más devaluaciones. Hay incertidumbre económica que abarca la caída de la actividad productiva, y sus consecuencias en el empleo y los ingresos reales. La incertidumbre social que recae sobre la clase trabajadora, y los jubilados y pensionados, beneficiarios de la AUH y empresariado nacional frente la desigual relación entre precios y salarios y la caída del mercado interno. Y por último la transición política; hemos pasado del espaldarazo al oficialismo después de Octubre del ´17 , que se disolvió en pocas semanas; un cambio de tendencia creciendo la negativa sobre la positiva desde la ley previsional en diciembre a la fecha. Para colmo, la solicitud al FMI no ayudó a restaurar la popularidad del gobierno por los antecedentes de la entidad.
El diagnóstico es la pérdida de credibilidad sobre el gobierno, y le va a costar mucho asegurar que la transición tiene un buen destino. Se supone siempre que el poder es también un saber, bueno en este caso, lo que está cuestionado es el saber del gobierno, su eficacia; primero entre sus no votantes, pero la expansión del descrédito ha alcanzado a sus votantes. El gobierno tratará de recuperar lo perdido pero el camino , para lograrlo, no es nada fácil.
Hace unos meses atrás circuló la hipótesis de un triunfo de Cambiemos en la primera vuelta, con números muy ajustados, Hoy; esa hipótesis esta desechada.
2.- ¿Que perspectivas tiene la oposición? ¿Debe buscar la unidad, hacer una gran PASO, o esperar al ballotage?
La única buena noticia para el gobierno desde que asumió es que la oposición se mantiene fragmentada; hoy con más aproximación de las partes, como se observa en el Congreso, pero lejos aún de afirmar la disposición a competir todos en unas PASO. Por el contrario, si bien hay acuerdos parciales sobre la actividad legislativa no parece por el momento que la unidad pueda imponerse en el escenario político. Para el peronismo no kichnerista no resulta suficiente el eventual paso al costado de CFK. Las primarias en que compitan todos es una utopía; sería lo ideal desde la pluralidad democrática; pero no parece posible.
Es más factible trabajar sobre un acuerdo respecto al ballotage, considerando que el oficialismo sufre alguna pérdida; y que hoy no podría alcanzar el 40%. No obstante, también consideramos que esa negociación debe atravesar diversos obstáculos. Hay puntos de rechazo existentes entre el peronismo no k y el kichnerismo que abarcan desde la evaluación sobre la gestión kichnerista hasta las políticas económicas a aplicarse en el futuro.
Sin embargo crece la esperanza de la oposición para construir una alternativa. Además de enfatizar la negatividad sobre el gobierno de Macri, la oposición debería además ofrecer una opción positiva; plantear un proyecto de país, con políticas definidas en el marco de un contexto internacional y regional que no es igual al de tres años atrás. La Argentina debe definir un lugar en el mundo, y debe definir un modelo nacional.
¿Oposición férrea u oposición colaboradora?
Dentro del marco democrático y considerando las circunstancias actuales de la etapa, me parece que la oposición debe articular lo combativo con lo persuasivo. La definición sobre “férrea” y “colaboradora” es muy amplia, y tiene diversos matices . Creo que las tácticas deben ser definidas desde las estrategias, y entonces la oposición debe definir hacia donde va. Cuál es el sistema económico y político que vamos a adoptar dentro de las posibilidades y límites propios de la época y del reformismo. A medida que se acerquen las elecciones los “colaboracionistas” se irán despegando, Y desde lo combativo hay que definir un camino, una secuencia, un encadenamiento que incluya la propuesta y la construcción orgánica de la oposición. La coyuntura otorga razón a las posturas más combativas que están en el umbral de la expansión del conflicto social.
Pero desde la edificación de la alternativa; por ahora son fragmentos de poder parcial en el universo político, por lo tanto expresan límites en cualquiera de sus formas. Lejos todavía de una nueva mayoría con capacidad de poder.
Hay que considerar las experiencias de las elecciones de los últimos años, y desarrollar la acción opositora apuntando a protagonizar en el escenario; considerando especialmente la construcción de consensos. Es verdad que, a veces, hay elecciones en que el voto negativo es un activo protagonista, pero frente a los problemas estructurales existentes y la crisis coyuntural es necesario que la oposición de un salto cualitativo para poner ante la sociedad el proyecto de un país diferente.
También tomado de Facebook, según un posteo realizado la usuaria Judith Gerbaldo:
Imperdible diálogo con el sociólogo Ricardo Rouvier sobre los datos obtenidos en mayo en su estudio de opinión pública de Argentina. Respecto de 2019 y un posible plan B, sostuvo: «sigo creyendo que la bala de plata sigue siendo Vidal».
«En el último mes, que comprendió la turbulencia financiera de días pasados, continuó más aceleradamente la tendencia negativa en la imagen del Presidente Macri y de la gestión del gobierno. Esta tendencia comenzó en diciembre ppdo. con la sanción de la ley previsional, a lo que se sumó el caso Triaca, la inflación, y los tarifazos .
La gestión de la administración central recibe una calificación más negativa que la propia imagen personal del Ing. Macri.
Las expectativas económicas siguen cayendo y la previsión de aumento de la inflación obtiene muchas menciones. Casi el 70% de los encuestados dice que a partir de junio los precios continuarán en alza. En el último mes persiste la pérdida de confianza con respecto a la economía. La previsión optimista que tenía el oficialismos para mayo, quedó pulverizada en medio del desequilibrio con el tipo de cambio y las tasas de interés» indica en su presentación pública.