La masacre reciente de docenas de palestinos a manos de soldados israelíes en Gaza ha provocado nuevas protestas de grupos de judíos estadounidenses progresistas que rechazan la ubicación de la embajada estadounidense en Jerusalén y que consideran que los gobiernos de Donald Trump y Benjamin Netanyahu son enemigos de la paz en la región.
Grupos como IfNotNow, Jewish Voice for Peace (Voz Judía por la Paz), J Street, Jews for Racial and Economic Justice (Judíos por la Justicia Racial y Económica) y otros comenzaron a intensificar las protestas –manifestaciones, vigilias y reuniones comunitarias– a fines de marzo, cuando las fuerzas israelíes mataron a 17 palestinos e hirieron a al menos 1.400 personas más en Gaza.
A las protestas se les sumó la voz de personalidades judías influyentes como la actriz Natalie Portman – que el mes pasado canceló su viaje a Israel para recibir el premio Genesis, afirmando a través de su portavoz que «los acontecimientos recientes en Israel la han angustiado muchísimo».
La comediante Sarah Silverman tuiteó: «Yo sé que da miedo porque no cuesta nada que el mundo odie a los judíos, pero lo que está mal está mal. Y los judíos deberíamos ser los primeros en decirlo. ¿VERDAD?»
El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí aseguró que lo que se hizo fue «proteger a los ciudadanos de miles de violentos alborotadores en Gaza, que intentaban romper el alambrado y cruzar a territorio israelí con el objetivo de asesinar o secuestrar israelíes».
Esa explicación fue repetida y amplificada el martes por la embajadora de EEUU en la ONU Nikki Haley, por las organizaciones judías AIPAC y ADL (Liga Anti-Difamación) y otras instituciones influyentes en Estados Unidos.
Pero estas organizaciones son cada vez más cuestionadas por grupos con miembros más jóvenes y nociones diferentes de lo que significa apoyar al Estado judío.
«La violencia que se está cometiendo en nuestro nombre, la masacre de más de 50 palestinos que protestaron el lunes en Gaza, no podemos sentarnos y mirar sin hacer nada mientras se cometen estos actos,» señaló Ethan Miller, portavoz de IfNotNow.
«Lo que vamos a hacer será actuar y construir un movimiento dentro de nuestras comunidades para asegurarnos de no apoyar la ocupación, y nuestra comunidad está trabajando activamente contra la ocupación».
Rebecca Vilkomerson, directora ejecutiva de Jewish Voice for Peace, se manifestó contra la yuxtaposición del acto de inauguración de la embajada estadounidense, con la presencia de Ivanka Trump y Jared Kushner, y por otro la muerte de palestinos.
«Creo que el lunes fue uno de los días más vergonzosos de la historia de la relación de Israel con los palestinos, con la celebración de la anexión mientras se estaba disparando contra palestinos, que son en su mayoría refugiados, solo por protestar por sus derechos básicos de vivir con libertad y dignidad», dijo Vilkomerson. «Es absolutamente inaceptable la idea de que esto se esté haciendo en nuestro nombre o que se justifique en nuestro nombre».
El lunes, unos 100 protestantes de IfNotNow cortaron la Avenida Pennsylvania en la ciudad de Washington durante dos horas gritando «No más violencia» y otras consignas.
Jewish Voice for Peace ha ayudado a organizar 45 acciones en todo Estados Unidos desde fines de marzo, explicó Vilkomerson, y el lunes el grupo lideró eventos en New Haven, Connecticut; Montclair, Nueva Jersey; Filadelfia, Boston, Ohio Central, ciudad de Washington y Nueva York.
En la última década ha aumentado la preocupación por un posible » divorcio entre los judíos israelíes y los judíos estadounidenses».
Un estudio de Pew de 2013 concluyó que los judíos estadounidenses no religiosos se sienten cada vez menos vinculados a Israel. Solo el 38% de los encuestados judíos estadounidenses afirmó que el gobierno israelí está haciendo un esfuerzo por lograr la paz con los palestinos.
«Durante varias décadas, el establishment judío ha pedido a los judíos estadounidenses que dejen su progresismo a las puertas del sionismo, y ahora, para su espanto, están comprobando que muchos jóvenes judíos han preferido abandonar el sionismo en lugar del progresismo», advirtió el editor y escritor Peter Beinart en un importante ensayo de 2010 titulado El fracaso del establishment judío estadounidense.
Los grupos de judíos estadounidenses progresistas han asegurado que han tenido conflictos con otros grupos tradicionales.
«A menudo, organizaciones como Jewish Voice for Peace sufren presiones de otras instituciones judías porque reclamamos por los derechos de los palestinos», dice Vilkomerson. «Sin embargo, hay mucha gente que se siente alienada del judaísmo por la forma en que las instituciones judías apoyan a Israel sin ningún cuestionamiento. La gente se acerca a nosotros y se reencuentra con su parte judía gracias a comunidades como la nuestra».
Miller describió la campaña «Nunca me lo habías dicho» de IfNotNow, que busca que los centros de educación judíos como campamentos de verano y escuelas enseñen la historia de la ocupación.
«Lo que hemos notado es que por un lado la comunidad judía estadounidense enseña a los niños valores de justicia social, como ayudar al prójimo, y por otro están estas grandes instituciones que trabajan apoyando y sosteniendo la ocupación.
«Y nosotros ya no estamos dispuestos a aceptar esta hipocresía. Sabemos que debemos poner los valores por delante».
(*) Tomado de la revista Convergencia:Por un judaísmo humanista y pluralista, de BsAs. y del diario The Guardian, de Londres.