Frente a lo que acaba de reconocer el propio diario La Nación – el ascenso de Cristina en las encuestas sobre imagen -, las últimas mediciones muestran por primera vez cambios muy significativos en la percepción que los argentinos tienen del presidente Mauricio Macri y posteriormente de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. El acuerdo con el FMI y la inestabilidad económica y social por las corridas bancarias dejaron un alto costo político para el gobierno y obligaron este último sábado a Macri a salir a “timbrear” por la capital porteña para mostrarse cerca de algunos vecinos, intentando tapar una verdad ya incuestionable: que cada día son más los argentinos cansados de hacer el “esfuerzo” que tanto reclama Cambiemos para que los ricos siguen acrecentando sus reservas, mientras que el Banco Central tiene que hacer malabares para afrontar la falta de inversiones y las autoritarias decisiones que llegan desde la jefatura de Gabinete de Marcos Peña. Como corolario a esto, la ciudadanía cada mes sufre más aumentos de precios, servicios y pérdida del poder adquisitivo salarial. El escenario es tormentoso y la gran incógnita ahora se centra en dilucidar hasta cuando los argentinos seguirán observando las mentiras de un gobierno sin rumbo hacia un crecimiento sostenido.
Por Calos López / Sin poder ocultar su preocupación por el deterioro de Macri y Vidal, el buque insignia de la prensa conservadora, el diario La Nación, este domingo da cuenta de lo afirmado: “La imagen del presidente Mauricio Macri está en su peor momento: solo el 35% de la sociedad tiene una valoración positiva del jefe del Estado. Así, tras la crisis cambiaria, Macri llegó a su peor registro desde que se hizo cargo del Poder Ejecutivo en diciembre de 2015. Por eso, el Gobierno ya trabaja en la reconstrucción con dos ejes prioritarios: cerrar cuanto antes el incómodo acuerdo con el FMI y recostarse sobre la gestión. Macri perdió entre 5 y 10 puntos en las últimas tres semanas. Se trata de un número que guardan con recelo en la Casa Rosada y que está en el último informe que preparó una consultora ‘confiable’ para el equipo comunicación que lidera el jefe de Gabinete, Marcos Peña. El efecto de la ‘turbulencia cambiaria’ impactó sobre la figura del Presidente y el resto de los integrantes de Cambiemos, incluida la gobernadora María Eugenia Vidal, que sigue al tope de las preferencias en el oficialismo. También sobre prácticamente todos los opositores, con una excepción: la expresidenta Cristina Kirchner, que subió de 30% a 32%”, consigna el diario de los Mitre.
El viernes pasado, el sitio La Política On Line (LPO) ya reflejaba lo siguiente, en un mismo sentido: “Durán Barba había anticipado el malestar social: ‘La gente siente que camina sola en el desierto’, dijo su socio Zapata al presentar el último focus. Reactivan la estrategia de cercanía. El sociólogo español Roberto Zapata, socio de Jaime Durán Barba, encendió la alarma en Cambiemos hace unas tres semanas, cuando informó durante una reunión reducida en la Rosada que sus últimos focus group indicaban que existe una sensación de frustración en la gente. Zapata hizo esos estudios en varias provincias y los presentó a la mesa chica de comunicación del PRO durante la última semana de abril junto al gurú ecuatoriano, Santiago Nieto y el cerebro publicitario del macrismo, Joaquín Mollá, que supervisa la estrategia oficial desde Miami. Tanto en el gobierno de Mauricio Macri como en el de María Eugenia Vidal buscaron mantener en reserva las conclusiones de los focus, pero tomaron la sugerencia de Zapata y Durán Barba sobre la necesidad de retomar la estrategia de ‘cercanía’, un clásico del PRO que incluye timbreos, bajadas al territorio y fotos con los vecinos. Como supo LPO, esos focus anticiparon a la cúpula de Cambiemos que hubo un ‘cambio de percepciones’ de la gente respecto al rumbo del Gobierno. Un malestar que creció en las últimas semanas con la crisis por la corrida cambiaria. Zapata dijo que ‘la gente siente que camina sola por el desierto’ mientras los funcionarios los miran desde un ‘podio’, por eso sugirió bajar más al territorio”.
El gobierno de Mauricio Macri se encuentra en el peor momento en relación a la imagen que los argentinos formulan de la gestión. El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la profundización de la política de ajuste, despidos y aumento desconsiderado de tarifas ubica al gabinete que conduce Marcos Peña en una posición muy desventajosa hacia el próximo año electoral. Es así como las principales encuestas políticas esta última semana confluyen en un análisis que se repite en cada análisis: La caída de la imagen positiva del presidente Mauricio Macri es un hecho, al igual que ocurre por primera vez de manera marcada con la imagen que la ciudadanía tiene de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, principalmente afectada por la crisis salarial que percibe una gran mayoría de los trabajadores de la provincia de Buenos Aires.
La reciente encuesta difundida por el Grupo de Opinión Pública, basada en 500 casos ubicados en Capital Federal y Gran Buenos Aires, en una lista de 11 dirigentes, Mauricio Macri quedó octavo en lo que respecta a la imagen positiva. La encuestadora reveló que el presidente bajó 5 puestos en este orden en unos pocos meses. A su vez, el informe estimó que tiene un 59,2% de imagen «mala y muy mala» contra un 39,2% de «buena y muy buena», lo que evidencia que la imagen aceptable se ha reducido en más de 10 puntos porcentuales. En relación a los temas económicos, los números de la gestión Macri «no positivos» vuelven a subir con una desaprobación de la gestión que llega al 47,6%, mientras que la aprobación cae del 15,8% al 13,1%, una de los peores índices desde que asumió y que denotan la falta de soluciones económicas de su equipo. Asimismo, el 64% de los consultados cree que el macrismo «beneficia a los ricos». También subió la cifra de los que opinan que «hay que buscar una alternativa» a Cambiemos ya que pasó de 35,7% en marzo a 40% en abril.
Mismo escenario es el que vislumbra Raúl Kollmann en una publicación del pasado fin de semana en Página/12. Según los datos extraídos de una encuesta exclusiva que el diario le encomendó al Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), el 77% de los consultados está en contra del acuerdo que el gobierno está impulsado con el FMI. La decisión que tomaron desde la Casa Rosada marca que “cerca de ocho de cada diez argentinos consideran que la decisión del gobierno de recurrir al FMI para obtener un nuevo crédito stand-by es abiertamente negativa para el país. Un dato cuantitativo de tal magnitud nos podría eximir de cualquier comentario. Pero otras cuestiones asociadas agravan la percepción popular de este nuevo acercamiento con el Fondo. En primer lugar se debe tener en cuenta que la memoria colectiva se nutre de malos recuerdos de tiempos indeseados. Los tiempos de la hiperinflación y el fin del gobierno radical de Raúl Alfonsín y el abrupto final de la convertibilidad se asocian con la presencia del temido FMI. Y aquello que el gobierno trató de instalar como una tabla de salvación, hasta el momento es percibido como un salvavidas de plomo. Vale la pena observar con detenimiento lo que hay detrás de este rechazo: es casi masivo entre opositores e independientes, e incluye a tres de cada diez oficialistas”, explica el periodista de Página/12.
Las corridas cambiarias produjeron que el gobierno atraviese la crisis interna más profunda desde diciembre de 2015, y con el agregado de generar un impacto negativo en la población, ya que la oscilación del dólar y el regreso a las relaciones carnales con el FMI volvió a recordarle a la gente los temores que desencadenaron en la crisis del 2001. Es así como se llegó a que el 62,7% de los encuestados por el Grupo de Opinión Pública opina mal o muy mal sobre Macri y sólo el 35,7% opina bien o muy bien. Esta es la más baja opinión positiva desde que empezó la gestión macrista y la más alta opinión negativa desde diciembre de 2015. A su vez, Bacman señala un elemento fundamental en su análisis: Más de la mitad de los que se consideran independientes -no se ubican como oficialistas u opositores- ahora opinan mal del presidente, cuando hace unos pocos meses la mayoría de esos independientes opinaban bien o muy bien. Hay un viraje trascendente en esa franja que está en el medio y que suele definir elecciones, sobre todo de cara a las elecciones del próximo año que serán un desafío más que complejo para el gobierno ya que la mayoría de los economistas coinciden plenamente en que la situación económica no mejorará, sino que continuarán las subas de precios y la inestabilidad del mercado cambiario.
El pasado martes Macri volvió a comunicarse con la prensa en una posición totalmente tergiversada de la realidad. Al presentar un nuevo proyecto del Metrobus, el presidente aseguró que «estos días despertaron angustia y preocupación en los argentinos, con miedo a situaciones como las que vivimos puedan generar una crisis mayor como tuvimos en el pasado; lo entiendo, pero estamos lejos de eso», y señaló que «por primera vez» se está «haciendo lo que hay que hacer, lo que debería haberse hecho hace años, dando las peleas que hay que dar, diciendo la verdad y sobre todo siendo responsables con nuestro futuro». Pero precisamente la verdad es lo que le está faltando a la gestión macrista, razón por la cual la mayoría de la sociedad ahora ve a Macri como un presidente poco confiable. La primera medida ante los índices que demuestran la caída de su imagen fue ejecutada este sábado pasado cuando Macri salió a realizar un timbreo después de la crisis cambiaria, la devaluación y la pelea con la oposición por el aumento de las tarifas. Como ocurre habitualmente con Cambiemos, el recorrido alcanzó escasamente a una zona de Buenos Aires, ya que junto a Horacio Rodríguez Larreta estuvo visitando vecinos por el barrio porteño de Villa Devoto.
La consultora Poliarquía al final de la semana difundió una encuesta que ubica a Cristina Kirchner como la principal eventual candidata de la oposición para hacer frente al macrismo de cara a las elecciones presidenciales de 2019. En el estudio publicado por el diario El Cronista, que se realizó entre el 4 y el 14 de mayo, muestra que “Cristina obtiene el 24 por ciento de las preferencias, seguida por María Eugenia Vidal con el 19 y en tercer lugar Mauricio Macri con el 16% de los posibles votos”. El pelotón que corre detrás está liderado por Sergio Massa, con el 14 por ciento de las voluntades y ya más lejos aún Juan Manuel Urtubey con apenas el 4% y Florencio Randazzo con solo 3 puntos porcentuales. Por su parte, a pesar de la egocéntrica imagen que Elisa Carrió despliega por los canales de televisión de manera casi cotidiana -acompañada de sus habituales agresiones y revelaciones que buscan ocupar a la opinión pública en temáticas poco relevantes-, su imagen la ubica con un eventual 1% de los votos según la encuesta, convirtiéndose en la dirigente con mayor derrumbe de intención de votos desde que logró el 50% en las últimas elecciones como candidata a diputada de la Ciudad de Buenos Aires.
Continuando con la sumatoria de estadísticas negativas para el gobierno, la encuestadora Synopsis determinó que “la evaluación del desempeño del gobierno de Mauricio Macri registra en mayo una suba de casi 5 puntos porcentuales en su valoración negativa y una caída de casi 4 puntos en su valoración positiva, lo que ubica la valoración de su desempeño con un diferencial negativo de -17,7%, el más alto de todo el ciclo”. En este caso la encuesta fue más extensa y de alcance nacional, realizada entre el 11 y 12 del corriente mes de manera telefónica a 1.362 casos del AMBA y otras ciudades del interior como La Plata, Mar del Plata, Bahía Blanca, Tandil, San Nicolás, Junín, Rosario, Paraná, Comodoro Rivadavia, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Salta, Corrientes y Neuquén. En la misma línea, el último sondeo de la Consultora Taquión y Tres Punto Zero refleja una merma negativa en la imagen de Macri, tanto en la positiva como la negativa. Es que el principal dirigente de Cambiemos cosecha una imagen negativa de un 64,5% y suma un desplome de su imagen, con un 3% de cambios en la percepción previo a la llegada del FMI durante mayo y de casi 14 puntos respecto del mes de abril de este año.
De igual manera, en un estudio realizado este mes por la consultora Gustavo Córdoba y Asociados manifiesta una variación en la imagen de Macri, ya que tomando 1.200 casos el análisis determinó una desaprobación de un 63,5%, mientras que la aprobación se reduce a un 34,4%. Este mismo estudio hizo una investigación sobre la imagen de María Eugenia Vidal, expresando que “un 57% de los consultados tienen una ‘mala’ o ‘muy mala’ imagen de la mandataria bonaerense, mientras que, en contrapartida, un 41,9% tiene una percepción entre ‘buena’ y ‘muy buena’”. Pero lo que aún trae una mayor preocupación al gabinete de la gobernadora es que “un 17,5% de quienes rechazan a Vidal votaron por Mauricio Macri en el balotaje de 2015”. Una encuesta anterior realizada el mes pasado por la encuestadora Analogías, determinó en la misma sintonía que el 70% de los bonaerenses creen que el techo salarial de aumento del 15% que Vidal destinó para los docentes es “insuficiente” y sólo un 16% estima que es “suficiente”. A su vez, el 58% le exige a la gobernadora que reconsidere un nuevo aumento para evitar conflictos con los docentes y otros sectores trabajadores en el contexto de inflación que estará muy por encima del techo anticipado por el gobierno. Tanto en las estadísticas sobre la imagen de Vidal como asimismo de Macri los encuestados reflejan que la población joven es muy crítica con las medidas del macrismo, mientras que el principal apoyo del gobierno se sigue centrando en general en los mayores de 45 años. Más allá de franjas etarias, lo redundante en este momento de crisis económica es que salvo la población con mayor poder adquisitivo, el resto del país expresa su disconformidad por estar sufriendo una crisis producto de las políticas económicas de la gestión macrista.