Las defensas antiaéreas sirias interceptaron hoy varios misiles disparados por cazas israelíes contra las provincias de Damasco y Homs. En tanto, el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, asegura que Moscú, tras los ataques aéreos lanzados por Estados Unidos, el Reino Unido y Francia contra Siria, baraja todas las opciones para mejorar la capacidad disuasiva del país árabe, incluyendo el suministro de sistemas de defensa aérea S-300.
Fuentes militares informaron a la agencia Prensa Latina que la Defensa Antiaérea en la ciudad de Damasco y sus alrededores y en el campo de Homs, al centro del país, dispararon contra cazas israelíes que lanzaron varios misiles hacia objetivos en Siria desde el espacio aéreo de El Líbano.
Citada por la agencia SANA, otra fuente militar señaló que defensas antiaéreas sirias respondieron y derribaron todos los misiles lanzados contra objetivos en el aeropuerto T-4, 100 kilómetros al este de Homs.
Otros misiles fueron interceptados en el espacio aéreo de la región del Qalamoun Oriental al nordeste de Damasco, e iban dirigidos hacia el aeropuerto militar de Dumair, a 50 kilómetros al este de Damasco.
Por su parte, la prensa militar de los aliados de Siria informó en un comunicado publicado en su página de Facebook, que seis misiles fueron disparados por cazas sionistas desde el Líbano contra el aeropuerto militar de Sheirat, a 20 km al sudeste de Homs.
Agregó que la mayoría de esos artefactos resultaron derribados, y que otros tres misiles fueron disparados contra el aeropuerto militar de Dumair, y todos fueron interceptados y destruidos.
El pasado día 9 de este mes, Israel perpetró un ataque con misiles contra el Aeropuerto T-4 en Homs, medios ofensivos que fueron repelidos en su mayoría, sin embargo algunos lograron impactar y provocaron pérdidas de vidas humanas y lesionados.
A raíz de ese violento hecho, la Cancillería Siria envió cartas a Naciones Unidas y su Consejo, en las que denunció que la nueva agresión de Tel Aviv no hubiera sido posible sin la ayuda del gobierno de Estados Unidos.
Ese país del Norte y algunos aliados occidentales, como Reino Unido y Francia, realizaron el pasado sábado ataques con misiles contra objetivos sirios, lo que fue condenado por varios países de la comunidad internacional.
En tanto, el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, asegura que Moscú, tras los ataques aéreos lanzados por Estados Unidos, el Reino Unido y Francia contra Siria, baraja todas las opciones para mejorar la capacidad disuasiva del país árabe, incluyendo el suministro de sistemas de defensa aérea S-300.
“Hace varios años decidimos no suministrar sistemas S-300 a Siria a petición de nuestros socios. Ahora, barajamos esta y otras opciones para garantizar la seguridad del Estado sirio, después de este escandaloso acto de agresión de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña”, precisa el titular ruso en una entrevista publicada el lunes por la cadena de televisión británica BBC.
Al ser preguntado sobre el probable suministro de sistemas de defensa aérea de largo alcance S-300, el ministro de Asuntos Exteriores ruso aseguró que Moscú está sopesando todas las posibilidades para ayudar al Ejército sirio a repeler una agresión de mayor envergadura.
EE.UU., el Reino Unido y Francia lanzaron el sábado ataques aéreos contra varios objetivos en Siria, sin el aval de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y con la excusa de un supuesto ataque químico en la ciudad de Duma, en la región de Guta Oriental, pese a que Damasco rechazó toda implicación.
El Ministerio ruso de Defensa aseguró que los sirios lograron interceptar 71 de los 103 misiles lanzados por EE.UU. y sus aliados contra su territorio, incluyendo misiles de crucero Tomahawk y bombas guiadas GBU-38.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha alabado la efectividad del sistema de defensa aérea Pantsir S-1, de fabricación rusa, que el Ejército sirio lo utilizó para derribar la mayoría de los misiles lanzados por Estados Unidos y sus aliados occidentales contra el país árabe.
En concreto, el Ejército sirio usó sistemas de defensa aérea S-200, S-125, Osa, Kvadart, Buk y Strela para repeler el bombardeo occidental. El sistema Pantsir S-1 lanzó 25 misiles y alcanzó 23 de los misiles disparados por EE.UU., Francia y el Reino Unido.
La ofensiva occidental provocó una masiva ola de condenas de varios países, como Irán, Irak, Rusia, China, Bielorrusia y Cuba, entre otros, mientras algunos gobiernos occidentales apoyaron la intervención militar.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, condenó tajantemente el ataque, y amenazó con un “caos en las relaciones internacionales” si Washington y sus aliados vuelven a atacar al país árabe.