Es decir, no se trata de “acompañar” las reivindicaciones de las mujeres sino de sentirse parte de las mismas ansias de justicia social y emancipación. Es esa la única posibilidad de liberarse de las imposiciones culturales que corrompen el derecho a la libertad y construirse a sí mismo como sujetos.
Por Carlos López / Desde 2004 hasta 2015, fecha de las últimas estadísticas oficiales, en nuestro país murieron 1.086 mujeres sólo por abortos inseguros. Las cifras indican que el 15% de embarazos que se registran cada año en la Argentina corresponden a adolescentes: en ese período, unas 108.000 chicas menores de 18 años fueron madres, de las cuales 73.000 manifestaron que ese embarazo no fue buscado. Por ello es necesario que se garantice de manera efectiva la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas y la provisión de anticonceptivos en todo el país, de la misma manera que es necesario el nuevo debate que parece abrirse en el Congreso apunte sin cortapisas ni atajos con segundas intenciones a resolver un punto central de la agenda pública de todos los argentinos, mujeres en primer lugar y varones: la legalización del aborto, libre seguro y gratuito.
En primer lugar, los varones deben denunciar en cada lugar que puedan hacerlo la hipocresía cómplice de muertes evitables de mujeres de aquellos que, con la Iglesia Católica como mascarón de proa, utiliza el falso pretexto llamado en defensa de la vida: la Iglesia sabe de pliegues maniqueístas para ocular la complejidad de los humano y mira para otra parte ante la muerte de mujeres, claro porque para el odio misogínico atávico de las sotanas ellas nos forman parte de esa “vida”. Y además, nosotros mismos los varones debemos señalar que no se trata solamente de un cuestión de salud pública sino de identidades, derechos y construcción de subjetividades: las mujeres deben tener plena libertad sobre sus cuerpos, sus cuerpos son de ellas y de nadie más; y mientras los varones no militen estrechamente en ese sentido, estarán en deuda con ellas sí, pero también con ellos mismos, con lo humano en general, serán opresores y cómplices de la propia opresión.
Aborto sí, aborto no. Así plantean los medios de comunicación hegemónicos el debate como si se tratase de la terna polémica binarias y analfabeta secundaria típica de millones de varones en torno a si fue gol o no, si fue posición adelantada o no. Esos medios llegan al paroxismo de contar con espacios y presentadores de noticias que se proclaman a favor de la legalización del aborto pero una y otra vez se lamentan al aires – “en este panel debiera haber mujeres” -, como si la ausencia de ellas fuera obra de la caprichosa naturaleza y no de las corrientes profundas que marcan los criterios editoriales, casi siempre en manos de “machos”.
Más datos. Según las estadísticas de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, desde 1983 han muerto más de 3.000 mujeres por abortos inseguros, siendo de esta manera la gran deuda desde la recuperación de la democracia y que además de coartar el derecho a la libertad también constituye un gravísimo problema de salud pública.
En 1998 la mortalidad materna era de 3,8 fallecimientos cada 10 mil nacidos vivos y la principal causa de muerte por embarazo, parto o puerperio era el aborto clandestino. Las estadísticas arrojan que las muertes de mujeres por aborto han sido reducidas de 100 a 55 por año, según los datos actualizados al año pasado, pero sin embargo esto fue sólo posible gracias al trabajo incesante y de lucha del movimiento de mujeres en su más compleja diversidad, y además es oportuno señalar el rol positivo que ha venido cumpliendo el Protocolo de Interrupción Voluntaria del Embarazo (ILE) y las líneas telefónicas y de socorrista.
La diputada bonaerense y presidenta del bloque Unidad Ciudadan-FpV-PJ, Florencia Saintout, el pasado 23 de febrero en una entrevista publicada en el suplemento Las 12 del diario Página 12, sintetizó que la legalización del aborto “es una cuestión de salud pública, de libertad y de igualdad que tenemos que seguir conquistando. Antes de este gobierno eran muy pocas las mujeres que desde el peronismo decían públicamente estar a favor del aborto legal. Cada vez son, somos, más”.
Por el FIT, el diputado nacional Nicolás del Caño señaló en declaraciones al portal del PTS que «siempre apoyamos el movimiento de lucha para que se dé el debate en el Congreso y somos impulsores y firmantes del proyecto desde que llegamos a la Cámara de Diputados (…). Vamos a seguir impulsando el debate pero sabiendo que la fuerza para lograr que se apruebe el proyecto va a venir de la movilización en las calles de las mujeres y de todo el pueblo».
En la misma línea que anteriormente lo hizo Saintout también se pronunció la diputada nacional y firmante del proyecto, Nathalia González Seligra, quien subrayó que «el derecho al aborto legal, seguro y gratuito hace antes que nada a una cuestión de salud pública: son miles las que sufren las consecuencias de la clandestinidad sobre sus cuerpos y son cientos las que mueren cada año por esta misma causa. Que éste no haya sido motivo suficiente para que en todos estos años se debata y se apruebe este proyecto es responsabilidad de los bloques mayoritarios del Congreso, donde la iniciativa fue presentada por primera vez, hace ya 13 años, bajo la gestión kirchnerista, y donde el pacto entre los entonces opositores y oficialistas impidió que se debata y que sea ley”.
Hoy el escenario es distinto. Es por ello que el apoyo de los varones y la infalible unidad femenina en las calles de cara a las movilizaciones del 8 de marzo próximo va a jugar un papel fundamental para que de una vez por todas el debate no vuelva a quedar silenciado entre las paredes parlamentarias. Para lograr esta unidad bien podría citarse el fuerte acompañamiento del pasado 19 de octubre de los varones a sus compañeras de la administración pública que decidieron parar en el Estado y marchar bajo la lluvia de aquel miércoles contra la violencia hacia las mujeres. En la Capital Federal, ese día miles de mujeres marcharon junto a sus compañeros de trabajo por las calles para llegar a la Casa Rosada y exigirle a Macri prevenir y detener la violencia machista que sufren a diario.
En las vísperas de la gran movilización que se aguarda para el día 8 y de la mano de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo será presentado por séptima vez en el Congreso de la Nación con la firma de legisladores de todos los sectores políticos a la espera de que esta vez sea debatido en el recinto.
El diario Contexto publica este martes: Julia Martino, de la Comisión Parlamentaria de la Campaña, dijo que desde ese espacio “la expectativa es que dentro del mes de marzo se convoque a un plenario de comisiones y empiece el tratamiento formal del proyecto para evitar demoras”.
El proyecto estará encabezado por la firma de la diputada Victoria Donda (Libres del Sur), en segundo lugar irá Brenda Austin (UCR), en tercer lugar Mónica Macha (Unidad Ciudadana) y en cuarto, Romina Del Pla (Frente de Izquierda), quienes se disponen a lograr consensos dentro y fuera de sus bloques.
“Estamos ante un contexto inédito e histórico”, opinió la radical Austin en diálogo con este medio. “Es la primera vez que se abre esta posibilidad de debate. Creemos que eso es sumamente importante y también que no sólo tenemos que hacer el esfuerzo para discutirlo en las comisiones, sino que tenemos que construir los consensos mayoritarios que nos permitan tener una ley”, agregó la legisladora cordobesa.
A pesar de estar a favor del debate parlamentario, el presidente Mauricio Macri mostró su rechazo al proyecto, al igual que muchos legisladores y referentes de Cambiemos (mayoría en la Cámara baja, con 108 diputados), por lo que el desafío de Austin y del resto de las legisladoras que acompañan esta iniciativa es lograr en principio el mayor apoyo dentro su interbloque.
“Dentro del interbloque hay visiones distintas. Un grupo numeroso de diputadas y diputados acompañamos con nuestras firmas la presentación del proyecto de la Campaña porque creemos que este debate hay que darlo y hay que tener una ley. Lo que tenemos que lograr es ser respetuosos con las distintas visiones que hay en el bloque y de manera transversal trabajar para construir consenso mayoritario”, sostuvo Austin en la misma nota del diario Contexto.
“Quienes creemos que hay que abrazar con fuerza la idea de defender la vida de las mujeres en relación con los abortos clandestinos, la herramienta que tenemos para hacerlo es la legalización”, agregó.
Mónica Macha consideró “muy positiva” la presentación de este proyecto y adjudicó el avance del mismo a “un movimiento feminista que fue creciendo”: “A nivel social hay cierta apertura a debatir este tema que todos y todas sabemos que es parte nuestra vida cotidiana”.
La legisladora firmante del Frente para la Victoria-PJ reconoció opiniones diversas dentro de su bloque, el cual cuenta con 65 representantes en diputados, y remarcó que esta “es una discusión transversal”. Dentro de este espacio, explicó, la opinión está dividida entre quienes están a favor, quienes están en contra y quienes tienen dudas al respecto. “Ahí es donde nos toca trabajar con las compañeras del bloque para ir tratando de convencer a más legisladores y legisladoras”, concluyó.
Al igual que Macha, Del Pla (FIT) adjudicó esta avanzada del proyecto a la masiva movilización del movimiento de mujeres, y aseguró que su bloque (con tres representantes) va a acompañar. “Somos el único bloque que no tiene ninguna fisura al respecto”, sostuvo la diputada de la izquierda, quien llamó a hacer “una fuerte campaña nacional” para lograr su aprobación.
Camino a lograr consenso con el resto de los legisladores, Del Pla consideró que “no hay que disminuir la movilización popular. Hay que lograr pronunciamientos de los principales sindicatos y de los movimientos de mujeres e impulsar en todas las provincias esta deliberación para que no puedan correrse los diputados ni los senadores de este planteo y este reclamo popular”. El reclamo “es que el Congreso nacional se ponga en sintonía con la voluntad de la población”, agregó.
En definitiva, desde hace décadas los argumentos avanzan en torno a los derechos inalienables de las mujeres. Los varones debemos estar allí.