En 2016, el diputado Eduardo Amadeo solicitó a los rectores de las universidades públicas de todo el país el número de estudiantes extranjeros. “Queremos saber a quién le ponemos la plata”, decía. Durante el primer mandato PRO en la Ciudad, el ministro de Salud Jorge Lemus aseguró que los porteños iban a tener prioridad en los hospitales públicos. A nivel nacional, desde que asumió Cambiemos, en 2015, se sumaron el proyecto de la cárcel para migrantes, la deportación y el aumento de los operativos contra extranjeros y la desarticulación del programa Patria Grande, que permitía regularizar la documentación de habitantes de estados del Mercosur.
“Dos meses antes del pedido a las universidades, el programa Periodismo para Todos, de Canal 13, emitió un informe titulado ‘Argentina, país generoso’, según el cual los estudiantes extranjeros en la Universidad de Buenos Aires eran cerca de 13 mil, por lo que el Estado ‘gastaba más de 28 mil pesos al año’ por cada uno de ellos. El cálculo realizado por la producción señalaba que anualmente se destinaban 360 millones de pesos a ‘subsidiar a estudiantes extranjeros’. En el programa destacaron, además, que ‘hay 340 mil extranjeros en hospitales bonaerenses, respecto a datos de enero de 2015 a enero de 2016. Están subvencionando 340 mil extranjeros en medio de la emergencia en el sistema de salud’. ‘Es injusto para todos que pagamos impuestos que un pibe de clase de media de Colombia venga a estudiar a la universidad cuando podría pagarla en Bogotá’, indicó en ese programa Jorge Lanata”, recuerda este miércoles el diario Página12.
En tanto, “sospecho que es una bomba de humo”, opinó el ex ministro de Salud de Néstor Kirchner, Ginés González García, respecto de la preocupación del gobierno y de sus aliados por cobrar la atención medica a los extranjeros no residentes o la exigencia de convenios de reciprocidad con los países limítrofes.
“Argentina tiene una larga tradición en la atención pública en salud. Es algo que está desde el preámbulo de la Constitución y está en muchos artículos de distintas leyes, una de ellas es la Ley de Migración de 2004, que obliga, por ser un derecho humano esencial, a atender a cualquier persona que esté en nuestra patria”, explicó el ex ministro de Salud en declaraciones al diario ya citado.
Por otro lado, González García aclaró que la atención médica de emergencias está asegurada en todos los países limítrofes, pero reconoció que “la Argentina es muy generosa y atiende hasta patalogías crónicas”.
El ex ministro de Salud consideró que no está mal que se exija un convenio de reciprocidad entre los Estados y sentó su posición: “A las personas no hay que cobrarles, deben ser los gobiernos los que le paguen a esos personas”. Por último, Ginés puso como ejemplo un acuerdo alcanzado durante su gestión entre el Estado argentino y el chileno para que el país trasandino pagara un canon por los ciudadanos de ese país que cruzaban la frontera para ser atendidos en Esquel, Chubut.
Las cifras que da el propio diario La Nación son lapidarias y confirman que un proyecto de esa naturaleza en manos de Cambiemos esconce un decidido enfoque xenófobo: “En medio de la polémica en torno al cobro de reintegro para los extranjeros que se atiendan en el hospital Pedro Uro, en la Quica y cerca de la frontera con Bolivia, la directora del centro de salud dio a conocer a qué cantidad de pacientes recurrió a la centro de salud durante el 2017 y cuántos provenían del país vecino. Según los números que informó Fernanda Elias, a cargo del hospital donde trabajan 300 personas y cuenta con 80 camas, el año pasado atendieron a través de la guardia a 28.084 personas. De ese total, 26.001 fueron personas con documento argentino, 1848 de Bolivia y los 235 restantes de otros países (…). Por consultorios externos, fueron atendidos 19.864 personas, 18.269 argentinos y 1595 bolivianos. Elias también graficó la situación al hablar de la cantidad de nacimientos que tuvo el hospital durante el 2017. «El año pasado nacieron 509 bebes, de esos 110 son hijos de bolivianos que vinieron a tener familia a La Quiaca. No son residentes, cruzan el puente y vienen a tener familia de este lado por los beneficios sociales que tienen como la asignación universal por hijo o los planes sociales».
Pero a la titular del Hospital se le salió la cadena. Al mismo diario dijo que el número de argentinos puede ser «engañoso», porque muchos «tienen documento argentino pero son hijos de bolivianos que nacieron en la Argentina pero residen en Bolivia».
Señora, se trata de argentinos, pero hay más: “la Encuesta de Protección y Seguridad Social (Enapross), cuyos resultados fueron publicados en un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), detectó que ‘casi 6 de cada 10 migrantes sudamericanos, sobre todo aquellos arribados durante los últimos 20 años, dispone y utiliza solamente la cobertura para la atención de la salud que brindan los hospitales públicos y los Centros de Atención Primaria’. Sin embargo, el informe destaca que ‘de todas maneras, dada la escasa prevalencia de la población migrante sudamericana sobre la población total, en realidad el impacto que ella ejerce sobre los servicios que prestan los hospitales públicos y los CAPS resulta escaso’». Y esa información la consigna La Nación, un medio que nadie puede sospechar de pro bolivianos, pro inmigrantes de América Latina.
Según el Censo 2010, último realizado en el país, en la Argentina viven 1.800.000 residentes no nativos. En 2013, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó un estudio que proyectó esa cifra a 2.000.000. Es decir, sólo el 4,6% de la población que vive en la Argentina es extranjera.
La inmigración que más creció en los últimos años proviene de países latinoamericanos, principalmente de Paraguay, Bolivia y Perú, que en conjunto representan el 75% de la migración latinoamericana. En cuanto a las radicaciones permanentes resueltas en 2015, según información de Migraciones, en total hubo 133.554, de las cuales 58.225 fueron para ciudadanos paraguayos; 31.996, para bolivianos; y 16.074, para peruanos. En tanto se resolvieron 8496 radicaciones permanentes para colombianos, que es una de las nacionalidades que tuvo mayor aumento en este punto en los últimos diez años. Las radicaciones no equivalen a una ciudadanía, pero otorgan ciertos derechos a la persona y le permiten, entre otras cosas, trabajar en el país.
El informe de la ONU, según refleja el sitio web de la Dirección Nacional de Migraciones, sostiene también que en el mundo, 232 millones de habitantes son migrantes, lo que representa el 3,2% de las personas. Oceanía es la región que recibe más inmigrantes (20,7%), seguido por América del Norte (14,9%) y Europa (9,8%).
En términos absolutos, Estados Unidos recibe la mayor cantidad de inmigrantes: casi 46 millones de personas; seguido por Rusia (11 millones), Alemania (10 millones) y Arabia Saudita (9 millones). Después de la Argentina (puesto 29), los países latinoamericanos con mayor cantidad de extranjeros son Venezuela (puesto 38 del ranking mundial, 1,1 millón de inmigrantes), México (43°, 1 millón de inmigrantes) y Brasil (59°, 600 mil inmigrantes).