El aparato comunicacional de la derecha lee los conflicto en forma más veloz y estratégica que sus mandatarios políticos e institucionales en el Estado. Por eso La Nación, artefacto de centralidad en ese dispositivo, que ha comenzado a mandarle señales y tirones de oreja al gobierno nacional de Mauricio Macri pero que sigue blindando a la gobernadora María Eugenia Vidal, debió salir al cruce del problema: más de medio millón de bonaerenses podrían quedar sin atención médica si la Provincia con paga sus deudas con los prestadores de IOMA. Quizá por casualidad, quizá sintomáticamente, este mismo miércoles de multitudinaria protesta social en la Ciudad Buenos Aires, contra las políticas económicas y sociales de Cambiemos, uno de los columnistas estrella del diario, Joaquín Morales Solá, hace un alegato sobre la supuesta neutralidad del periodismo, en ocasión de desestimar las posibles operaciones de empresas españolas en el caso del ex funcionario off shore de Macri (uno entre tatos), aduciendo además que el director del diario El País, de Madrid, tiene buenas relaciones con el presidente argentino.
“La asociación Concentración de Entidades Médicas Independientes Bonaerense (Cemibo), que reúne a la Agremiación Médica Platense y a los círculos médicos de Ensenada, Tandil, Mar del Plata, San Pedro, Balcarce y Trenque Lauquen, anunció que si el gobierno de María Eugenia Vidal no liquida las deudas que mantiene desde noviembre último suspenderá la atención a los afiliados. ‘Hemos sido pacientes y comprensivos frente a las dificultades técnicas y los cambios en el sistema de pagos, pero los profesionales de la salud no podemos seguir esperando. En algunos lugares se han liquidado las deudas de noviembre, pero en otros no. Tampoco lo hicieron con las clínicas. Hay médicos que no cobran desde hace tres meses y continúan atendiendo a los pacientes sin problemas. Pero, si no hay respuestas, el 1° de marzo se suspenderá la atención a IOMA, dijo el titular de Cemibo, Guillermo Guanella”, consignó este miércoles, día para el cual se tiene previsto una multitudinaria concentración callejera contra las políticas económicas y sociales de Cambiemos y en particular de Mauricio Macri.
“’Fuentes oficiales reconocieron que en algunos casos hay demoras de 30 días y adjudicaron la mora a que en IOMA se instrumentó un nuevo sistema de pago «más eficaz» y «beneficioso para todos’. Sin embargo, negaron que los atrasos lleguen a noviembre”, afirma también La Nación
«’En la transición entre el sistema anterior y el nuevo, los pagos a los prestadores están saliendo paulatinamente. La semana pasada se efectuaron pagos de manera progresiva para diferentes proveedores y continuarán esta semana y las siguientes, hasta cancelar todo lo pendiente. Tienen que tener paciencia porque se está pagando, dijeron fuentes de IOMA’, añade el diario que no pudo ocultar el problema sino que debió exponerlo y alertar.
Guanella insistió en que la demora se podría haber evitado. «El gobierno implementó un nuevo sistema de carga, que no probó. Lo puso en práctica sin tener gente capacitada. Los fondos están, pero no cuándo pagarán», dijo.
El problema no se limita a las prestaciones de los médicos. La Federación de Clínicas, Sanatorios, Hospitales y Otros Establecimientos de la provincia advirtió que «la falta de pago de las prestaciones brindadas por IOMA a sus afiliados en noviembre de 2017 conlleva la imposibilidad de los sanatorios de cumplir con el pago de salarios al personal, a los proveedores y las obligaciones impositivas y previsionales».
Gastón Quintans, médico y vocal titular de la Agremiación Médica Platense, dijo a La Nación que «desde que el médico presenta los bonos hasta que IOMA libera el pago pasan entre 45 y 50 días. Si se suman demoras de 30 a 40 días, los médicos están cobrando a 90 días las consultas que realizan. En el caso de las clínicas, las demoras se duplican». Y mencionó casos de cirujanos que hicieron intervenciones quirúrgicas en agosto y aún no cobraron.
Fuentes de IOMA indicaron que no se interrumpirá la cadena de pagos. «Ya se está saldando, en algunos casos, el 100%, y en otros, entre el 80 y el 50 por ciento. Es parte de un proceso para mejorar el sistema de pagos, que es muy antiguo. Ahora se incorporó la modalidad interbanking: los prestadores podrán acceder a sus pagos, incluso durante los días que se realicen medidas de fuerza en los bancos», dijo una fuente oficial.
Se decía más arriba que La Nación (otros medios de la derecha también, como los del Grupo Clarín, por ejemplo) viene regañando, alertando a Macri. Morales Solá publica este miércoles “Una demora estéril ante una sociedad más sensible”, nota en la que afirma “en la semana del combate crucial con Hugo Moyano, el dirigente sindical más importante del país, el Gobierno gastó tiempo y energía en un tema que no valía la pena. Valentín Díaz Gilligan, exsubsecretario general de la Presidencia, debió abandonar el cargo pocas horas después de que el diario español El País reveló que había tenido una cuenta offshore en Andorra cuando era funcionario del gobierno de la Capital, en 2013 (…). En lugar de aplicar la doctrina Gómez Centurión (el exdirector de la Aduana se fue del cargo antes de que una denuncia tomara estado público), el propio Presidente; el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, gastaron el fin de semana en una defensa inútil de Díaz Gilligan (…). Perdieron el tiempo y, sobre todo, la oportunidad”.
Y aquí los alegatos del columnistas de La Nación acerca de la batallada idea de “neutralidad” periodística – una actitud que nunca se eregistro en experiencia periodística alguna, desde el primeros principios de su propia historia hasta aquí-: “Algunos funcionarios deslizaron la teoría conspirativa de que Díaz Gilligan había caído abatido por el Grupo Clarín o por el Grupo Telefónica. A este último le adjudican una venganza contra Macri por haber autorizado la fusión de Cablevisión, propiedad del Grupo Clarín, y Telecom. Parece que Cristina no se ha ido. ¿También al gobierno de Macri habrá que explicarle que los periodistas pensamos por nuestra propia cuenta? Si bien Telefónica tiene acciones en el Grupo Prisa, propietario del diario El País, la trayectoria periodística de ese diario está fuera de toda duda. Su presidente, Juan Luis Cebrián, es un periodista que ha defendido (y defiende) siempre la independencia de los profesionales de la prensa. Cultiva, además, una relación frecuente con el propio Macri”.
Claro, es probable que no hayan sido las empresas ligadas a las telecomunicaciones ni a las llamadas industrias culturales sino que los “ajustadores” de línea editorial de El País, por otra parte órgano operador de negocios casi desde su mismo origen, haya que buscarlos entre las mafias del fútbol, como algunos periodistas en España están investigando y así consignó ayer esta misma agencia.