Presentó junto a legisladores bonaerenses del bloque Unidad Ciudadana – PJ – FPV, una serie de proyectos vinculados a frenar los altos niveles de desocupación en la provincia de Buenos Aires.
La presidenta del bloque de Unidad Ciudadana – PJ – FPV, Florencia Saintout, presentó el proyecto para que se declare la “Emergencia Laboral” en la provincia de Buenos Aires, con el objetivo de defender y promover el empleo, ante la grave situación que atraviesan los trabajadores del sector público y privado en todo el territorio bonaerense. El proyecto solicita que, de aprobarse, se reincorpore a todo el personal despedido y/o suspendido, a partir del 1° de diciembre de 2017 en la Administración Pública Provincial. Además busca que se suspendan los despidos en el sector público durante la vigencia de la Ley.
A su vez, se propuso crear la «Comisión Bicameral para la Defensa del Derecho al Trabajo y la Promoción del Empleo», en el ámbito público y privado, que estará integrada por los/as presidentes/as de todos los bloques de la Cámara de Diputados/as y Senadores/as. Sus funciones serán: crear una «Mesa de Trabajo» integrada por representantes gremiales y sindicales, universidades nacionales con asiento en la provincia y especialistas e instituciones vinculadas a la temática. Además buscará asesorar legalmente a los trabajadores despedidos, producir un registro estadístico, informes y recomendaciones en materia laboral, entre otros.
En el mismo sentido, los legisladores del Unidad Ciudadana – PJ – FPV impulsaron la creación del «Observatorio para la Defensa del Trabajo y la promoción del Empleo», que estará integrado por al menos un representante por bloque político y tendrá por objeto estudiar, evaluar, diseñar y proponer acciones y políticas públicas, tendientes a la protección y promoción del trabajo.
Por último, se elevó un pedido de informe sobre la Ley 14.783 que establece la obligatoriedad para la administración pública de ocupar en una proporción no inferior al 1% de su personal a personas travestis, transexuales y transgénero. A más de dos años de su entrada en vigencia, la ley no fue reglamentada, por eso se solicita saber en qué estado de avance se encuentra y qué medidas se llevan adelante para efectivizar su reglamentación. Cabe destacar que se trata de uno de los sectores que en mayor situación de vulnerabilidad se encuentra, desprovisto de derechos y expuesto a la violencia institucional, excluido de los ámbitos laborales. Es por eso que el acceso al empleo formal supone no sólo autonomía económica, sino también la posibilidad de formación, capacitación y acceso a la seguridad social.
Es importante mencionar que esta serie de proyectos se inscriben en la profunda preocupación que produce la política de despidos que lleva adelante el gobierno provincial, quién concibe a los trabajadores como un costo laboral que hay que bajar.
Un informe de la consultora Analogías señalaba a mediados del año pasado que “la reciente publicación de los datos de mercado de trabajo indica que en el primer trimestre de 2017 el desempleo trepó al 11,3% de la población económicamente activa en los aglomerados urbanos correspondientes a la provincia de Buenos Aires, superando en más de 2 puntos porcentuales al que se registró en el total del país (9,2%). Se trata de la tasa de desempleo más alta en 10 años. Es decir, hay que remontarse al primer trimestre de 2007 para advertir un nivel de desempleo superior al de este año. Las zonas más sensibles fueron los partidos del Gran Buenos Aires, donde la tasa de desempleo alcanzó a 11,8%, con una subocupación de igual magnitud (11,8%). Mar del Plata con 10,4% de desempleo y 11,8% de subocupación también se encuentra en una delicada situación en materia de empleo“, explica el trabajo de la consultora. Si se compara con el cuarto trimestre de 2016 (no hay datos disponibles del primer trimestre del año pasado) la provincia incrementó en 2,1 puntos porcentuales la tasa de desempleo, tanto por efecto de la reducción de la tasa de empleo como por la mayor tasa de actividad. En el plano nacional tal incremento fue de 1,6 puntos porcentuales.
“A pesar de cierta reactivación en la construcción en el plano nacional -prosigue el informe- los datos más recientes de empleo privado registrado en el Gran Buenos Aires indican que la caída del empleo se estancó en mayo, pero con caídas respecto a abril (-0,1%). Buena parte de esta destrucción de empleo la explica la contracción de la ocupación industrial en un escenario de fuerte caída de las actividades fabriles intensivas en trabajo y de estancamiento de la producción manufacturera en general“, se afirmaba entonces.
En aquél mismo período, “los salarios reales de los trabajadores registrados en el Gran Buenos Aires presentaron una caída del 4,2% en marzo. Todo ello sin considerar al segmento de los trabajadores no registrados, cuya situación de precariedad laboral los vuelve más vulnerables ante las situaciones recesivas. En sintonía con este escenario laboral, el consumo en la provincia de Buenos Aires tampoco logra despegar: las ventas en supermercados cayeron en marzo en términos reales entre 12% y 14% interanual tanto en el Gran Buenos Aires como en el resto de la provincia, acumulando caídas del 13% en el primer trimestre del año. En tanto la recaudación -si bien creció por efecto de sellos, inmuebles y automotores- tuvo un pobre desempeño en ingresos brutos, cuyo aumento estuvo por debajo del nivel de precios durante los primeros 5 meses del año, lo cual refleja la dificultad que tiene la economía provincial para reactivar las ventas”, decía Analogías. En diciembre último y según consignaba el 18 de ese mes el sitio El Cronista, “la desocupación en la provincia de Buenos Aires descendió casi medio punto en un año y se ubicó en el 9,9% en el tercer trimestre del año, de acuerdo con datos de la Dirección de Estadística del Ministerio de Economía bonaerense. Según las cifras oficiales, la desocupación en el tercer trimestre de 2016 era del 10,3% en el territorio provincial. En tanto, la subocupación quedó en 11,8%, apenas una centésima menos que en igual período de 2016. En tanto, la tasa de actividad subió siete centésimas, del 45,7% al 46,4% y la tasa de empleo se incrementó del 41,1% al 41,8%. El total de personas con problemas de empleo es de 1,4 millones (21,7% del total)”.
El 14 de enero último, el diario La Capital, de Mar del Plata publicaba que según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) correspondientes al tercer trimestre del 2017, la tasa de desempleo a nivel nacional fue del 8,3%, lo que equivale a 1.058.000 personas. La ciudad de Mar del Plata es uno de los centros urbanos con mayor desempleo del país. Detrás de los partidos del Gran Buenos Aires (10,3%) y Gran Córdoba (9,1%), y junto al Gran San Juan, es el tercer distrito con mayor desempleo del país, con un 9,0% de desocupación abierta, lo que equivale a 26.000 desocupados.
Además, la subocupación, que comprende a los ocupados que trabajan menos de 35 horas semanales por causas involuntarias y están dispuestos a trabajar más horas, afecta actualmente al 15% de la población económicamente activa, es decir a 44.000 personas, ubicando a Mar del Plata como el aglomerado con la mayor tasa de subocupación horaria del país. 70.000 marplatenses con problemas de empleo.
Un 21,8% de los ocupados demandan un trabajo mejor: Mar del Plata se encuentra también así entre los aglomerados urbanos con guarismos más altos en términos de ocupación demandante, siendo sólo superada en este plano por el aglomerado de Jujuy-Palpalá.
“Si bien es cierto que se registró una leve mejora de la tasa de desocupación en relación a la medición correspondiente al segundo trimestre del 2017 (11,9%) como demuestra el informe socio laboral de General Pueyrredon elaborado por el Grupo de Estudios del Trabajo de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Mar del Plata, dicho descenso no necesariamente representa una reactivación en el mercado de trabajo”, añade el texto.
En el tercer trimestre de 2017, tan sólo el 69,1% (183.000 personas) de los ocupados se encuentra trabajando en relación de dependencia, lo que tiene como contrapartida un aumento del cuentapropismo y otras variantes del mundo de la informalidad laboral. Pero, además, el 37,8% de ese grupo de trabajadores en relación de dependencia (es decir, 69.200 personas) lo hace en empleos no registrados.