Caos en la salud de la provincia de Buenos Aires. La diputada Florencia Saintout destacaba ya el día 14 de este mes desde su cuenta en Twitter que “otra vez, la incapacidad del gobierno de @mariuvidal pone en riesgo a los más vulnerables. Los bebés prematuros están en condiciones de absoluta precariedad en los hospitales bonaerenses. “Desde la asunción de este gobierno hemos visto que el sistema de salud pública se ha deteriorado considerablemente por falta de inversión. Sin embargo, en la provincia de Buenos Aires, por iniciativa de María Eugenia Vidal, no se utilizaron casi 18.000 millones de pesos destinados a esta área para 2017. Es imprescindible que se destinen los fondos necesarios para garantizar el acceso a este derecho. La salud de las y los bonaerenses debe ser un asunto prioritario para nuestra gobernadora”, abundó este jueves la diputada provincial de Unidad Ciudadana y principal referencia del kirchnerismo en La Plata.
Un día antes el sitio Infoblancosobrenegro consignaba: “Este viernes a la medianoche, el Policlínico San Martín de La Plata sufrió una interrupción de la energía eléctrica y según relatan sus trabajadores no funcionaron los generadores que deben activarse en casos de emergencia. La situación más crítica se vivió en Neonatología, donde varios recién nacidos se quedaron sin asistencia respiratoria mecánica y tuvieron que ser ‘bolseados’ manualmente por personal que ya había terminado su turno. Guillermina Peralta, enfermera y delegada de la junta interna de ATE, relató: ‘Justo cuando terminaba nuestro turno a las 24 horas se produjo un corte de luz. Esperamos para salir porque no se veía nada ya que había solo unas pocas luces de emergencia. Pasaron unos 15 minutos y escuchamos al jefe de la guardia que necesitaban asistencia en Neonatología. Nos pidieron que empecemos bolsear a los chiquitos que estaban con asistencia respiratoria porque varios aparatos no estaban funcionando. Pudo haber sido una tragedia’, contó la trabajadora y agregó: ‘Había mamás amamantando que se asustaron pero tratamos de llevar tranquilidad y que no se dieran cuenta de lo que estaba pasando’”.
Los respiradores artificiales tienen baterías para seguir funcionando en caso de que se corte la electricidad. Sin embargo, varios equipos se apagaron y el médico a cargo del servicio de Neonatología tuvo que pedir asistencia de enfermeras de otras áreas que ya habían finalizado su turno para ‘bolsear’ en forma manual a los pacientes.
Este jueves, Roberto Álvarez Mur, del diario Contexto, de La Plata, informa que las dramáticas deficiencias higiénicas, en combinación con el decaimiento edilicio que esta semana provocó cortes de luz en áreas de urgencia, son algunos de los hechos que el personal repudiará hoy en la puerta del centro de salud más importante de La Plata.
“El déficit estructural que atraviesan los hospitales de la provincia de Buenos Aires tiene su referencia más preocupante en el Hospital Interzonal de Agudos (HIGA) General José de San Martín, la institución médica más importante de La Plata a la que son derivados pacientes de toda la región y que hoy será escenario de una protesta de trabajadores y gremios para denunciar las calamitosas condiciones en que se encuentra el centro de salud. Hacia noviembre del año pasado ya se había denunciado el faltante de insumos, medicamentos y aparatología, a lo que ahora se suma la falta de higiene y el deterioro edilicio, factor que esta semana se reflejó en un apagón eléctrico que obligó a los enfermeros y médicos a alumbrarse con celulares e improvisar un operativo de emergencia para salvar vidas”, afirma el medio platense.
“La falta de personal en áreas tan importantes como Enfermería e Higiene Hospitalaria llegó a un límite donde se pone en riesgo la vida de trabajadores y trabajadoras debido a la sobrecarga laboral constante, así como también la salud, y por lo tanto también la vida, de pacientes que recibimos cotidianamente”, expresaron desde el área de Salud bonaerense del gremio estatal ATE.
Ante la grave situación, trabajadores del HIGA en conjunto con delegaciones de ATE, CICOP y otros gremios del sector se manifestan hoy frente a las puertas de la sede ubicada en 1 y 69 de la capital provincial. También se acercarán trabajadores de otros sectores afectados por los despidos y recortes en provincia, como el Ministerio de Trabajo o la recientemente disuelta Unidad Ejecutora Provincial.
Según informaron desde ATE, del presupuesto asignado a salud para 2017 –que ronda los 30 millones de pesos– casi la mitad se encuentra sin ejecutar. Aguirre también remarcó que existe un reciente recorte de días de franco en el área de Enfermería, ya que el personal vigente no da abasto.
“En tanto, una de las referentes políticas locales que se pronunció frente a la situación fue la diputada provincial de Unidad Ciudadana Florencia Saintout. ‘Desde la asunción de este gobierno hemos visto que el sistema de salud pública se ha deteriorado considerablemente por falta de inversión. Sin embargo, en la provincia de Buenos Aires, por iniciativa de María Eugenia Vidal, no se utilizaron casi 18.000 millones de pesos destinados a esta área para 2017. Es imprescindible que se destinen los fondos necesarios para garantizar el acceso a este derecho. La salud de las y los bonaerenses debe ser un asunto prioritario para nuestra gobernadora’”, consignó Contexto.
En el Hospital Posadas, la política despidos y vaciamiento también bordea la responsabilidad penal: “despidieron a la única trabajadora que determina tratamiento para el cáncer”, denuncia La Izquierda Diario.
Ese medio puntualiza el caso de Karina Almirón: “Trabaja hace 16 años en el Hospital Posadas, realizando un estudio que permite detectar el tratamiento para el cáncer que tiene que llevar a cabo cada paciente. De consumarse su despido, en el nosocomio ya no podrá hacerse esa evaluación, ya que no hay en este momento trabajadores con la calificación correspondiente para esa importante tarea. No es el único caso. Hay decenas de despidos, de distintos sectores y turnos, que van a afectar la calidad de la salud de pacientes con bajos recursos que no cuentan con obra social ni prepaga y llegan desde todo el país. El testimonio de Karina demuestra el ataque a los trabajadores, la salud pública y el conjunto de la comunidad que se verá afectada si se consuman los despidos”.
“Entré a trabajar en el hospital Posadas en el año 2002, reemplazando a técnicas que se habían ido a vivir al extranjero por la crisis del 2001, soy técnica de anatomía patológica especializada en inmunohistoquimica, el estudio que hago permite determinar qué tratamiento se hace a cada paciente con cáncer y otras enfermedades. Profesión que elegí a los nueve años cuando una prima mía de 11 falleció por un tumor cerebral. Tengo dos títulos terciarios y formación en bioseguridad, gestión de calidad y manejo de equipos. Rechacé puestos de trabajo en Casa Cuna, en el Roffo, en el Sommer, porque no quería renunciar al Hospital Posadas, a mí Hospital. A pesar de las condiciones de trabajo y el sueldo miserable, porque sabía que del otro lado había pacientes esperando un resultado. Yo misma me enferme de cáncer en el 2005, y supe en carne propia lo que es esperar el resultado para definir un tratamiento. Seguí apostando a defender y sostener la salud pública, porque es un derecho básico y universal que a ningún ser humano puede ser negado. En estos años vi pacientes que fueron a cuatro hospitales diferentes antes de llegar al Posadas. Vi Gente humilde romper la receta al salir porque no tenían plata para comprar el remedio. Pacientes que venían caminando desde muy lejos porque no tenían para viajar. Gente en situación de calle buscando refugio y comida en nuestro hospital. Vi mujeres víctimas de violencia de género buscando ayuda. Ví compañeros que dieron literalmente su vida, como Emanuel García, tirado al vacío por un paciente psiquiátrico, o compañeros que murieron por enfermedades causadas por el estrés y la insalubridad de nuestro trabajo”, dice Almirón en parte del testimonio publicado por La Izquierda Diario.
Al menos 60 trabajadores de distintas áreas del Hospital Posadas, en Morón, fueron cesanteados sin más aviso que no encontrar sus nombres en la lista en la que figuraban los trabajadores cuyos contratos temporales serían renovados. El director médico del centro de salud reconoció que los despedidos podrían ser 120. En medio de un fuerte operativo de la Policía Federal y la Gendarmería, que blindó las salidas y el piso donde se encuentran las autoridades, los trabajadores realizaron una asamblea tras la que consiguieron una reunión con el director médico del hospital, quien confirmó la rescisión de los contratos. El viernes a las 11 se realizará una nueva asamblea convocada por la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Ciccop) y el Sindicato Trabajadores de la Salud (STS).