La sesión prevista para este jueves, para debatir la reforma provisional, fue finalmente levantada. La jornada se sucedió en un marco de represión y militarización impulsada por parte del gobierno de Mauricio Macri en contra de la masiva concentración de trabajadores y trabajadoras que se acercaron a reclamar al Congreso para que no se apruebe el proyecto.
Una multitud se concentró desde temprano en las cercanías de la Cámara de Diputados de la Nación para manifestarse en contra del proyecto de reforma provisional, que busca aumentar la edad jubilatoria, bajar los haberes iniciales de nuevos pasivos y recortar en casi un 9% los ingresos previsionales, la Asignación Universal por Hijo (AUH) y pensiones por discapacidad.
Finalmente, y luego de forzar el intento de quórum, el oficialismo levantó la sesión, pero el inicio fue verdaderamente complicado. Pasados 30 minutos del horario previst, el presidente del bloque FpV-PJ, Agustín Rossi, pidió atenerse al reglamento y declarar la sesión sin quórum y que fuera levantada. Asimismo, según el sitio El Parlamentario, el legislador aseguró que los diputados de su bloque Mayra Mendoza y Darío Martínez estaban siendo atendidos en la enfermería, producto de lesiones sufridas en los incidentes.
Monzó dio por iniciada la sesión a las 14.35, y la oposición reaccionó increpándolo por los incidentes en la marcha. Es que también alrededor de las 14 comenzaron a registrarse incidentes sobre la avenida Rivadavia, cuando agentes de Gendarmería y de la Policía comenzaron a arrojar gases lacrimógenos y balas de goma contra un grupo de manifestantes, según consignó Página12.
Por su parte, la diputada Graciela Camaño, aseveró: “más allá de los aprietes que se han hecho estos días a intendentes, gobernadores, dirigentes sindicales, y lo que hemos visto que ocurrió en la calle, no tenemos la disposición mayoritaria en esta casa de que este proyecto salga, porque creemos que perjudica a los jubilados”. Minutos después, Elisa Carrió, en nombre del oficialismo, pidió el levantamiento de la sesión.
Represión
La presencia de las fuerzas de seguridad se extendió a los alrededores del Congreso, con avances y retrocesos de los uniformados, que luego saltearon las vallas en motos, desde las que continuaron disparando contra los manifestantes y arrojando gas pimienta, que ya habían comenzado a retroceder sobre la avenida Rivadavia. También sumaron a un camión hidrante.
En la Cámara, la diputada Carrió, en un intento de justificar la represión, sostuvo: “los diputados tienen que tener cuidado de no atropellar a las fuerzas de seguridad”. Actitud que fue repudiada por los legisladores de la oposición. Es que un fotógrafo fue gravemente herido, al igual que tres diputados que debieron ser atendidos luego de recibir golpes al tratar de ingresar al Congreso.