Tras dos años en los que el gobierno observó, con indiferencia, la destrucción de 2.500 despidos en el gremio de prensa, ahora se convierte en el protagonista por excelencia de ese dramático proceso: anunció, a modo de “primera etapa” en la “optimizacion” de los medios públicos, las jubilaciones anticipadas de 550 trabajadores de la TV Pública, Télam y Radio Nacional, que serán seguidas por una etapa casi en simultáneo de retiros voluntarios.
Desde el Sindicato de Prensa de Buenos Aires -y sus comisiones internas en los tres medios públicos- rechazamos de plano ese modelo. Porque en los medios públicos no sobra nadie. No sobra, al menos, ningún trabajador. Y, en consecuencia, nos declaramos en asamblea permanente, estado de alerta y movilización para defender la integridad de la Tv Pública, Télam y Radio Nacional, los históricos medios que constituyen la espina dorsal de la comunicación pública.
El ministerio a cargo de Hernán Lombardi anunció jubilaciones anticipadas para 400 trabajadores de RTA (Canal 7 y Radio Nacional) y 140 de Telam. Es apenas la insinuación de un proyecto que prepara “retiros voluntarios” y el desguace del área publicitaria de Telam como golpe drástico a la estructura de los medios en manos del Estado.
Los trabajadores y trabajadoras de la TV Pública, Telam y Radio Nacional creemos en medios públicos plurales, abiertos, fuertes, decisivos en la defensa de la libertad de expresión a través de agendas complementarias a las de las empresas privadas y el reflejo de la voz de minorías sociales y políticas. Nada de eso es posible con medios exiguos, redacciones ajustadas y periodistas amenazados por la pérdida de su fuente de trabajo.
La innovación tecnológica nos obliga a ser más dinámicos y competitivos. Eso no se logra con menos sino con más trabajadores, con mejores condiciones técnicas y profesionales tal como venimos planteando desde el SiPreBA.
El gobierno defiende otro modelo. Enuncia palabras políticamente correctas mientras avanza con un ajuste sin ningún criterio profesional.
Los trabajadores no asistiremos indiferentes, como los funcionarios en estos dos años, a ese proceso de destrucción.
Nos declaramos en estado de alerta y Asamblea permanente y recurriremos a todas las herramientas -políticas, legales, sindicales- para evitar ese proceso.
Los trabajadores podemos afirmar -y someter a cualquier examen- que en los medios públicos no sobra un solo trabajador y que ante cada gestión fuimos los garantes de su carácter plural y democrático, un elemento imprescindible para el buen funcionamiento de nuestra democracia.