Al unísono, casi sin matices, a la media tarde de este miércoles 13 de diciembre los canales de noticias de la TV argentina ratificaron una vez más que son de una mediocridad que asusta, de un espíritu reaccionario incurable y de una capacidad para identificarse con los más egoísta, blandengue e idiota de las llamadas clases medias, para la cuales el problema nunca es el de los pobres, el de los millones de compatriotas que viven propiamente en la mierda porque el sistema de poder quiere que así sea, sino que el individualismo, la mendicidad de espíritu y la irritante mediocridad intelectual hace que sufran porque el tránsito esta interrumpió, los subtes complicado y los colectivos ni hablar. Llegarán tarde a su casas en una tarde de calor y a la salida de sus trabajos, y para cumplir con el rito bobo de cada día, cenar frente a la TV Basura, porque miles y miles salen a las calles contra las reformas económicas y sociales que pretende el gobierno de Mauricio Macri, porque ellos no tienen trabajos de donde salir, ni casas confortables a las que llegar, ni siquiera en muchos casos un plato de comida para cena que viene ; porque lo que el oficialismo quiere imponer es sólo en contra de los de abajo.
Como fuera anunciado, este miércoles por la tarde miles personas movilizadas por diversas organizaciones sociales salieron a las calles y cortaron la Avenida 9 de julio en la Capital Federal, para oponerse a los programas de ajuste que el gobierno busca imponer contra trabajadores, jubilados, pensionados y titulares de distintos programas de asistencia social. Los hechos auspiciados por Cambiemos se precipitan toda vez que adelantaron para mañana jueves el tratamiento en Diputados de Nación el proyecto de reforma previsional; las CTA anunciaron paro y movilización, y la CGT se reunía para ver qué hace, muy probablemente mucho menos de lo que la situación demanda.
Es preocupante comprobar la falta de una frente social y político organizado con un programa contra la derecha concentrada para cada terreno o escenarios, sean electorales o de luchas reivindicativas. Es ahí donde el gobierno de Macri crece en su capacidad de daño para las mayorías, contando además con una poderoso aparato cultural que sigue generándole consenso y votos. Pero la derecha sabe del tema y por eso cuando en la pasada elección de octubre, de medio término que le dicen, recogió un resultado favorable en las urnas hizo lo que se esperaba que hiciese, apretar el acelerador de sus políticas: saben que su programa de transferencia de bestial de riquezas desde los trabajadores hacia la burguesía concentrada en todas sus variantes y que en términos freudianos sólo podría ser comprendido desde el orden de los siniestro, tiene fecha de vencimiento – no están dadas las condiciones para conocerla con exactitud – y que por ello debe apurar la marcha de sus huestes tangibles y simbólicas.
Pero por esta vez sólo pongamos la mira en la TV Basura: sobre 16.30 de este miércoles, los canales de noticia – TN, C5N, América y Crónica – con sus respectivos animadores haciendo gala de que cumplen su misión de mediocridad sistémica a la perfección, todos dedicados a lo mismo: a quejarse como bobalicones porque el tránsito esta embotellado y el subte hasta la manos; del problema que hace que miles de personas salgan a las calles – injusticia social deliberada – casi ni una palabra y análisis serio, bueno, de eso ni hablar.