Ese sitio fue indicado por el testigo Mario Fabián Gianotti durante su declaración de diciembre de 2015, testimonio ignorado en su momento por el ex fiscal a cargo Fernando Cartasegna. “Según el dato aportado en su momento, la pista es un tanque de 200 litros rellenado de cemento donde podrían estar los restos, típico procedimiento de secuestros y desapariciones de cadáveres. Fuimos hasta el lugar donde, efectivamente, encontramos un tanque de esas características pero estaba vacío. De todas maneras, no se descartan posibilidades y el lugar va a seguir siendo investigado”, dijo Rosa Schonfeld de Bru, madre de Miguel y titular de la Asociación Miguel Bru.
Por Roberto Álvarez Mur (*) / El caso de Miguel Bru, el estudiante de periodismo desaparecido en La Plata en el año 1993, volvió a tener actividad tras el inicio de un nuevo peritaje en busca de sus restos. Tras un año signado por la escandalosa desaparición y reaparición de los archivos y documentos referentes a la investigación y el posterior apartamiento del fiscal Fernando Cartasegna de la causa (y de las fiscalías), la pista ahora apunta sobre la zona entre Los Talas y La Balandra, en Berisso, a partir de datos que ya habían sido brindados en 2015 y que el propio Cartasegna había desestimado.
El rastrillaje, postergado desde la semana pasada a causa de las fuertes lluvias, se realizó en una zona de más allá del barrio Los Talas de la localidad bonaerense de Berisso. Ese sitio fue indicado por el testigo Mario Fabián Gianotti durante su declaración de diciembre de 2015, pero Cartasegna nunca lo convocó para realizar algún tipo de especificación o procedimiento.
“Según el dato aportado en su momento, la pista es un tanque de 200 litros rellenado de cemento donde podrían estar los restos, típico procedimiento de secuestros y desapariciones de cadáveres. Fuimos hasta el lugar donde, efectivamente, encontramos un tanque de esas características pero estaba vacío. De todas maneras, no se descartan posibilidades y el lugar va a seguir siendo investigado”, dijo a Contexto Rosa Schonfeld de Bru, madre de Miguel y titular de la Asociación Miguel Bru.
Acorde a lo informado por la madre del estudiante desaparecido, otro testigo “en 1997 había sostenido la versión de los restos dentro de un tambor lleno de cemento, arrojado en el puerto platense”.
Según informó Schonfeld, Cartasegna había descartado la posibilidad de rastrillar la zona por tratarse de una “zona peligrosa debido a que allí habían cocinas de droga” y que, por ello, “no expondría a ese riesgo a su personal”.
En el marco de la investigación sobre los restos del joven desaparecido hace 24 años, en la actualidad es el fiscal Marcelo Martini quien continúa con la tarea de pesquisas. La actuación de Fernando Cartasegna se convirtió en el eje de un conflicto por irregularidades en sus funciones, que desembocó en la renuncia a su cargo y la posibilidad de un juicio político en su contra.
La zona, ubicada en la rivera entre malezas juncales, debía ser explorada la semana pasada pero las lluvias provocaron marea alta y, por consiguiente, la inaccesibilidad al territorio señalado. Tras el peritaje de ayer, sin éxito, la fiscalía no descarta la posibilidad de continuar la búsqueda en la zona circundante de Los Talas.
Miguel Bru fue visto por último vez el 23 de agosto de 1993, fecha en que, según apuntan las investigaciones, fue secuestrado por efectivos de la Comisaría 9º de La Plata. Días antes había denunciado a efectivos de esa dependencia por un allanamiento sin orden judicial en su casa, lugar donde vivía con amigos. A partir de ese momento comenzó a ser amenazado y hostigado para que retirara la denuncia. Luego del jury de enjuiciamiento político al juez Amilcar Vara por el encubrimiento a la Policía en la causa de Miguel y en otros veintiséis casos, se llegó en 1999 al juicio oral y público. Fueron condenados a prisión perpetua los ex policías Walter Abrigo y Justo López, por torturas seguida de muerte y por encubrimiento el ex comisario Domingo Ojeda y al ex oficial Ramón Ceressetto.
Desde 1993, se han realizado alrededor de 40 rastrillajes en busca del cuerpo de Miguel; en cada uno de ellos, según palabras de la propia Rosa Schonfeld, “las expectativas como si fueran la primera vez”.
(*) Periodista del diario Contexto, de La Plata.