Del 10 al 13 de diciembre de 2017 tendrá lugar en la Ciudad de Buenos Aires la XI° Reunión Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), donde se acordarán medidas para profundizar la agenda de “libre” comercio. La OMC representa los intereses de las empresas del gran capital transnacional y no los derechos ni las necesidades de los pueblos. En nuestra región, hemos atravesado veinte años de tratados de “libre” comercio (TLC) con efectos nefastos de desregulación y avance de los privilegios corporativos sobre nuestros pueblos y nuestros territorios. El colectivo Argentina Mejor Sin TLC lanzó un llamado mundial a las mujeres, trans, travestis, lesbianas, bisexuales, migrantes, desplazadas, refugiadas, afrodescendientes, indígenas, campesinas, feministas, hermanadas frente a la reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Buenos Aires, diciembre de 2017.
Los TLC promueven la competencia con impactos en el mercado de trabajo, ya que implican flexibilización laboral y amenaza para las PyMES, con secuelas de aumento de desempleo y precarización que afecta sobre todo a quienes tienen inserciones más débiles: las mujeres y los/as jóvenes. Además, el fortalecimiento de la economía del mercado compite con el desarrollo de una economía del cuidado. La raíz de las desventajas de las mujeres en el mercado laboral se encuentra en la debilidad y ausencia de los mecanismos de corresponsabilidad social en el cuidado, que recae de manera desproporcionada sobre nosotras. Y las políticas neoliberales son ciegas a estos desbalances que la “mano invisible del mercado” refuerza. Así se expresa un comunicado de la organización convocante.
Entre los temas en negociación de la agenda de la OMC en diciembre, se mantienen los referidos a la agricultura, los servicios, la propiedad intelectual, las compras gubernamentales, entre otros, a lo que se agrega la novedad del comercio electrónico o de datos digitales. Frente a esta agenda nos preguntamos cuáles serán las consecuencias sobre la vida de las mujeres, trans, travestis, lesbianas, migrantes, desplazadas, refugiadas, afrodescendientes, indígenas y trabajadoras de la economía popular. El movimiento feminista ha sostenido una mirada crítica del sistema social y económico hegemónico denunciando la desigualdad, la injusticia y la explotación. Es necesario recuperar esa mirada y nuestras experiencias y prácticas para unirse a los demás movimientos sociales en el marco de esta nueva ofensiva de los tratados de comercio e inversión alentados por la reunión de la OMC en nuestra región.
Recordemos el año 2005 cuando muchas gritamos “¡NO al ALCA!, ¡FUERA BUSH!” en el Encuentro Nacional de Mujeres en Mar del Plata, previo a la Cumbre de los Pueblos. Ahora, es necesario redoblar esfuerzos para alimentar este nuevo ciclo de lucha que continuará el año próximo, ya que los acuerdos de diciembre de 2017 se profundizarán en la Cumbre del G-20 en Argentina en noviembre de 2018, bajo la presidencia de Macri. La lucha contra la OMC es global y podemos reconstruir una historia de movilizaciones y articulaciones de organizaciones y redes sociales, sindicales, de derechos humanos, de mujeres, LGBTI, territoriales, indígenas, estudiantiles, políticas, campesinas y anti-extractivistas, dice el mismo comunicado.
Porque nos pensamos y articulamos en los debates de numerosas organizaciones locales, regionales y globales, estaremos construyendo la Cumbre de los Pueblos realizada en la semana de acción en diciembre. Esa Cumbre es un llamado a la resistencia contra el “libre comercio” que sólo genera políticas de explotación y expoliación de nuestros pueblos y de nuestros territorios, añade.
Y en ese marco, llamamos a protagonizar una Gran Asamblea de mujeres, trans, travestis, lesbianas, bisexuales, migrantes, desplazadas, refugiadas, afrodescendientes, indígenas, campesinas, el 11 de diciembre donde podamos sentir y pensar estrategias para enfrentar la agenda de la liberalización comercial. La lucha contra la OMC no solo debe ser global sino también feminista, porque en el debate sobre las alternativas populares, los aportes del ecofeminismo, del feminismo comunitario, de la economía feminista y del buen vivir son centrales para avanzar en proyectos que construyan entre nuestros pueblos y entre las personas, nuevas formas de relaciones solidarias, antipatriarcales y antiracistas.
¡Como feministas nos movilizamos contra la liberalización del comercio, la violencia económica y el neoliberalismo, y exigimos relaciones de género más equitativas, justicia económica y ecológica! ¡La lucha es global y feminista!
Entre las organizaciones que se suman al llamado figuran: Red de Género y Comercio; DAWN (Mujeres por un Desarrollo Alternativo para una Nueva Era); AMB (Articulación de Mujeres Brasileras); Cátedra Libre Virginia Bolten: Construyendo feminismos populares en Nuestra América; ATTAC Argentina; Espacio de Géneros del Frente Popular Darío Santillán Corriente Nacional; AWID (Asociación para los Derechos de las Mujeres y el Desarrollo); Secretaría de Género de la Central de Trabajadores de Argentina; CEMCI (Corporación Escuela de Mujeres Cartagena de Indias y Bolivar con sede en Cartagena, Colombia); Pañuelos en Rebeldía; AMUMRA (Asociación Civil de Derechos Humanos Mujeres Unidas Migrantes y Refugiadas en Argentina); Feminist Transforming Economic Development -WIDE+ Trade and Gender Working Group; Democracia Socialista; Espacio de Economía Feminista de la Sociedad de Economía Crítica (SEC); Cienfuegos OP; El Transformador – Haedo; GAC (Grupo de Arte Callejero); Espacio de Mujeres del del Frente Popular Darío Santillán; Mujeres Públicas (Argentina); La Revuelta Colectiva Feminista – Patagonia Argentina; CIEDUR (Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo) Uruguay; Colectivo Ni una menos; Observatorio Genero y Pobreza – Argentina; Colectiva Bordamos por la Paz – Córdoba; Crisálida biblioteca popular de género, diversidad afectivo sexual y derechos humanos de Tucumán; La Malona Rosa – Mendoza; Asamblea Permanente por los derechos humanos, Secretaría de Derechos de las mujeres, igualdad de género y diversidad; Mugarik Gabe – Bilbao, Gasteiz, Donostia; Clóset de Sor Juana AC de México; Movimento de Mulheres de Cabo Frio/ AMB Rio – Região da Baixada Litorânea de do Estado do Rio de Janeiro – Brasil; Colectiva de Antropólogas Feministas – IIEGE-FFyL-UBA; Lesbianas de Corporación Femm – Bogotá, Colombia; Todo en Sepia – Asociación de Mujeres Afrodescendientes en la Argentina; Diverse Voices and Action (DIVA) for Equality, Fiji; Pacific Feminist SRHR Coalition; Pacific Partnerships on Gender, Climate Change and Sustainable Development (PPGCCSD); CISCSA (Centro de Intercambios y Servicios para el Cono Sur Argentina); Espacio de Lecturas Feministas (Universidad Autónoma de Entre Ríos); Balance – Promoción para el Desarrollo y Juventud; REPEM (Red de Educación Popular Entre Mujeres de Latinoamérica y el Caribe); Madres Víctimas de Trata (Argentina); Campaña nacional contra las violencias hacia las mujeres; Alejandra Ciriza (UNCuyo), Sandra Mutal (artista visual y docente UNC), Claudia Laudano (UNLP), María Alicia Gutiérrez (FSoc-UBA, Campaña por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito), Valeria Silvina Pita (historiadora, IIEGE-UBA), Claudia Anzorena (INCIHUSA-CONICET), Josefina Fernández, Dora Barrancos (CONICET), Ana Lía Glas (Fundación Políticas Públicas), Martha Rosenberg (Foro por los Derechos Reproductivos, en la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, Argentina), Graciela Di Marco (Centro de Estudios sobre Democratización y Derechos Humanos/UNSAM).