Recientemente, el ministro de Educación, Alejandro Finocchiario, firmó un memorándum de entendimiento con la representante de ese país, relativo a la formación docente y la innovación. Si bien el gobierno y los grandes medios de comunicación lo plantean como un hecho revolucionario en materia educativa, la diputada electa, Florencia Saintout advierte que se trata de una mentira, porque el sistema finlandés “se basa en una fuerte inversión del Estado y maestros bien pagos”, situaciones que no se condicen con las políticas implementadas por Cambiemos.
“La revolucionaria educación de Finlandia llega a las aulas argentinas”, titulaba el pasado 2 de noviembre el diario Clarín para anunciar la firma de un memorándum de entendimiento firmado por el ministro de Educación, Alejandro Finocchiario y su par de ese país, Sanni Grahn Laasonen para sellar un acuerdo bilateral de cooperación entre los dos países en materia educativa.
“El país nórdico asesorará en materia de diseño del sistema educativo y nuevas pedagogías. También en la formación docente. En Finlandia, además, los alumnos hacen prácticas en empresas en el último año del secundario, un tema que provocó fuertes protestas y tomas de escuelas en los últimos meses en el país”, señalaba el matutino.
Ahora bien, las políticas impulsadas por la gestión de Mauricio Macri en materia educativa no se condicen en la realidad con el modelo finlandés. Así lo advierte la diputada electa en la provincia de Buenos Aires por Unidad Ciudadana, Florencia Saintout.
“El Gobierno y su cadena de medios dicen que Macri quiere implementar una educación a la finlandesa. Pero otra vez mienten, porque ese sistema se basa en una fuerte inversión del Estado y maestros bien pagos”, explicó la decana de la facultad de Periodismo de la UNLP.
Para la académica, el modelo finlandés en realidad guarda similitudes con las políticas educativas llevadas a cabo durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. En especial, vinculado a materia salarial, puesto que, en Finlandia, hay un sistema permanente de aumentos (los maestros cobran los salarios más altos de Euopa) y una fuerte inversión del Estado. Durante el kirchnerismo, existieron paritarias nacionales todos los años, los sueldos aumentaron 1853 por ciento y durante el 2015, en la provincia de Buenos Aire, el salario docente fue el mayor de toda Latinoamérica. En cambio, desde la asunción de Macri, el salario de redujo un 10 por ciento y se terminaron las paritarias nacionales.
En cuanto a la inversión, se observan subas en el modelo finlandés como sucedió en 2015 en Argentina, que se quintuplicó. Sim embargo, con el modelo de Cambiemos, la inversión en materia educativa se redujo al 6, 1 por ciento del PBI.
La misma situación se da en cuestiones vinculadas a la tecnología y la infraestructura: en Finlandia tienen un papel preponderante y así lo fueron también durante los gobiernos de Néstor y Cristina, aunque para el macrismo no parece ser tan relevante. Es que para el presupuesto de 2018, la gestión plantea un 52, 5 por ciento menos de fondos para el ex Plan Conectar Igualdad (política impulsada por los Kirchner en favor de la inclusión digital educativa) y no se construyeron los más de 500 jardines de infantes prometidos.