Se trata de la compañía Glencore, que montó una red offshore para operar en la Argentina, derramó agrotóxicos y causó un incendio en su planta de América, en la provincia de Buenos Aires. Además, acumula variadas denuncias por violación de derechos humanos, contaminación y corrupción.
Glencore, la multinacional que realiza trabajos de exploración en el yacimiento de Cobre calingastino El Pachón (San Juan), montó una red offshore para poder operar Argentina, según revela un una investigación global impulsada por el Consorcio de Periodistas de Investigación (ICIJ). La explotación de El Pachón está controlado por Glencore El Pachón Limited (de las islas Bermudas), que a su vez es controlada por Glencore Holdings (también de las islas Bermudas). La multinacional recibe distintos beneficios para operar este proyecto, como por ejemplo, al pagar impuestos por un 25% de las exportaciones declaradas, según consignaron diversos medios de comunicación que replicaron la información del ICIJ.
Ahora bien, Glencore fue noticia las últimas semanas por un derrame de agrotóxicos e incendio en su sede de América (partido de Rivadavia, en el oeste bonaerense). La compañía, de origen suizo, minimizó el hecho y se ganó el repudio de la comunidad. Sí reconoció que el peligroso herbicida atrazina estuvo entre los químicos que ardieron. El derrame e incendio sucedió el sábado 4 de noviembre a la mañana, en su planta de América, ruta nacional 33. La nube tóxica negra se hizo visible a kilómetros a la redonda durante todo el día. Además de los bomberos voluntarios locales tuvieron que acudir dotaciones de Trenque Lauquen y Villegas, según consignó Página12.
Glencore acopia en América granos y agrotóxicos. Funcionarios locales aclararon que la Municipalidad no había otorgado permiso de acopio de químicos y alertaron que el derrame (e incendio) podía tratarse del peligroso agroquímico 2-4D, que está prohibido en Rivadavia. Tres días después del incendio, la Guardia Ambiental Municipal detectó 2-4D en otro galpón de Glencore (fue clausurado).
El incendió fue extinguido a las 17 del sábado. Esa misma tarde circuló por internet una convocatoria vecinal. “Estas empresas se llevan el dinero y no les importa nuestra salud. Hemos tomado la iniciativa de reunirnos para hacer visible el riesgo que corremos nosotros y nuestro futuro”, invitaba el texto. Al día siguiente, domingo 5, se realizó la primera reunión de vecinos en la Plaza Colón. Dominaba el enojo con la empresa, pero también con las autoridades, por la falta de control y el impacto en la salud de la población. Exigieron explicaciones y la reubicación de las plantas de acopio de cereales, de agrotóxicos y de las empresas de fumigaciones. Se conformó la asamblea Vecinos Autoconvocados de Rivadavia.
El lunes 6 hubo una segunda reunión de vecinos. Escribieron una carta al Concejo Deliberante. “Fue un desastre ambiental sin precedentes en la provincia de Buenos Aires, cuyas consecuencias son incalculables e impredecibles. El alto nivel de toxicidad que produjo la nube puso y pone en riesgo la salud de toda la población de América”, resaltaron.
El secretario de Salud del Municipio, Pablo Cabaleiro, argumentó que “los herbicidas son de baja volatilidad, por lo que no es necesario evacuar; recomendamos no ventilar las casas, tener agua envasada; hay que estar tranquilos, vamos a sentir olor hasta que la nube pase pero no es necesario usar barbijos”.
El vecino Adelmar Funk escribió un artículo en el diario Tiempo del Oeste: “Es grave porque se han diseminado al ambiente, que es lo mismo que decir sobre nosotros, químicos cuya acción en mezclas y proporciones desconocidas y sobre cuyos efectos sobre los seres vivos nadie en el mundo puede precisar”. Y recordó la enorme cantidad de casos de cáncer “encubiertos en publicidad ostentosa que a diario ocupan los medios mostrando las supuestas bondades de estos productos”.
Glencore es una empresa extractiva de primer nivel, nada que envidiar a Barrick Gold o Monsanto, pero con perfil bajo. Tiene la particularidad de ser parte de las multinacionales mineras y también del agro. En Argentina opera además Minera Alumbrera, en el oeste de Catamarca, donde acumula denuncias por contaminación y por incumplir las promesas de trabajo y desarrollo local.