“¿Qué madres y qué padre pueden dejarle a sus hijos deudas y problemas?”, se preguntó este lunes el Presidente en la presentación de su paquete de medidas vinculadas al empleo y la responsabilidad fiscal. La respuesta está a la vista: su Gobierno, desde el inicio y hasta 2018 habrá emitido bonos de deuda externa por 125.000 millones dólares. Además, pidió reducir gremios y obras sociales y protestó: “no puede ser que haya más de 3000 sindicatos”.
Este lunes Mauricio Macri presentó su paquete de reformas vinculadas a” la responsabilidad fiscal, el empleo, la República y la calidad institucional”. Lo hizo en el Centro Cultural Kirchner frente a funcionarios, empresarios y una comitiva del Fondo Monetario Internacional (FMI) que vino hasta el país para auditar la economía argentina.
“No podemos gastar más de los que recaudamos y eso lo digo para todos los niveles del Estado. Tenemos que seguir bajando la inflación y reducir la carga tributaria”, remarcó Macri y adelantó que buscará refundar la relación entre la Nación y las provincias para “desandar la escalada de impuestos”. “Necesitamos menos impuestos y más obras y todo con equilibrio fiscal”, aseguró.
“Qué madres y qué padre pueden dejarle a sus hijos deudas y problemas”, se preguntó irónico Macri en relación al déficit fiscal del Estado, pero sin tener en cuenta que su pregunta apuntaba directamente al bono de deuda por cien años que emitió su gestión.
“No nos gusta endeudarnos, pero tampoco mentirnos”, señaló el presidente Mauricio Macri, cuyo Gobierno desde el inicio y hasta 2018 habrá emitido bonos de deuda externa por 125.000 millones dólares, y volvió sobre la herencia de la gestión anterior al indicar que recibió “un Estado con un déficit alto e insostenible”, según consignó Pàgina12.
En un discurso lleno de llamados al achicamiento del gasto público, Macri señaló que se mantuvo el «gradualismo» para quienes “puedan sufrir la transición” y volvió a marcar la línea ortodoxa económica que apunta a la emisión monetaria como la única fuente de generación de inflación. “La inflación es resultado de una mala política y la venimos bajando. La de este año será la más baja desde 2009”, indicó Macri, sin mencionar las cifras récord de inflación registradas en 2016.
“No se puede pensar en crecimietno sin bajar la inflación. La inflación lastima a la mayoría, la competencia y arruina el ahorro”, indicó y pidió a los gobernadores, sindicalistas y empresarios presentes “un compromiso para que nunca volvamos a tener inflación”.
Con los gobernadores en primera fila, Macri abrió el capítulo para la reducción de impuestos y consideró que son “demasiado altos con una distribución muy poco equitativa, un sistema complicado y engorroso” y calificó como “la peor distorsión” a la evasión fiscal, a pesar de las revelaciones que el caso Panamá Papers reveló de las empresas de la familia presidencial.
Asimismo, aseguró que hay que “empezar una conversación adulta y honesta sobre el sistema de jubilaciones y pensiones”, aunque prometió que continuará “siendo universal, público, solidario y de reparto”, sin más precisiones que la convocatoria a la comisión de expertos contemplada en la ley de Reparación Histórica. Esa comisión será la encargada de preparar una reforma previsional para que “en su momento el Congreso la trate”.
El mandatario dijo estar “orgulloso de la amplia cobertura” del sistema jubilatorio, pero advirtió que el sistema previsional de la Argentina “esconde serias inequidades y no es sustentable”, momento en el que se encargó de apuntar contra las jubilaciones de privilegio y “regímenes especiales que habilitan a algunos a jubilarse a los 45 o 50 y otros a los 65”, en un mensaje que pareció apuntar contra el Poder Judicial y que cerró pidiendo que “todos los argentinos trabajemos el mismo tiempo”.
En el capítulo referido a las reformas laborales que el Gobierno viene fogoneando desde hace meses en busca de modificar y flexibilizar los covenios, Macri indicó que se presentarán las iniciativas que desde la cartera de Jorge Triaca se viene trabajando con la CGT y enumeró si profundizar: “formalización del trabajo no declarado, nuevas formas de contratación y capacitaciones”. De acuerdo a las posibles medidas que se fueron conociendo a cuenta gotas, las dichos de Macri confirmarían: un plan de blanqueo para las empresas, formas de contratación más flexibilizadas (como trabajos temporarios o por producción), y la ampliación de los días de licencia por paternidad.
Además, y siempre según Página12, Macri volvió a la carga contra “la mafia de los juicios laborales” e insistió en que “los excesos de la litigiosidad laborales” como “la principal causa que impide generar empleo”. En ese tono, el mandatario retó a los gobernados por no adherir a la nueva ley de ART, que limita la posibilidad de un trabajador de abrir un reclamo por accidentes laborales y dificulta el acceso.
Cuando llegó el momento del tercer eje, el del fortalecimiento institucional, el presidente se detuvo en el funcionamiento de la Justicia, de la que criticó la cantidad de empleados, los altos sueldos y las extensas licencias que gozan los empleados judiciales. También hizo foco en la cantidad de empleados que tiene la Biblioteca Nacional del Congreso y el Poder Legislativa, donde según los números brindados por el Presidente hay legisladores que cuentan con más de 80 empleados. “Hay muchas mejores formas de trabajar que armar kioscos para familiares y amigos”, dijo Macri, que habilitó por decreto el blanqueo para familiares de funcionarios, algo que había sido negado en el Congreso.
“Qué bueno que sería que la Justicia de el ejemplo y elimine algunas de sus licencias”, advirtió Macri y a continuación hizo foco en las universidades, las obras sociales y los sindicatos. “No puede ser que haya más de tres mil sindicatos en la Argentina y que sólo 600 firmen paritarias”, criticó el Presidente y augurando un nuevo período de ajuste, concluyó: “Tenemos que trazar una línea de austeridad para lo que viene”.