Este jueves se cumplieron 34 años del asesinato del dirigente granadino que nació de las entrañas de su pueblo y que condujo a su país hacia la independencia política, económica y social. Proceso que fue cortado a causa a la invasión militar estadounidense en esa isla caribeña. Una nación que vio truncado su proceso independentista, la cual resumía las luchas coloniales que a lo largo de su historia atravesó ese gigante pueblo. Una acción valiente en tiempos de la guerra fría y anticomunismo.
Por Santiago Masetti (*) / Los primeros habitantes de esa pequeña Isla, provinieron de lo que es hoy Trinidad y Tobago y Venezuela. Fueron los indios Arahuacos y los Caribes los que recibieron a Cristóbal Colón en su tercer viaje al continente, el 15 de agosto de 1498 y bautizó a Granada como Concepción.
En 1609, mercenarios ingleses pretendieron establecer en Granada una colonia pero fueron expulsados por los bravos indios caribes. En 1650 los franceses se establecen en la Isla, dando inicio a un proceso de liquidación de la resistencia indígena y como resultado de ello la administración territorial pasó a ser compartida con los ingleses.
En 1674 Francia se anexó la Isla completamente, indemnizando a los propietarios de tierras para poder introducir esclavos africanos en los cultivos del índigo y azúcar, finalizando, de esa manera, el exterminio de los pobladores originarios.
En 1767 Granada fue conquistada por los ingleses, dieciséis años después la retomaron los franceses para volver a las manos de Londres en 1783. La corona británica en 1795 aplastó brutalmente una rebelión esclava y ejecutó a sus líderes.
Luego de dos siglos, el 17 de febrero de 1974, Gran Bretaña concedió la independencia a Granada, pero como antes y después de la independencia, la situación social en la Isla caribeña era sumamente tensa.
El político y docente Eric Gairy había asumido el poder tras una rebelión popular, pero con el correr del tiempo se fue manteniendo en el poder a través de sucesivas elecciones fraudulentas.
Desde su fundación este movimiento estuvo dirigido por Maurice Bishop, quien desplegó un amplio trabajo de concientización política de los trabajadores, campesinos y estudiantes.
El 13 de marzo de 1979, la pequeña Isla del Caribe oriental irrumpe en la palestra internacional como escenario de una revolución popular de claras proyecciones antiimperialistas contra la sangrienta dictadura de Eric Gairy (1967-1974). Ese día, contingentes armados acompañados de una huelga general tomaron los cuarteles y la principal radio del país, disolvieron el ejército represivo y entregaron las armas al pueblo.
Al frente de la insurrección popular estaba el Movimiento de la Nueva Joya (el nombre proviene de la abreviatura en inglés que significa marcha unida por el bienestar la educación y la liberación). Desde su fundación este movimiento estuvo dirigido por Maurice Bishop, quien desplegó un amplio trabajo de concientización política de los trabajadores, campesinos y estudiantes, hasta el momento en que se dieron las condiciones objetivas y reales para la toma del poder.
Fue a partir del 13 de marzo de 1979 que empezó a construir un gobierno popular y democrático que encabezó el esfuerzo de los granadinos para elevar a niveles superiores la maltrecha economía del país.
Desde los primeros momentos la Revolución granadina fue objeto de actitudes hostiles por parte de Estados Unidos y sus aliados en la región, quienes instrumentar una guerra mediática y maniobras de sabotaje contra la joven nación.
Bishop era un líder con características que sobresalía por su honestidad y comprensión de la situación por la que atravesaba su nación. También consiguió grandes logros económicos y políticos para Granada.
A partir de iniciados los profundos cambios progresistas y democráticos en Granada, comenzaron los preparativos y los intentos para derrocar al gobierno popular de Bishop. Washington nunca ocultó su intención de invadir la Isla.
El turismo era la fuente principal de divisas, pero dependía de los barcos que visitaban sus puertos en la localidad de Saint Jones, ya que ese país caribeño carecía de aeropuerto. La solidaridad cubana no tardó en aparecer y envió constructores y equipos para construir una pista aérea comercial.
En los primeros cuatro años de la Revolución las inversiones básicas del Estado aumentaron doce veces, el desempleo bajó del 49 al 14 por ciento, mientras que la economía de carácter mixto pero con una orientación hacia el socialismo, entre otros grandes logros sociales.
El gobierno de Estados Unidos despreciaba a Granada y no quería que otra isla del Mar Caribe fuera realmente independiente, por eso su política fue dirigida a destruir el proceso que había triunfado en 1979 y desde un principio había preparado planes militares para invadir la Isla.
El 12 de octubre de 1983, Bishop es destituido por el Comité Central de su cargo de Primer Ministro, al otro día fue arrestado en su domicilio.
En Febrero de 1983 el periódico estadounidense Washington Post, refiriéndose a fuentes confidenciales revela los planes de la Agencia central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) dirigidos a desestabilizar económicamente a Granada.
De las propias filas de la Revolución surgieron “Las Hienas”, grupo que alentó el divisionismo y el enfrentamiento interno. Esta fracción invocaba a los conceptos más puros del marxismo-leninismo, le imputan a Bishop la práctica del culto a la personalidad y de apartarse de las normas y métodos leninistas en la conducción.
Paralelamente se desarrollaba un profundo conflicto en la dirección y en el interior de la Nueva Joya. La prensa hegemónica occidental no tardó en ofrecer diferentes especulaciones sobre los acontecimientos registrados en Granada.
El 12 de octubre de 1983, Bishop es destituido por el Comité Central de su cargo de Primer Ministro, al otro día fue arrestado en su domicilio y una semana después una gran concentración popular toma las calles granadinas exigiendo el retorno de Bishop al poder y la renuncia del viceprimer ministro, Bernard Khoarn.
La fuerte movilización marchó hacía la residencia de Bishop y lo liberó de su prisión domiciliaria, para luego acompañarlo hasta el cuartel de Fort Rupert, tomando esa instalación militar, que luego es recuperada por el Ejército. Horas antes, Khoarn ordenó a las Fuerzas Armadas a disparar contra el pueblo, dejando un saldo de cientos de muertos y heridos.
Esa misma tarde, a través de un comunicado oficial, se conoció la muerte de Bishop, de Unison Whitman (ministro de Relaciones Exteriores), Jackeline Creft (ministra de Educación) y Vincent Noel (vicepresidente de la Central Sindical de Granada), entre otros destacados funcionarios de Gobierno y referentes sociales.
El presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan (1981-1989), utiliza como pretexto estos acontecimientos y los graves errores cometidos por la dirección de Nueva Joya para frenar el proceso revolucionario de Granada y someter de nuevo al dominio imperial.
La ciudad de Saint George fue bombardeada incesantemente desde aviones, helicópteros y buques de guerra durante tres jornadas. El gobierno estadounidense intentó justificar la invasión declarando que la vida de 600 ciudadanos de ese país se hallaba en peligro.
El 21 de octubre de 1983 fuentes del pentágono informan que un portavión con más de mil marines a bordo se dirigían hacia Granada. Buscando justificar la acción, el Departamento de Estado argumentó que los gobiernos de Antigua y Barbuda, Jamaica, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Barbados y Santa Lucía, presentaron una petición oficial al gobierno de Estados Unidos para que intervenga militarmente en Granada.
Dos días después, a la madrugada comienza el desembarco de más de siete mil marines en Granada, horas más tarde se suman otros 300 efectivos de los países que habían solicitado la intervención armada.
La ciudad de Saint George fue bombardeada incesantemente desde aviones, helicópteros y buques de guerra durante tres jornadas. El gobierno estadounidense intentó justificar la invasión declarando que la vida de 600 ciudadanos de ese país se hallaba en peligro y que Cuba estaba construyendo un aeropuerto con fines militares en esa Isla del Caribe.
Durante la invasión, las fuerzas de Estados Unidos sufrieron 54 víctimas mortales. Granada encajó la pérdida de 45 militares y al menos 24 civiles. En cuanto a los cubanos se refiere, los caídos fueron 25.
(*) Periodista argentino. Ex redactor de AgePeBA. Actualmente, en la redacción en Bolivia de Correo del Alba, medio del que fue tomado este texto.