La concejala platense y candidata a diputada provincial por Unidad Ciudadana Florencia Saintout participó de la presentación de la colección Madres de Plaza de Mayo, de la editorial Edulp, junto a Ulises Gorini, Mercedes “Porota” de Meroño y Elsa Manzotti.
Florencia Saintout participó de la presentación de los tomos “La rebelión de las Madres” y “La otra lucha” de Ulises Gorini, editados por la editorial de la Universidad Nacional de La Plata (Edulp). En la Dardo Rocha del edificio de Presidencia de la UNLP, la concejala dijo que el autor es “platense y estos libros se consolidan como una lectura ineludible para los ciudadanos de La Plata que destacamos la historia de nuestra ciudad como una historia colmada de luchas”. En relación a la obra, afirmó que se trata de “un trabajo que le llevó 17 años construir, que tiene documentos que muchos de nosotros vamos a ver por primera vez y que también cuenta con el relato de las Madres; todo lo recupera para ponerlo en juego para el presente y para adelante”.
La candidata a diputada provincial dijo también de Gorini que “es un historiador de las Madres; por lo tanto, es un historiador del pueblo. […] Necesitamos de estos historiadores que como intelectuales del pueblo forman parte de su historia viva, y no de la historia del llanto”. Sobre la lucha llevada adelante durante más de 40 años por Madres de Plaza de Mayo, Saintout recordó que se “enfrentaban a la iglesia, a los medios de comunicación e, inclusive a las propias Fuerzas Armadas”. En relación a la participación de los medios hegemónicos de comunicación y de las construcciones que realizaban sobre los secuestros, torturas y asesinatos durante el período dictatorial y el rol que asumen en la actualidad, afirmó: “En La Plata hay 56 mil nuevos pobres, que nadie diga dentro de unos años que no se sabía”.
Finalmente, Saintout resaltó que “las Madres nunca han sido un movimiento de víctimas, sino de luchadoras” y agregó “Ese coraje que tienen estas mujeres, que Hebe ha dicho muchas veces que surge porque cuando se pierde a un hijo ya no queda más por perder; también parte de la reivindicación del carácter revolucionario de los hijos; porque estas madres siempre dicen que han sido paridas por sus hijos”. En esta línea habló de la “convicción de la hazaña colectiva” y destacó que “las Madres siempre están juntas y hay algo muy femenino en éso. Nos habían condenado a quedarnos a la cocina y ellas, desde ese lugar, lo resignifican y hacen de la maternidad una lucha colectiva. […] Poder comunicar el horror y la capacidad de lucha ante el horror, creo que es la enseñanza más profunda de nuestras queridas Madres”.
La vicepresidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Mercedes “Porota” de Meroño, celebró la escritura de estos libros y dijo: “Es bueno que los pueblos escriban sus historias. Nosotras no éramos tan valientes y sabiondas, sino que queríamos a nuestros hijos. Aprendimos a ser mejores personas gracias a ellos”. En relación a esto último, recordó una frase dicha por su hija y por sus compañeros de militancia “‘Dar no es dar lo que te sobra, es compartir lo que tenés’ éso nos enseñaron ellos: ¿Cómo no vamos a luchar por personas con esos sentimientos?”. Además, comentó que marchan en sentido contrario a las agujas del reloj porque van contra la muerte y porque son “luchadoras por la vida”. “Con mucho orgullo reivindicamos a nuestros hijos como revolucionarios y nos hicimos revolucionarias. Tenemos la esperanza de que todo esto va a cambiar”, dijo en relación a las políticas llevadas adelante por el gobierno actual.
Ulises Gorini celebró la “respuesta popular en el caso de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, porque en esa historia se pone en práctica el significado y el legado de la lucha de las Madres de Plaza de Mayo”. Sin embargo también habló de la importancia de generar un repudio masivo a temas como el “crecimiento exponencial de la deuda externa que estamos viviendo” y a otras violaciones a los derechos humanos. Además, recordó hechos históricos que forman parte del relato de su obra, entre los que se destaca la desaparición de las Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor de De Vincenti, Esther Ballestrino de Careaga y María Ponce de Bianco, encabezada por el genocida Alfredo Astiz. Sobre este hecho señaló la existencia de una “subestimación del rol de la mujer como una garantía” y que los represores se equivocaron al creer que las Madres de Plaza de Mayo representaban “un modelo de mujer que no iba a poner en cuestión a la dictadura porque no tenían experiencia ni capacidad”. Sobre el cierre, el autor destacó que “no sólo enfrentaron a la dictadura cívico militar, sino también a los partidos políticos y a los movimientos sindicales que fueron cómplices […] Somos hijos de las Madres de Plaza de Mayo”.