“Acaso las viejas saben…y acaso, también, pudiera con otra pieza de hierro sacarte de mi madera”, escribió en Clavo, uno de los poemas de este histórico periodista de la TV pública y militante peronista que forman parte del libro Pieles, de reciente aparición y que Magirena publicó en coautoría con Liliana Belloli. Por dónde entrarle es complicado: ¿desde sus intervenciones profesionales; desde su participación activa en cuanto debate o práctica pública surja, y en defensa de los desposeídos; de su voz y armónica en la banda La Bluseca? Varios modelos para armar.
Por eso resulta difícil ponerle rúbrica. Es probable que, como se le atribuye haber dicho al “Mono” Gatica, los otros sufrientes se le entrometieron temprano y con aullidos en su vida, porque Magirena nunca se metió en política, siempre fue peronista, como un texto de Leopoldo Marechal, una tela de Daniel Santoro, un película de ese genio que se llamó Leonardo, y Favio con V corta, de quien sigue sonando un brevísimo texto, parte de una carta allá por los ’80 y algo: “Esa tristeza se me ha instalado hace años. Nosotros conocimos el paraíso, conocimos ‘el bien y el mal’. Un privilegio que no había tenido ningún pueblo. Y que nos fue arrebatado. Para peor cuando creímos reencontrarnos con él, fue sólo una parodia de lo que fue y comenzó la tragedia…”.
Nos llegó a la redacción el último libro de Magirena y su compañera de letras, y el último disco de La Blusera (Marcelo Estévez en guitarra, voz y dirección musical), José Luis González (bajo y voz), Omar Gaitán (batería) y el propio Magirena (armónica y voz). No podíamos dejar de escribir lo que escribimos. ¡Ah! ¡Sobre todo es una gran tipo!