Durante marzo pasdo, el gobierno argentino dio una serie de pasos importantes en el sometimiento de la economía nacional a los dictados de Gran Bretaña. Incluyeron dos cumbres organizadas por la Banca Rothschild: la primera en Buenos Aires y la segunda en Londres. El siguiente artículo, publicado en abril de este año por KontraInfo, da cuenta del volumen del saqueo planificado, y apoyado por el gobierno de Mauricio Macri.
Primero fue la cumbre del 8 de marzo en Buenos Aires, organizada por el periódico The Economist (propiedad de la Banca Rothschild), la “Argentina Summit 2017” realizada en el Alvear Palace Hotel. Los dos temas más importantes de este encuentro fueron la explotación de Vaca Muerta en Neuquén y el litio en Salta y Jujuy. Ya en enero de 2016 The Economist había posado su mirada en el recurso del litio en la región, “un metal cada vez más precioso”.
El encuentro contó con el auspicio del gobierno nacional, Monsanto, Siemens, Corporación América (Eurnekián), Grupo Insud (Hugo Sigman), La Nación, Clarín, la Cámara de Comercio Argentino-Británica y la American Chamber of Commerce in Argentina (AmCham Argentina).
La envergadura del encuentro la marcan sus asistentes. Entre otros participaron: María Eugenia Vidal (la promesa de sustentabilidad del proyecto PRO), Juan José Aranguren (el delegado de Shell en el gobierno), Noriteru Fukushima, embajador de Japón en la Argentina, el director del Banco Mundial para el Cono Sur, Jesko Hentschel y la plana mayor del gobierno: Marcos Peña, Nicolás Dujovne, Susana Malcorra. Por el empresariado participaron, entre otros: el miembro del elitista Council of the Americas, Gustavo Grobocopatel; el presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere; el ex presidente de Chile, Sebastián Piñera e Israel Gloger, representante de los laboratorios británicos Glaxo.
The Economist presentó el encuentro afirmando que “La Argentina envió una señal de que el país está de vuelta en la escena global y abierta para los negocios”, pero alerta: “la inflación sigue siendo excesivamente alta, el déficit fiscal del país es grande y su panorama político está fragmentado“. Este problema de la “fragmentación política” volvería a tratarse en Londres y no es un tema menor, ya que hace a la sustantabilidad o no del proyecto que ofrece Macri de total despojo de los recursos argentinos por parte de las corporaciones británicas.
Ya el 23 de febrero de 2017, Aranguren había logrado que Shell (propiedad de las coronas de Gran Bretaña y Holanda) se quedara con un área de explotación de Vaca Muerta de 204 kilómetros cuadrados, conocida como Bajada de Añelo. Shell invertirá en ese sitio, de acuerdo al convenio, unos U$S 300 millones de dólares. La concesión más importante desde que en agosto de 2015 el gobierno de la Provincia de Neuquén le concedió los yacimientos de Sierras Blancas y Cruz de Lorena, que tienen una extensión de 325 kilómetros.
Para ello se usará como pantalla a YPF que solo aportará el 2,4% de la inversión. Esta concesión deja chica a la anterior entregada por Aranguren a Shell en julio de 2016, en la zona de Coirón Amargo, también en Vaca Muerta.
Litio, el “petróleo blanco”: Convenida ya la entrega del petróleo y el gas de una parte importante de Vaca Muerta a las coronas inglesa y holandesa a través de Shell, ahora los proyectos apuntan a la entrega del litio, el “petróleo blanco”, el mineral que multiplicó exponencialmente su precio en los últimos años por ser el elemento esencial para acumular energía: forma parte de las baterías de computadoras, celulares y autos eléctricos. Y Argentina tiene uno de los mayores yacimientos del mundo (con unas 850 millones de toneladas métricas, más del 60% mundial, con Bolivia el porcentaje se eleva al 96%).
La tonelada de litio tenía un precio de 1.670 euros en 1998, mientras que para 2017 alcanza hasta 8.600 euros. Basta multiplicar las 850 millones de toneladas por los 1670 euros por tonelada para comprender la dimensión económica de este yacimiento.
El uso del litio en las baterías de los autos híbridos y eléctricos comenzó hace ya unos años y la japonesa Toyota es una de las principales interesadas, eso explica la presencia destacada del embajador japonés en la Argentina, Noriteru Fukushima, en la reunión del 8 de marzo organizada por The Economist.
El consumo en la última década de este mineral se multiplicó por 10. Muchos relacionan la destrucción de la organización Tupac Amaru y la prisión de su líder, Milagro Sala, con la necesidad de asegurar el saqueo de esta región en los próximos años.
La importancia del litio para el gobernador Gerardo Morales es de primer orden. Ya en noviembre de 2016 realizó el III Congreso Internacional del Litio (por primera vez en la Argentina).
La cumbre en Londres: En la segunda quincena de marzo, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el secretario de Minería, Daniel Meilan, viajaron a Londres para iniciar las tratativas de la entrega del litio. Para el 20 de marzo, Clarín titulaba: “Litio, oro y plata, las estrellas de un road show de inversiones en Londres”, e informaba que Dujovne y Meilan se habían reunido con “empresarios mineros y banqueros”.
Estos misteriosos banqueros inversores, según Clarín, no quisieron “ser identificados”, pero se mostraron preocupados por “el mediano y largo plazo en el país (…) si vuelve el kirchnerismo y reedita el cepo o prohíbe el envío de ganancias al exterior o tener que vender apresuradamente en un mal negocio, como le pasó a la multinacional Río Tinto”.
El que explicó esto habría sido Ken Haddow, representante de la minera transnacional Rio Tinto, segunda compañía minera mundial por capitalización bursátil y líder mundial en la extracción de carbón, diamantes y varios metales, entre ellos: aluminio, oro, plata, hierro, cobre, dióxido de titanio y uranio. Rio Tinto tiene sus bases en Gran Bretaña, Australia y Canadá. Fue fundada en 1873 y es propiedad de la Banca Rothschild.
Río Tinto / Rothschild había planeado instalarse en la Argentina en 2007 e invertir U$S 735 para el proyecto de minería de potasio por 40 años en Mendoza en las nacientes del Río Colorado, conocido popularmente como “Potasio Río Colorado”. La idea era exportarlo a Brasil como fertilizante para los campos de soja, a través del puerto de Bahía Blanca. El representante en aquel momento había sido precisamente Ken Haddow. El problema para que no se concretara la obra no habría sido “el kirchnerismo” sino la oposición popular a la misma, dado el probable daño ambiental al Río Colorado ocasionado por las dimensiones que tendría la actividad minera y la posibilidad de contaminar el río con potasio. Finalmente, y tras la crisis global de 2008, Río Tinto terminó vendiendo el proyecto a la minera brasileña Vale.
Rio Tinto también se fue de la Argentina en 2012, cuando vendió a Orocobre LTD la mina Tincalayu de borato, en la provincia de Salta, la de mayor extracción de borato de América del Sur.
Parece que con el nuevo gobierno argentino, agasajado por The Economist, la Banca Rothschild y su minera Río Tinto quieren una revancha en la posibilidad de agrandar sus negocios y saquear los recursos del país.
El 23 de marzo de 2017, tres días después de la cumbre en Londres, el gobierno nacional anunció que Orocobre invertirá U$S 160 millones en la extracción de litio y que la canadiense Enirgi Group Corporation invertirá U$S 720 millones en la extracción del mismo mineral en Salar del Rincón, Salta, para procesar 50.000 toneladas por año.
Según sus balances, el principal accionista de Orocobre es el banco británico HSBC y llamativamente parece una empresa constituida ad-hoc para la Argentina. No extraña la presencia del HSBC detrás de muchas de estas corporaciones ya que es un banco históricamente ligado a la corona británica y a la banca Rothschild (una relación que siempre se buscó ocultar, pero que en 2015 terminó saliendo a la luz cuando el HSBC tuvo que plantear una serie de reestructuraciones).
La corporación minera estrella de Jujuy, en Salinas Grandes, parece ser Dajin Resources Corp, de la que llamativamente muy poco se conoce, salvo que es socia de Enirgi Group y que ha recibido una concesión de nada menos que 93.000 hectáreas. Enirgi Group también es dueña de la minera ADY Resources que tiene la concesión de Salar del Rincón en Salta.
El 8 de marzo, el mismo día de la cumbre de The Economist en Buenos Aires, la minera canadiense Dajin Resource anunció la firma del acuerdo para operar las 90.000 hectáreas de las Salinas Grandes para explotar litio.
El presidente de Enirgi Group es Peter Cassidy, fundador de The Sentient Group, un fondo de inversión de las Islas Caymán. Dentro del directorio de Enirgi se encuentra también Henry Crumpton, oficial de operaciones clandestinas de la CIA desde 1981, de acuerdo a su propio curriculum.
El CEO es William Richardson, quien fue recibido por Mauricio Macri el 13 de septiembre de 2016 en una reunión de la que también participó Eduardo Elsztain, miembro del Council of the Americas , ex socio de George Soros, siempre beneficiado por los negocios del PRO en la ciudad de Buenos Aires y cercano a los intereses de la Banca Rotshchild (entre otras relaciones, es el segundo jerárquico del Barón David de Rothschild en la dirección del World Jewish Congress, la institución sionista que defiende a nivel mundial los intereses del Estado de Israel), dueño de las empresas mineras Austral Gold y Argentex, propietario de 1.000.000 de hectáreas a través de Cresud y de gran parte de los shoppings en Buenos Aires a través de IRSA (ver nuestro informe acá: http://kontrainfo.com/?p=1099 )
Esto ocurrió en el marco del Foro de Inversión y Negocios organizado por Macri (popularmente conocido como “Mini Davos”), en el que los capitales británicos tuvieron un lugar preponderante, con la presencia de, entre otros: Bob Dudley, presidente ejecutivo de British Petroleum Group; Miguel Kozuszok, presidente para América Latina de Unilever y Fiona Mackie, manager regional para América Latina y el Caribe de The Economist.
En ese contexto la minera Pan American Silver recibió la promesa de poder explotar la concesión de Proyecto Navidad en la Provincia de Chubut, una de las reservas de plata más grandes del mundo, pero que no está en actividad ya que desde 2003 una ley provincial prohíbe la minería a cielo abierto y el uso de cianuro para la extracción.
Su CEO, Michael Steinmann, fue durante años el representante de Glencore Xstrata para América Latina (la multinacional británica también propiedad de la banca Rothschild que maneja el 50% del mercado mundial del cobre). Su presidente, Ross Beaty, no se privó de alabar a Macri y culpar al kirchnerismo en una entrevista publicada el 26 de marzo por La Nación: “Los años de Cristina Kirchner se volvieron completamente hostiles (…) Las retenciones son el peor impuesto (…) El sector minero no se desarrolló por culpa de las políticas del gobierno anterior”. Parece que un mísero 5% de retenciones es mucho para la insaciabilidad de estos saqueadores. De hecho afirmó: “Todavía la presión laboral es alta”. O sea: quieren seguir bajando los salarios.
La inmensa mayoría de las corporaciones mineras mundiales figuran como “canadienses”, sin embargo, de acuerdo al especialista William Sacher, esto solo muestra que han decidido radicar en Canadá sus casas matrices, debido a que el Estado canadiense ha decidido conceder una enorme cantidad de ventajas fiscales, jurídicas y financieras. La mayoría, en realidad, son capitales británicos o norteamericanos, con sede formal en Canada.
La otra corporación minera internacional interesada en el litio argentino es Lithium Americas, que se ha asociado con la argentina Exar, la chilena SQM y la china Ganfeng.
En los papeles, Lithium Americas aparece como una empresa “canadiense”. Sin embargo sus principales accionistas son: el banco británico HSBC y el fondo de inversión Blackrock (una emanación del fondo Blackstone, también ligado a la banca Rotshchild). El CEO de Lithium Americas Corp, Tom Hodgson, fue una de las estrellas invitadas al “Mini Davos” de Macri en septiembre de 2016.
En su visita a Buenos Aires, Hodgson informó que comenzará las actividades mineras en 2019 y dimensionó la importancia del litio en la Argentina: “Tenemos un proyecto en Nevada, los Estados Unidos, que es el más grande, pero que quedará chico comparado con los otros proyectos en América latina. El proyecto de la Argentina es el número uno en términos de tamaño y toneladas. Hay una tendencia hacia los autos eléctricos, y la mayor demanda de estos coches vendrá de China. Estamos hablando de abastecer, tal vez, a 10 millones de vehículos al año“.
La socia de Lithium, SQM (Sociedad Química y Minera de Chile), es propiedad del chileno Julio Ponce, ex yerno de Augusto Pinochet y controlante de la empresa a través de “Pampa Calichera” en la que su principal socio ha sido (en los papeles hasta 2008) Sebastián Piñera, el ex presidente de Chile y estrella invitada de la cumbre de The Economist en Buenos Aire.
El interés de Piñera en esta empresa quedó demostrado cuando en 2012 su gobierno favoreció fraudulentamente una licitación en favor de la misma, desatando un escándalo político.
Esta minera tiene en su directorio a ex funcionarios pinochetistas, incluyendo a quien fuera ministro de Hacienda de Augusto Pinochet, Hernán Büchi.
Australia: Mientras Dujovne realizaba la serie de reuniones en Londres, en simultáneo, Gabriela Michetti refrendaba muchos de los acuerdos en Australia, desde donde anunció “inversiones” por U$S 850 millones. ¿De qué empresas? Las mismas: Enirgi Group y Orocobre.
El grave problema ambiental: En todos estos acuerdos no hubo participación de las 33 comunidades originarias que viven en la región, que se enteraron por los medios de comunicación. Clemente Flores, vocero de una comunidad kolla, reiteró el rechazo a la minería y advirtió una escalada de acciones directas en defensa del territorio indígena.
“Tampoco contemplan los derechos de los pueblos indígenas. Según la legislación vigente (incluida la Constitución Nacional), los estados deben obtener el consentimiento, libre, previo e informado sobre cualquier acción que pudiera afectar los territorios indígenas. Nada de eso sucedió en Jujuy, donde la Mesa de Pueblos Originarios de Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc, que reúne a 33 comunidades, denunció la violación de los derechos, se movilizó frente al poder político y afirmó que no quieren minería en su territorio. La causa judicial tramita en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazara aplicar los derechos indígenas)”, afirmó el periodista ambiental Darío Aranda de Página 12.
“Por cada tonelada de litio extraída se evaporan alrededor de dos millones de litros de agua, clara evidencia de que la minería del litio en salares es una minería del agua. Existe una elevada posibilidad de que se esté favoreciendo la difusión de sales superficiales hacia acuíferos profundos de baja salinidad”, explica el Geólogo Fernando Días.
Rodrigo Solá, uno de los abogados que participan de la demanda, expresó: “Perforaron el acuífero. Y realizaron un doble mal. Contaminaron el acuífero de donde obtienen el agua, la cría de animales y las huertas. Y, para peor, el agua dulce que subió a esa parte del salar arruinó la sal, por lo cual no sirve para cortarla y luego vender.”
Rodolfo Tecchi, exdirector de la Agencia de Promoción Científica y Tecnología del Ministerio de Ciencia de la Nación de Argentina, opina que “No llegará el desarrollo a nivel local. Si lo único que queda de la explotación del litio son las regalías mineras y unos pocos puestos de trabajo, va a ser preferible preservar los salares para alguna otra actividad futura”.
Según la doctora en Ciencia Política y asesora de la Secretaría General de UNASUR, Mónica Bruckmann, “se estima que el litio inicia su ciclo en el año 2006 y tendrá un horizonte de uso intensivo hasta los años 2035 – 2045”. O sea que, en apenas dos o tres décadas se agotará el potencial económico de este recurso estratégico. “La disputa global por el litio, debido al crecimiento abrupto y sustentado de su demanda” creará “nuevas tensiones en la región andina de América del Sur (…) los intereses en juego son colosales”.
Con Macri la Argentina está lista para ser rematada y entregada. Gran Bretaña vuelve a recuperar el terreno de potencia colonial que supo tener y se friega las manos con sus nuevas adquisiciones.
Recordemos que una de las primeras medidas económicas de Mauricio Macri, allá por febrero de 2016, fue eliminar las retenciones a las exportaciones mineras, que ya de por sí eran bajas (del 5%). Ahora podrán llevarse todo y no dejar nada, solo contaminación.