Lo hizo ante el juez federal de Esquel, Guido Otranto. El testigo relató que el 1 de agosto los gendarmes irrumpieron a los balazos en la comunidad Pu Lof en Resistencia de Cushamen y que vio cómo golpeaban a Santiago Maldonado, a quien reconoció por una “campera celeste y negra” que le había prestado ese mismo día. “Lo introducen dentro de la camioneta y esa camioneta sale rumbo a Esquel”, detalló.
Integrantes de la comunidad mapuche de Cushamen, Chubut, declararon esta mañana en la causa por la desaparición forzada de Santiago Maldonado y ratificaron que el joven de 28 años fue secuestrado por la Gendarmería. Sus testimonios ya habían sido tomados por la Procuraduría contra la Violencia Institucional (Procuvin), pero para el juez federal de Esquel, Guido Otranto, esas declaraciones no tenían validez.
Uno de los testigos, Matías Santana, repitió en una rueda de prensa su testimonio luego de presentarse de manera espontánea ante el magistrado, ya que no habían sido citados judicialmente.
El joven mapuche relató que, en medio del corte parcial de la ruta 40 en reclamo de la libertad del lonko Facundo Jones Huala, el 1 de agosto “las fuerzas represivas inician la represión hacia los integrantes de nuestra comunidad”.
“Empieza a las 4.30 de la madrugada, luego se extiende para las 6.30 y así sucesivamente durante toda la mañana, hasta que logran el desalojo de la ruta y la entrada al Lof con una balacera”, sostuvo y agregó que eso los hizo “replegar de forma rápida, desesperante, hacia el río”.
En ese momento, Matías se montó a un caballo y subió a un cerro del otro lado del río. Desde allí pudo ver que tres efectivos de Gendarmería golpeaban a alguien que tenía puesta una “campera celeste y negra”, la misma que le había prestado horas antes a Santiago.
“Me lanzo de vuelta cuesta abajo, cruzo el río, y ahí con unos binoculares logro observar que sale un unimog muy rápido hacia la ruta 40. Estaciona una camionta blanca perteneciente a Gendarmería, hacen una pantalla, descienden el mismo bulto que yo vi que estaban golpeando, lo introducen dentro de la camioneta y esa camioneta sale rumbo a Esquel. Cuando nos juntamos todos los que habíamos sufrido la represión, nos damos cuenta que el único compañero que faltaba era él (por Santiago). Yo lo vi con mi campera y lo estaban golpeando, por lo tanto es una cuestión de lógica nomás”, sostuvo y subrayó: “Se lo llevan en una camioneta que decía ‘Gendarmería’”.
Matías también detalló que Santiago había alcanzado “a meterse en el río, pero después se vuelve porque era impresionante la balacera de las fuerzas de inseguridad”.
Según el joven mapuche, los gendarmes disparaban con escopetas y pistolas 9 milímetros, mientras gritaban “indios de mierda los vamos a cazar”.
Para el testigo, tanto la fiscal Silvina Ávila como el juez Otranto, “no tienen ganas de esclarecer este tema” y les pidió que “vayan a buscar a los que realmente tienen que buscar”, señalando a la Gendarmería y a Pablo Noceti, el jefe de Gabinete de la ministra Patricia Bullrich, que comandó el operativo represivo en la comunidad mapuche de Cushamen.
Noceti no “estaba de paso” en el lugar el día que desapareció Santiago Maldonado, como sostiene la ministra de Seguridad de la Nación, sino que daba órdenes en Chubut desde el año pasado, cuando asistió encubierto a la audiencia judicial en la que se prorrogó la prisión preventiva de Jones Huala.
Según trascendió este martes, el 26 de julio de 2016, el funcionario de Bullrich afirmaba a Radio Nacional Esquel que le “preocupaban” los “acontecimiento de violencia”.
“Estamos viendo qué está pasando y qué medidas pudieran ser necesarias tomar como Ministerio de Seguridad de la Nación”, reconocía Noceti y agregaba que “en la medida en que haya delitos federales por investigar, tendríamos que intervenir”.