La deuda emitida en los últimos 20 meses superó los 100 mil millones de dólares y el pago de intereses le demandará al sector público 9 mil millones de dólares este año. Este último dato representa una suba de 35 por ciento respecto de 2016 y de 90 por ciento con relación a 2015, según una investigación especial de la UMET a la que accedió este diario. Desde que asumió el gobierno de Mauricio Macri, se fugaron por ahorro 19.653 millones de dólares. La cifra representa el 40 por ciento de las reservas del Banco Central y equivale a unos 4 puntos del PIB.
La UMET advierte que el gasto público destinado a cancelar deudas representa una porción cada vez mayor del presupuesto y reduce el margen del Gobierno para ejecutar inversiones sociales y de promoción a sectores productivos. El vencimiento de intereses de 2017 equivale al 7 por ciento de los gastos estatales, cuando en 2015 era menos de la mitad (3 por ciento). Los recursos destinados a pagar la deuda ya son 352 por ciento más elevados respecto de los desembolsados para promoción y asistencia social, un 421 por ciento más que los de vivienda y urbanismo, un 80 por ciento más que los de salud y un 23 por ciento más que los de subsidios al transporte.
El Observatorio de la Deuda Externa de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) hace un seguimiento detallado de las emisiones del Tesoro, de las provincias, de las empresas del sector privado y de los municipios. En 2017 la emisión de nueva deuda de todos estos sectores sumó en torno a los 35.000 millones de dólares y acumuló 100.082 millones desde que comenzó la gestión de Mauricio Macri. La cifra representa 20 por ciento del PIB. Estos nuevos pasivos generaron una elevada presión financiera para el sector público, al incrementar la carga de intereses, que en una parte importante vencen en el corto plazo y deben renovarse. El documento detalla que en 2017 el Tesoro deberá cancelar intereses por 8465 millones de dólares y las provincias otros 905 millones.
“Al promedio de 4,5 mil millones de dólares pagados en intereses durante los años previos a 2015, en este ciclo los pagos se duplicaron y superaron los 9000 millones de dólares”, mencionó Nicolás Trotta, rector de la UMET, según consignó este martes el diario Página 12.
“Si consideramos los valores extraordinarios de estas erogaciones, el valor comparativamente permitiría multiplicar con creces el presupuesto total de ciencia; o pagar 1.600.000 nuevas jubilaciones de 7500 pesos; o en su defecto duplicar los haberes mínimos de los actuales perceptores. Otro destino: incrementar al doble el salario social complementario (hoy de 4030 pesos) para más de 1.500.000 titulares o, en forma combinada, pagar buena parte del Programa de Emergencia Alimentaria si se aprobara el proyecto de ley impulsado en el Congreso Nacional”, añadió para el mismo medio.
En el documento se precisó que el pago de deudas ya equivale a gran parte de la recaudación. “La exuberancia de la política financiera del Gobierno se lleva dos terceras partes de la recaudación mensual de las cuentas públicas”, apuntó. Mencionó que “esta canalización de recursos al creciente pago de los vencimientos de la deuda reduce las erogaciones hacia áreas más sensibles y urgentes. No puede pasarse por alto que el desembolso destinado a acreedores externos e internos es equivalente, por caso, a atender la totalidad del gasto social alimentario adicional reclamado por las organizaciones sociales, el cual se reclama por los resultados nefastos en materia de empleo, cierre de fábricas y de actividad de las reformas estructurales iniciadas a partir de finales de 2015”. El informe indica que no sólo se están dejando de girar recursos a la protección social sino que no se está avanzando en obras de infraestructura estratégicas para incrementar la competitividad de la economía. “Son muchos recursos que podrían estar destinándose a la ampliación de obras energéticas paralizadas en 2017”.
Página 12 también señala: El director del Observatorio de la Deuda, Arnaldo Bocco, planteó algunas tensiones claves sobre el papel de la deuda para sostener el desorden de las cuentas públicas y macroeconómicas. “En un contexto de marcado deterioro de los equilibrios financieros y fiscales, la economía avanza en el segundo semestre con señales inestables y negativas en el escenario fiscal y en el sector externo. En ambos frentes el déficit presiona sobre el Estado para cubrirlos con mayor emisión de deuda externa. Se espera además un incremento en el endeudamiento en 2018, vista la marcada crisis que produce el saldo negativo de la cuenta corriente”. Detalló que el Gobierno generó una importante reducción de ingresos fiscales por la eliminación de las retenciones y la caída de la recaudación. “El Gobierno hizo de la colocación de deuda externa su principal mecanismo para financiarse”, mencionó.
El documento de la UMET alerta sobre el círculo vicioso del endeudamiento externo para los próximos años y destaca que en 2018 los recursos destinados a cubrir necesidades del frente externo, entre las que se subrayan el pago de deuda y la fuga de capitales (ver aparte), irán en aumento. “El piso de las necesidades del frente externo no será menor a 35.000 millones de dólares en 2018, lo que representa un 6,5 por ciento del PIB”, detalló. Agregó que “volcar estos recursos a la inversión significaría darle un insumo fundamental a la readecuación del aparato industrial y productivo, un proceso necesario para la impostergable modernización del sector manufacturero, clave para el funcionamiento del mercado interno, el consumo y el empleo y base de la organización económica nacional”, cerró.
El diario citado sostiene además que “el endeudamiento no es la única tensión financiera que atraviesa la Argentina. La fuga de capitales es otro de los principales problemas estructurales de la economía local. El documento del Observatorio de la Deuda Externo de la UMET detalló que en los primeros seis meses de este año se fugaron 7678 millones de dólares por ahorro del sector privado, 28 por ciento más que en 2016 y 152 por ciento por arriba de 2015. El proceso limita los recursos del país para inversiones productivas, consumo y producción. Desde que asumió el Gobierno de Macri, se fugaron por ahorro 19.653 millones de dólares. La cifra representa el 40 por ciento de las reservas del Banco Central y equivale a unos 4 puntos del PIB”.
Las cifras de fuga resultan aún más alarmantes cuando se las registra en forma bruta, es decir sin hacer el neto de los capitales que llegaron del extranjero. “Cuando se analizan los montos que corresponden únicamente a los egresos brutos de formación de activos externos del sector privado, se observa que entre enero y junio de 2017 egresaron 20.526 millones de dólares, 78 por ciento más que en igual período de 2016 y 326 por ciento más que en 2015”, indicó el documento de la UMET. Precisó que “si se suman los 28.554 millones de dólares egresados en 2016, el total de fuga bruta en la gestión Cambiemos asciende a 51.309 millones”. Puesto de otro modo: el sector privado compró la mitad de los 100.082 millones de dólares que emitió el país en nueva deuda con acreedores externos e internos. Esto equivale a decir que la deuda está financiando la fuga.
El ahorro del sector privado en divisas no fue el único motivo de salida de capitales de la economía. Las multinacionales aumentaron fuerte sus giros de dividendos. “La salida por utilidades, dividendos y otras rentas en los primeros seis meses de 2017 ascendió a 984 millones de dólares, 823 por ciento más en relación al mismo período de 2015. El giro de divisas total desde el comienzo de la nueva gestión alcanzó los 4146 millones”, indicó. A su vez, en concepto de turismo se estimó que la salida de capitales ascendió a 4666 millones entre enero y junio de 2017, al incrementarse un 38 por ciento respecto de igual período de 2016 y un 52 por ciento en relación con 2015. Desde que asumió Macri se fueron por la cuenta turismo unos 11.983 millones de dólares.
El resultado final de sumar fuga por ahorro, giro de utilidades y turismo indica que en lo que va del 2017 la economía perdió unos 13.327 millones de dólares este año y acumuló unos 35.782 millones desde diciembre de 2015. En el documento de la UMET se precisó que otro renglón de fuga relevante fue el pago de intereses de la deuda a acreedores externos. Estas cifras sumaron unos 3704 millones de dólares este año y alcanzaron los 17.348 millones en el acumulado de los últimos 20 meses. Al sumar este renglón a la salida total de divisas, se registró una salida de 17.031 millones de dólares en los primeros seis meses y de 53.150 millones desde que comenzó la gestión Macri.