Desde Plaza de Mayo y otros puntos del país, los familiares de las victimas exigieron “¡Ni un pibe ni una piba menos! ¡Ni una bala más!”. También reclamaron por Santiago Maldonado, Julio López y las mujeres desaparecidas en manos de las redes de trata. Fuerte repudio a Hernán Lombardi por amenazar a la mamá de un joven asesinado en San Martín.
“A nosotros nos arrebataron un pedazo de nuestro corazón y aun así estamos acá de pie, luchando para que no haya un solo pibe más asesinado por las fuerzas represivas, para que no haya otro pibe con una causa armada, otro pibe asesinado en una comisaría o en un penal, para que nos dejen de basurear cuando vamos a los estrados judiciales, donde nos tratan como si fuéramos mierda. Hoy estamos acá para demostrarles que organizados y unidos vamos a vencer, que vamos a salir adelante y a cambiar de fondo este sistema opresor capitalista que es el que nos mata a los pibes”.
Con estas palabras, Emilia Vassallo, mamá de Pablo Alcorta, abrió el acto en Plaza de Mayo tras una multitudinaria movilización desde el Congreso bajo las consignas “¡Ni un pibe ni una piba menos! ¡Ni una bala más!”.
Durante la Tercera Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil se denunciaron más de 5.000 casos desde 1983 a la fecha. “Hoy nos matan un pibe cada 25 horas. Si no nos organizamos, la impunidad que les garantizan a los asesinos desde el poder político, los jueces y fiscales y los grandes medios de comunicación, va a ser aún mayor”, resaltaron organizaciones como la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) y exigieron “justicia para todos los pibes asesinados por la policía”.
Uno de los testimonios más desgarradores fue el de Vanesa Franco, mamá de Hugo Arce y amiga de Carlos Vázquez, dos adolescentes asesinados el 5 de septiembre de 2011 en Avellaneda.
“Adrián Bobadilla no solamente mató a dos chicos, mató a mi papá, mató a mi hermano y mató a mi otro hermano. Tengo toda la familia muerta y ese hijo de puta encima ahora es comisario”, dijo Franco sin poder contener el llanto.
Por su parte, Graciela Cardozo, mamá de Ezequiel Palacios (21), asesinado hace ocho años en la Comisaría 2da de Villa Ballester, partido de San Martín, denunció aprietes y amenazas por parte del titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos.
“En mi trabajo me están apretando por el Facebook que tengo por justicia para mi hijo y todos los pibes. Yo trabajo en Tecnópolis y el señor Hernán Lombardi me amenazó que si yo no cerraba mi Facebook me iba a dejar sin trabajo”, señaló la mujer en medio de un repudio masivo contra el funcionario macrista.
Los familiares estuvieron acompañados por Nora Cortiña, de Madres-Línea Fundadora; Mónica Alegre y Vanesa Orieta, madre y hermana de Luciano Arruga; Alberto Santillán, padre de Darío Santillán; entre otros.
“Las muertes de nuestros pibes no son descartables, no tienen crueles matices. Cada violación de sus derechos fundamentales, cada muerte en manos de fuerzas de inseguridad, cada tortura aplicada a los cuerpos de nuestros pibes y pibas, cada desaparición forzada, es responsabilidad del Estado; de cada Gobierno constitucional de la era ‘democrática'», señaló Vanesa Orieta, hermana de Luciano Arrugas, y recordó que “Mauricio Macri nos tiene que explicar dónde está Santiago Maldonado”.
En el acto realizado en Plaza de Mayo, como en otros puntos del país, también se reclamó por la aparición de Julio López y de las mujeres secuestradas por las redes de trata.