Que nos disculpe el genio único del barroco, porque citar su nombre en semejante título está al borde de la ofensa. Pero si no se le pone algo de humor blanco al asunto – y decimos blanco porque basta de tanto racismo encubierto con el chiste, y gracias Herr Freud – , el asunto nos llevará puestos, y a secas. La adquisición de divisas se disparó hasta 3 mil millones de dólares en julio y a 18 mil en el año, con récord de compradores. En tanto, los bancos aumentaron 3,7 por ciento la rentabilidad en dólares. El avance de la rentabilidad del sistema financiero no se basa en las actividades tradicionales de intermediación, sino en las colocaciones especulativas habilitadas por el BCRA. En siete meses embolsaron 75 mil millones de pesos.
“Más que la confianza, se dispara la fuga. La salida de divisas avanza a pasos acelerados y se ubica en los niveles más altos en veinte años. La remisión de utilidades por parte de empresas multinacionales superó el ingreso de dólares para inversión productiva”, apunta el colega Federico Kucher en el diario Página 12 de este miércoles.
Y sigue: En julio se duplicó la fuga de divisas por ahorro respecto del año pasado, mientras que en siete meses pasó de 10 mil millones a 18 mil millones. Un millón de individuos compraron 3 mil millones de dólares para refugiarse de la inestabilidad cambiaria. Fueron 200 mil personas más respecto de junio, el mayor número desde enero de 2016. Los datos se publicaron ayer en el balance cambiario del Banco Central y explicaron las presiones que llevaron el tipo de cambio de 15 a 18 pesos en pocas semanas.
En el documento se registraron las principales tensiones del sector externo que atraviesa la economía. El giro de utilidades de las multinacionales superó la cantidad de dólares que llegaron al país para inversiones productivas, en tanto que subió el déficit entre las exportaciones e importaciones de los principales rubros de la industria. Las reservas internacionales cayeron unos mil millones de dólares el mes pasado.
“La fuga de capitales avanza a pasos acelerados y se ubica en los niveles más elevados de los últimos 20 años. La compra de dólares billetes sumó 3005 millones de dólares en julio y acumuló 17.906 millones en el año. Las compras en julio del año pasado habían sido de 1414 millones de dólares y de 9656 millones en los primeros siete meses. Esto implica que en 2017 se duplicó la fuga por ahorro (formación bruta de activos externos). En la lista de los meses con más compras de dólares de la última década, julio se ubicó cuarto. Lo superaron enero de 2017 y septiembre y octubre de 2011. La compras netas de moneda extranjera de los privados (billetes y divisas), es decir descontado las ventas de dólares que hizo el sector, se ubicaron el mes pasado en 2474 millones, una cifra 66 por ciento más elevada respecto de la registrada en julio de 2016. En siete meses la cifra trepa a 10.152 millones, 36 por ciento más que el acumulado del año pasado. En lo que refiere al volumen total de operaciones del mercado cambiario, en el cual no sólo se anota la adquisición de divisas para ahorro sino las compras para turismo e importaciones, entre otras transacciones, se alcanzaron los 42.282 millones de dólares. Se trata de un incremento del 40 por ciento respecto de 2016 e implica que se movieron en el mercado unos 2 mil millones de dólares por día en promedio. “El volumen operado registró su nuevo pico histórico”, reconoció el informe del Central”, añade Página 12.
El organismo a cargo de Federico Sturzenegger precisó que la cantidad de individuos que compraron dólares sumó 938.485 clientes, la mayor desde enero pasado. “Representó un incremento de 200.000 clientes en relación con lo observado en junio”, detalló. El 75 por ciento de los 3 mil millones de dólares fugados en julio lo compraron individuos que realizaron operaciones por más de 5 millones de dólares. Esto muestra la capacidad de los grandes inversores de decidir qué ocurre con el dólar y las debilidades de la autoridad monetaria para controlar la divisa, luego de haber avanzado en medidas de desregulación irrestricta. Hasta mediados del año pasado no se podía comprar más de 2 millones de dólares al mes, tope que se eliminó y permite ahora adquirir moneda extranjera sin montos máximos.
La fuga de capitales por ahorro es uno de los principales problemas estructurales que afronta la economía pero no es el único. La pérdida de divisas por el giro de utilidades de las multinacionales se convirtió en una de las tensiones relevantes del frente externo. Las empresas extranjeras enviaron en julio 238 millones de dólares a sus casas matrices. El 61 por ciento de ese total se explicó por el giro de ganancias de los bancos, uno de los sectores más rentables de los últimos 20 meses. Otro de los datos relevantes de la banca es que alcanzó un stock de dólares propios superior a los 3000 millones de dólares, cuando el año pasado no alcanzaba los 2000 millones de dólares, es decir que aumentaron sus tenencias de divisas en un 50 por ciento.
La entrada de dólares por inversiones extranjeras directas fue 237 millones, una cifra que sigue sin repuntar y en julio se ubicó incluso debajo del giro de utilidades. La mayoría de estas inversiones se destinaron al sector de petróleo (50 millones de dólares) y de minería (41 millones), dos sectores dedicados a la explotación de recursos naturales, que generan poco valor agregado y tienen una demanda de mano de obra limitada en relación con los principales rubros de la industria manufacturera. La rama de química y plástico registró inversiones por 37 millones y transporte por 12.
Las reservas del Central anotaron una caída de 980 millones de dólares en julio. El endeudamiento del mes pasado no alcanzó para compensar la salida de dólares de la economía. En el balance cambiario se precisó que hubo 1926 millones que se sumaron a las reservas por la emisión de deuda del Gobierno pero que se perdieron 2157 millones de dólares por el pago de intereses y capital a organismos internacionales y otros acreedores de bonos públicos.
En tanto, los bancos aumentaron 3,7 por ciento la rentabilidad en dólares. El avance de la rentabilidad del sistema financiero no se basa en las actividades tradicionales de intermediación, sino en las colocaciones especulativas habilitadas por el BCRA. En siete meses embolsaron 75 mil millones de pesos.
Durante el primer semestre de 2017 la rentabilidad del sistema financiero local trepó 3,7 por ciento en dólares. La mejora en los resultados de los bancos está impulsada por el destacado desempeño de la nueva “vedette” del mercado: los pases interbancarios. Un informe elaborado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda (Undav) estimó que las ganancias en pesos por ese concepto crecieron 509 por ciento. El documento distribuido ayer indica que “las ganancias nominales crecen debajo de la inflación pero por arriba de la variación del tipo de cambio por lo que se garantiza ganancias en dólares, en un contexto donde se les permite a las entidades bancarias la dolarización de sus activos y patrimonios y pueden beneficiarse de ello”. Las estimaciones realizadas en base a los últimos datos publicados por el Banco Central no dan cuenta del impacto contable que tuvo la volatilidad cambiaria registrada entre junio y agosto. Sin embargo, el documentos sostiene que “del análisis de la serie a valores contantes surge que las ganancias de los bancos por los movimientos del tipo de cambio son un 70 por ciento mayores que en 2015”.
Durante el sexto mes del año los bancos registraron ganancias por 5702 millones de pesos y acumularon un incremento de 75.674 millones en los últimos 12 meses. Los datos del informe sobre Bancos publicado por el BCRA muestran que los rubros que arrojaron mayores resultados financieros a la banca fueron los ingresos por cobro de intereses y las primas por pases. Los bancos son uno de los pocos sectores de la economía que a partir de 2015 consiguieron incrementar los niveles de rentabilidad y mostrar un crecimiento de la actividad.
Contra el diagnóstico de expansión del crédito que promueve en sus intervenciones públicas el titular de la autoridad monetaria, Federico Sturzenegger, el Observatorio de Políticas Públicas de la Undav advierte que la mejora en la rentabilidad bancaria no está basada en las actividades tradicionales de intermediación sino en las colocaciones especulativas habilitadas por el BCRA. “De acuerdo a las diferentes líneas comerciales convencionales que mantienen los bancos el volumen total de préstamos ajustado por inflación para el mes de junio se reduce un 9,7 por ciento respecto al mismo período de 2015”, expresa el informe. En particular, los investigadores destacan la evolución de las líneas hipotecarias que en el segmento de personas físicas en pesos presentan una reducción del 3,8 por ciento cuando se compara junio de 2017 con diciembre de 2015 y del 7,4 por ciento en relación al mismo mes dos años atrás. Asimismo, “los depósitos de pequeñas y medianas empresas se redujeron en junio en torno al 14,2 por ciento respecto de igual mes de 2015, mientras que en las empresas grandes la caída fue del 28,1 por ciento, siempre ajustado por inflación”.
Pese a la merma en la actividad bancaria “genuina”, las ganancias de los bancos se mantuvieron sólidas. “En 2016 la rentabilidad en dólares fue del 5,6 por ciento, mientras que en la primera mitad del 2017 se mantiene en terreno positivo, en el entorno del 3,7 por ciento”, indica el documento. En lo que va del año, esa dinámica estuvo impulsada por un “fuerte aumento de los ingresos por prima por pases, ligadas a las operaciones de política monetaria del BCRA, que suben un 509,24 por ciento en todo el sistema financiero, con una suba del 828 por ciento en los bancos privados y un 367 por ciento en los bancos públicos, lo que denota mayor ponderación de este tipo de actividades en la banca privada”. En tanto, los ingresos por intereses del sistema financiero subieron un 10,6 por ciento, mientras que los ingresos por Ajuste por CER cayeron un -29,26 por ciento y por Diferencias de cotización caerían, antes de la inicio de los movimientos cambiarios, un 1,7 por ciento.