El ex presidente brasileño viene recibiendo un fuerte apoyo popular a lo largo de la gira que inició por el noreste del país, mientras la derecha, sectores judiciales y medios hegemónicos buscan proscribirlo de las elecciones presidenciales y enviarlo a prisión.
A poco más de un mes de la condena judicial en su contra, Luiz Inácio Lula da Silva demuestra que su popularidad no cae y que está dispuesto a competir en las elecciones presidenciales de 2018.
En medio de la gira que inició Lula en los últimos días por el noreste de Brasil, el senador del Partido de los Trabajadores (PT), Humberto Costa, consideró que el ex presidente es “el mayor líder popular” del país.
“Por donde él pasa, las multitudes van a su encuentro para decir que no aceptan la persecución que hoy se hace en contra de él”, subrayó Costa.
Lula tiene una condena de nueve años y medio de prisión en suspenso por presunta “corrupción pasiva”, sentencia que fue apelada por el ex mandatario. Si logra un fallo favorable, podrá presentarse en las próximas elecciones presidenciales.
“Yo sé lo que mis adversarios pretenden, del deseo que tienen de inviabilizar cualquier posibilidad de que yo sea candidato, pero estoy luchando contra eso”, señaló Lula durante la gira, aunque aseguró que “si ocurre algún problema, el PT debe tener la capacidad de lanzar otro candidato, por eso el partido tiene que estar fuerte”.
No obstante, Costa confió en “que sí va a poder candidatearse” porque “en Brasil hay casi un consenso de que está habiendo una persecución” política, judicial y mediática, y aclaró que “no hay pruebas que puedan afirmar que Lula ha hecho cualquier tipo de crimen”.