Así lo aseguró Juan Carlos Schimd, en un multitudinario acto en Plaza de Mayo. Ese fue el saldo de la importante movilización a la que convocaron este martes la CGT, las CTA y un conjunto de organizaciones sociales y de trabajadores.
Además de sindicatos de la CGT, participaron gremios de la CTA, y sindicatos y comisiones internas combativa, entre ellas la de los trabajadores de Pepsico, y movimientos sociales. “Vamos a convocar a un confederal el 25 de septiembre, con presencia de todos los sindicatos. Para analizar realizar un paro nacional y las medidas que sean necesarias para un plan de lucha”, dijo Schimd, que fue el único orador de la jornada.
El acto reunió a más de 100 mil trabajadores. La CGT volvió a criticar al gobierno de Mauricio Macri: “Sabemos dónde nos llevan las políticas del Fondo Monetario Internacional. La plata viene, se queda unos meses y después se va. Esto ya lo vivimos”, dijo. Y exigió que el Ejecutivo “deje de intervenir sindicatos”. Además, pidió que “se declare la emergencia alimentaria”.
“Queremos cambiar injusticia social por justicia, queremos cambiar importaciones por inversiones”, concluyó Schmid.
El acto tuvo ausencias notables como la UOM, colectiveros y empleados de comercio, entre otros sectores relevantes. Fuentes cercanas a la CGT no descartan una fractura de la central. Con ese panorama incierto, los gremios se reunirán el mes próximo en un confederal donde deberán resolver si sigue el actual triunvirato y qué acciones toman frente al Gobierno de Cambiemos. Si se confirma el paro nacional, será el segundo de la CGT contra el macrismo.