La fuerza federal invadió la comunidad Pu Lof en Resistencia, realizó disparos y quemó instalaciones, según denunciaron las víctimas. La policía también rodeaba el penal donde se encuentra preso Facundo Jones Huala. “Nos encontramos con la ciudad de Esquel militarizada”, dijo Andrea Millañanco, compañera del líder indígena.
En el Día de la Pachamama, los gendarmes de Mauricio Macri y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, volvieron a reprimir ferozmente a los mapuches en la provincia de Chubut, tal como ocurrió en el mes de enero pasado.
Según denunciaron las víctimas, los efectivos de la fuerza federal ingresaron con camiones a la comunidad de Pu Lof en Resistencia del Departamento de Cushamen, dispararon y quemaron instalaciones para desalojar a sus habitantes.
“Gendarmería está quemando todo. No sabemos quién dio la orden de allanamiento. Y hay tres mujeres y dos niños que no se encuentran. La gente de la comarca y de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) han querido ingresar, y la Gendarmería no los dejan pasar la tranquera”, informó esta tarde Andrea Millañanco a la agencia ANRed.
La vocera de la comunidad también indicó a la revista Crítica que los mapuches que intentaban trasladarse desde Esquel hacia Cushamen eran “interceptadas por la policía, que pide documentación y los deja detenidos en la comisaría de Leleque”.
Mientras tanto, la policía provincial rodeaba la Unidad Penal 14, donde se encuentra preso el lonko Facundo Jones Huala. “Nos encontramos con la ciudad de Esquel militarizada”, remarcó compañera del líder mapuche.
La nueva arremetida de los gendarmes contra la comunidad de Jones Huala se produjo tras la brutal represión que se vivió ayer frente al Juzgado Federal de Bariloche, Río Negro, cuando distintas organizaciones indígenas y sociales reclamaban por la libertad del lonko, detenido desde hace más de un mes. Nueve personas fueron detenidas y también hubo varios heridos, entre ellos Romina Jones, hermana de Facundo, que fue brutalmente golpeada en el rostro y perdió varios dientes.
En este marco, Millañanco subrayó que mientras crece la violencia policial, los medios nacionales ocultan lo que ocurre y los regionales “crean todo un fantasma de terrorismo en torno al pueblo mapuche”.
“Toda esta ayuda mediática hizo que justifique toda esta escalada de violencia de parte del Gobierno. Acompañado siempre de los poderes económicos. Los medios de comunicación son funcionales a los grupos de interés al que pertenecen. Grupos que tienen la vista puesta en la tierra, en el desarrollo minero, el desarrollo sojero, el desarrollo petrolero”, sostuvo y aseguró que, pese a todo, “estamos dispuestos a luchar hasta las últimas consecuencias”.
“No tenemos nada. Somos pobres. Lo único que nos queda son las tierras que fueron de nuestros ancestros. El territorio es parte para la espiritualidad mapuche, y para el que no es mapuche quizá sea difícil de entender. Pero es así, preferimos morir luchando que vivir hacinados en las ciudades”, completo Millañanco.
Jones Huala fue apresado arbitrariamente el 27 de junio pasado cerca de la localidad rionegrina de Río Villegas, horas después de la reunión bilateral entre Macri y su par chilena, Michelle Bachelet, en la que hablaron sobre la situación judicial del líder indígena.
El Estado trasandino lo requiere tras participar en 2013 de la defensa del territorio sagrado del Ngen Mapu Kintuante, a orillas del río Pilmaiken, en la localidad sureña de Osorno. El lugar corre peligro al ser entregado a la empresa de capitales noruegos Statkraft para la construcción de una central hidroeléctrica. Desde entonces, acusan al líder mapuche de “incendio de fundo” (daño a la propiedad) y de violar la Ley de Extranjería, que data de la dictadura pinochetista, por lo que podría recibir una pena de hasta dieciocho años de cárcel.