La danza de nombre para ocupar el cargo vacante de embajador en Estados Unidos incluye a Martín Litwak, “un abogado offshore”, como él mismo se define. El muchacho, que dejó el país en 2003, regentea una “boutique de servicios legales”, un término bastante duranbarbista al que también podría definírselo como “prostibulario financiero”, para explicar que se dedica a conformar sociedades que, como quedó demostrado con los Panamá Papers, poseen grandes facilidades para el lavado de dinero y la evasión fiscal.
Por Cecilia Valdéz / Desde los primeros días de abril de 2017, cuando Martín Losteau anunció su renuncia al cargo de embajador argentino en Estados Unidos, el puesto sigue vacante. Mucho se ha dicho y especulado al respecto, pero lo cierto es que pasan los días y el gobierno de Mauricio Macri no toma una decisión al respecto.
Esta semana, el portal El Intransigente señaló que Argentina avanza en un pacto con USA para anunciar a los embajadores y consignó: “se llegó a un principio de acuerdo con la administración de Donald Trump para que tanto el embajador argentino en los Estados Unidos, como su par en Buenos Aires, sean anunciados en simultaneo”. Además, el medio citó fuentes de la Casa Rosada que habrían ratificado la intención de que el reemplazo de Lousteau “sea una persona que provenga de la carrera diplomática y no alguien político» y que ese perfil, “todavía no fue encontrado”.
Por su parte, Infobae aseguró que son tres los nombre actualmente en danza para ocupar el cargo: la ex titular de Aerolíneas Argentinas, Isela Costantini; el ministro de Producción, Francisco Cabrera y el abogado offshore Martín Litwak. El portal firmó además que es este último quien tiene más posibilidades por sus cercanos vínculos con la familia Trump y su círculo íntimo. “El nuevo director de comunicaciones de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci, es uno de los amigos más íntimos del abogado argentino. La conexión con Scaramucci surge través de la Hedge Fund Association, de la cual es director regional para América Latina, una entidad que mantiene contactos con toda la industria financiera”, advierte.
El abogado, viajó en 2003 luego de su paso por el Estudio Jurídico Abeledo Gottheil -uno de los principales del país- y se fue a probar suerte con los negocios a las Islas Vírgenes Británicas, Uruguay y Miami. Actualmente, lidera su propia firma “altamente especializada en transacciones multi-jurisdiccionales y trabajo de estructuración, que brinda servicios legales bajo las leyes de Uruguay y las Islas Vírgenes Británicas”, según consigna su página web.
A Litwak, “el abogado offshore”, le gusta referirse a su firma como una “boutique de servicios legales”, un término bastante duranbarbista para explicar que se dedica a conformar sociedades que, como quedó demostrado con los Panamá Papers, poseen grandes facilidades para el lavado de dinero y la evasión fiscal.
En una entrevista a IProfesional en 2005, el letrado comentaba: “estoy trabajando para clientes ubicados en distintos lugares del mundo, pero mayormente en Argentina, Brasil, México, Venezuela y Estados Unidos (especialmente Miami y Nueva York). También tenemos varios clientes en Ecuador, Panamá y otros países de la región”. Asimismo, se atribuía que “la facturación generada por clientes en la región (mayormente grandes firmas de abogados, entidades financieras y administradores y managers de fondos de inversiones) ha aumentado casi un 500 por ciento”.
Esta primera aproximación a Litwak, en caso de que efectivamente sea nombrado embajador de los Estados Unidos, viene a reafirmar el perfil empresario que el gobierno de Mauricio Macri busca plasmar, ya no sólo al interior del país (como lo hizo al nombrar a ex CEOS al frente de los ministerios más importantes), sino también de cara a los vínculos de Argentina con otros países. Se sabe que Trump y Macri se conocían de sus épocas de empresarios, por lo que una eventual designación del abogado en Washington no haría más que reafirmar la relación en ese sentido. Además, ¿qué mejor que un especialista en confidencialidad y paraísos fiscales para seguir ampliando los negocios?
Por su hasta ahora desconocido perfil se desconoce si Litwak tiene vínculos con el PRO, aunque el diario Clarín asegura en su edición de este miércoles que es cercano al vicejefe de Gabinete de Macri, Mario Quintana. Sin embargo, en una entrevista para la Revista Diversa de junio de este año hace referencia a su vinculación con la política y dice: “Siempre me apasionó la política. Me identifico con el movimiento libertario, un movimiento que defiende a rajatabla el concepto de libertad en todos los ámbitos, desde lo económico hasta lo sexual. No se trata en general de una opción muy conocida. En cierto modo, el movimiento libertario toma lo mejor de la derecha y la izquierda. La derecha, por ejemplo, promueve la libertad en materia económica, pero no en materia sexual. A la izquierda en general no le importa con quien te acuestas, pero a la vez promueve el control en lo económico. El movimiento libertario, como explique antes, promueve la libertad en todos los ámbitos”.
Si algo no se le puede negar al abogado es su impronta PRO a la hora de ubicarse políticamente, que justifica nada más ni nada menos que las lógicas de una economía que deje ser y deje fluir, en favor, por supuesto de los grandes negocios que él mismo organiza.
Por lo pronto, la intriga continúa. Es que desde la salida de Susana Malcorra de la Cancillería Argentina y la llegada del diplomático de carrera Jorge Faurie, las cosas aún no se han acomodado en el Palacio San Martín. Esta semana, Argentina no logró condenar a Venezuela en la última reunión del Mercosur en Mendoza, tal y como había anunciado con bombos y platillos. Resultó que ni Uruguay ni Bolivia acompañaron la propuesta de deslegitimar a ese gobierno. Además, la semana pasada la Cancillería había visto reducido su poder cuando le sacaron el manejo de misiones comerciales, ferias y otras tareas del comercio exterior. Habrá que esperar para ver qué sucede con el sucesor de Losteau.