Las medidas que Cambiemos ha tomado en relación al trabajo y al presupuesto destinado a políticas sociales ubican a La Plata como una de las ciudades con mayores índices negativos de desempleo y pobreza juvenil. Los datos son escalofriantes, incluso los correspondientes a 2016: el Gran La Plata cuenta con un 27% de pobres sobre una población de 799.523 al censo nacional de 2010, de los que un 36% corresponde a niños y jóvenes. A su vez, aproximadamente un 40% de las personas que están en situación de pobreza extrema en la ciudad son menores de 16 años. Es por ello que Florencia Saintout, precandidata a diputada provincial por Unidad Ciudadana, recorre en forma diaria los barrios más golpeados para dialogar con los vecinos en torno a las soluciones que habrá que impulsar desde la Legislatura, y en ese sentido convocó también a especialistas de varias disciplinas y abordajes que trabajan intensamente en el diseño de proyectos específicos, desde una perspectiva de participación activa de trabajadores, militantes y organizaciones sociales y sindicales. Como definía el viernes último el destacado intelectual y ex director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, Horacio González: “candidaturas como la de Florencia son fundamentales para tratar los graves problemas del país con cordura, inteligencia y audacia”.
Por Carlos López / Los barrios platenses reclaman la asistencia de una Municipalidad ausente en la periferia, pero que se trata de mostrarse activa, como fachada preelectoral en el casco urbano de la ciudad. Tomado en cuenta los últimos indicadores del año pasado, el Gran La Plata cuenta con un 27% de pobres sobre una población de 799.523 al censo nacional de 2010, de los que un 36% corresponde a niños y jóvenes. A su vez, aproximadamente un 40% de las personas que están en situación de pobreza extrema en la ciudad son menores de 16 años. Una realidad en la que el Estado no sirve al pueblo, lo deja morir. Esos indicadores se agravan al menos en un 10 por ciento en más en casi todas las proyecciones que viene haciéndose desde distintas organizaciones sociales y respecto del impacto que provocaron las medidas del gobierno en los últimos seis meses.
La situación de extrema pobreza que se vive en distintos barrios humildes del país – con un índice superior a los 30 puntos a nivel nacional – son el reflejo de una política neoliberal aplicada por el gobierno de Mauricio Macri . En La Plata la situación es aún más preocupante porque es notorio como afecta muy especialmente a niños y jóvenes. En la ciudad que dirige el macrista Julio Garro se vive un recorte presupuestario en relación con los comedores que nutren a miles de chicos, una decisión que no escapa al resto del territorio que conduce María Eugenia Vidal,
Pese a la faltante generalizada de indicadores que den cuenta de la real situación en la capital bonaerense, el “Análisis de la Pobreza y la Desigualdad” que realizó el Centro de Estudios para la Gobernanza (CEG) en el Aglomerado Gran La Plata, compuesto por las localidades de La Plata, Berisso y Ensenada, es de un aporte relevante.
Desde esa organización indicaron que los datos corresponden el segundo trimestre de 2016 y sobre una muestra base de 216 mil personas, con un 27% (58 mil personas) que se encuentra por debajo de la línea de la pobreza y un 8% (17 mil ciudadanos de la muestra alcanzada) que está en situación de pobreza extrema -de los cuales el 40% son niños y niñas-. Además, en la ciudad que conduce Garro hay al menos un 20% de hogares pobres. El mismo Centro ya se encuentra trabajando en una actualización de estos datos, dado que el INDEC ubica al índice de pobreza por ingreso en La Plata con un 24,2%, estadística que difiere en principio porque es realizada con una muestra de los últimos seis meses del año pasado, tomando así un lapso de tiempo más extenso que dificulta la aproximación a la realidad.
La directora ejecutiva del CEG, Carolina Atencio, en diálogo con AgePeBA explicó que “seguramente estos datos hoy se han modificado porque la inflación hace que la canasta básica no sea la misma en aquél momento que ahora”; y agregó que “la infantilización de la pobreza es un fenómeno que se viene dando hace tiempo estructuralmente, pero es lógico que hay ciertas políticas que hacen que estos factores se profundicen desfavorablemente. Todas las políticas regresivas de poco gasto fiscal necesariamente impactan en los indicadores de pobreza y empleo, y por eso consideramos que el Estado tiene que hacer un esfuerzo enorme de aumentar el gasto público para lograr políticas de reactivación del empleo y mejorar las condiciones educativas”.
El aumento del desempleo y de la pobreza en La Plata, y en línea con los indicadores nacionales, están directamente relacionados. En la ciudad de Garro en los últimos tres trimestres se registró un aumento brutal de la falta de empleo: en el tercer trimestre de 2016 la ciudad platense contaba con una tasa de desocupación del 6,7%; para el cuarto trimestre del mismo año el indicador ya alcanzaba el 7,1%, y finalmente el último índice registrado correspondiente al primer trimestre de este año da cuenta de que el 8% de los platenses no tienen trabajo, según los datos que comunicó el CEG. A su vez, la Encuesta Permanente de Hogares realizada por la Fundación Crear indica que el 38,9% de los menores de 29 años no consigue trabajo en La Plata.
En este sentido, Atencio subrayó que “la desigualdad es algo presente que no vamos a eliminar por completo, pero lo que sí se puede hacer es apuntar a esquemas donde la igualdad sea la premisa y no la excepción. Las políticas de Estado tienen que formar parte de la estructura de la política pública argentina y que actualmente es muy difícil de ver, porque la mayoría de las políticas públicas que se implementan tienen poco monitoreo y se implementan sin base en la evidencia, como por ejemplo no tomar en cuenta que la situación de la mujer en el mercado laboral es más complicada que la de los varones”.
“Nunca la reducción del gasto fiscal va a devenir en un aumento mágico de la reactivación de la economía, sobre todo en los grupos sociales más desfavorecidos: los niños y los jóvenes”, remarcó además Atencio, quien también confirmó que los datos que se dieron a conocer en enero de este año que detalla que el 36% de los pobres corresponden a niños y jóvenes, es decir que la ciudad de La Plata tiene aproximadamente 80 mil personas menores de 16 años en estado de pobreza. Esto no sólo es producto de que Cambiemos propició cientos de despidos de cooperativistas en la ciudad para lograr nuevos acuerdos comerciales con empresas para realizar tareas de mantenimiento del Municipio, sino también por la falta de política públicas focalizadas en las necesidades de las grandes mayorías que se aglomeran en los barrios periféricos de la ciudad.
Algunos reportes periodísticos conocidos en los últimos indican que unos 14.000 jóvenes platenses no consiguen trabajo. La cifra corresponde al primer trimestre de 2017. Se desprende de datos del Indec, la Universidad Católica Argentina y del ya mencionado Centro de Estudios para la Gobernanza. En el Gran La Plata actualmente la de-socupación asciende al 8%, un punto por encima de la cifra con la que cerró el último trimestre de 2016. De ese total, más del 37% son jóvenes de hasta 29 años, según el informe de Trabajo e Ingresos del primer trimestre de 2017, elaborado por el Indec sobre la base de la información aportada por la Encuesta Permanente de Hogares. En base a las cifras del último censo nacional, se estima que ese porcentaje representa a unos 14.000 jóvenes en condiciones de obtener un empleo, teniendo en cuenta la población económicamente activa.
El fenómeno platense forma parte de una problemática más amplia que involucra a una coyuntura crítica en la que la falta de trabajo afecta a 1.700.000 argentinos, un 9,2% del total de la población económicamente activa. En este
“Siempre que hay crisis de empleo, los jóvenes son los más afectados”, explicaba Eduardo Donza, sociólogo investigador del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica (UCA), al diario Hoy, de La Plata
Poca experiencia, imposibilidad de conseguir antigüedad en un puesto y escasa capacitación previa suelen ser algunos de los factores que explican esa vulnerabilidad que no termina una vez que consiguen empleo. “Como los jóvenes suelen ser las incorporaciones más recientes, si un empleador tiene que reducir la planta, echará al más nuevo porque le sale más barato; además, en ese tipo de decisiones, suelen contemplar a quienes tienen familia y, por lo general, son los empleados de mayor antigüedad”, explicó Donza al rotativo platense.
Otro de los factores que el sociólogo de la UCA mencionó a la hora de analizar por qué los jóvenes son los más afectados en este contexto de desocupación creciente es la “desconexión entre lo que se aprende en las escuelas y lo que necesita el mercado de trabajo”. Según Donza, solucionar esa brecha “dinamizaría mucho el mercado laboral, pero todavía falta”.
Un relevamiento nacional con una muestra de más de 20 mil casos de la organización Barrios de Pie, realizado en relación al pedido nacional por la aprobación del proyecto de Ley de Emergencia Alimenticia, indicó que un 43% de los niños que asisten a comedores en la Argentina tienen problemas de nutrición, ya sea por falta de alimentación o por obesidad en casos en los que alimentación es de baja calidad nutricional. El mismo índice en La Plata asciende al 47% según detectó el área de salud de Barrios de Pie. El coordinador general de la agrupación en La Plata, Mariano Marini, confirmó que en la ciudad de Garro “seguimos reclamando en acciones desde el Municipio para paliar la situación actual” porque “nuestro reclamo más fuerte tiene que ver con la cantidad de pérdidas de puestos de trabajo que hubo con la excusa de los ‘ñoquis’. Hay un montón de pequeñas obras que hacen falta en los barrios y hay grupos de vecinos y vecinas organizados en los movimientos sociales que están capacitados para hacerlo, porque para nosotros la cuestión laboral pasa por ahí y no por delegar siempre esas tareas a las grandes empresas”.
A su vez, afirmó que “en los barrios es donde más obras se necesitan, no hacer lavadas de caras en el centro, porque si se combina la atención de necesidades en los barrios con oportunidades laborales hacia los vecinos, sería una forma de combatir al incremento del desempleo. La gente que vive de changas ahora tiene menos que antes; el que cortaba el pasto a un vecino ahora tiene al vecino que hace las cosas por él mismo porque estamos ante un desmejoramiento del consumo y de la sociedad en su conjunto. La caída del empleo informal en los barrios es muy grande, porque si bien es imposible tener un reflejo estadístico de esto, nosotros vemos en el barrio como familias enteras subsisten con changas o trabajos pasajeros, así como cada día vienen más chicos a los comedores comunitarios”, añadió el referente social.
Conforme a cifras de la CTA Autónoma, en junio de este año la inflación acumulada fue del 11, 8 por ciento, mientras que los indicadores dicen que en la primera quincena de este julio el índice supero el 2 por ciento. El alario mínimo, vital y móvil (SMVM) es $8.860; si necesitamos $23.927 para llegar a fin de mes, con el SMVM actual sólo cubrimos 11,5 días. El haber jubilatorio mínimo es de $6.203; la Canasta Básica de un jubilado es de $16.134, por lo que el haber mínimo alcanza para cubrir sólo 12 días del mes. Personas con ingresos por debajo del SMVM, 8,1 millones. Ingreso promedio de un trabajador $12.695. Hogares con ingresos por debajo de la Canasta Total, 60%
Más datos. La Argentina ya es uno de los países con mayor índice de pobreza de América Latina. Uno de cada tres habitantes es pobre, de acuerdo a con el análisis del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano, conocido en junio de este año, y teniendo en cuenta que ese centro de estudios privados no se caracteriza por su posicionamiento contra los efectos del neoliberalismo, si no todo lo contrario en términos generales.
Según la Universidad Católica Argentina, en el país 6 de cada 10 menores de 17 años es pobre. Según la UCA, 7,6 millones de chicos sufren carencias estructurales en el país, es decir, casi seis de cada diez chicos menores de 18 años son pobres, una cifra igual a la que se calculaba en 2015 pero menor a la del 2010, donde la estadística marcaba un 63,7%.
De acuerdo con estos datos publicados en el Estudio del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, correspondiente a 2016, prácticamente el 59% no cubre las necesidades básicas como alimentación adecuada, vivienda, educación y asistencia médica.
Los números difieren de los publicados por el INDEC, que calcula que para el segundo semestre del 2016 el 45,8% de los chicos vive en hogares cuyos ingresos están por debajo de la línea de pobreza (medida sólo por el ingreso familiar).
Por otro lado, en este mismo informe, la tasa de jóvenes con privaciones extremas bajó entre 2015 y 2016 del 15,9 al 14,8. Del análisis de los derechos básicos, los números más preocupantes corresponden a los indicadores que miden el acceso a la vivienda y a la salud, donde las privaciones llegan al 25,2% y 22,7%, respectivamente. Luego aparecen las carencias en acceso a la información, un 18,8% y en saneamiento, que marcan un 17,8%. En educación llegan al 15,4 por ciento y un 8,7% no accede a una alimentación adecuada.
«El Observatorio de la Deuda Social Argentina propone un índice de medición de las privaciones en el espacio de los derechos de los niños y las niñas, y para su cálculo se vale de tres propuestas desarrolladas por la Universidad de Bristol, el Oxford Poverty and Human Development Initiative (OPHI) y la contribución de UNICEF conocida como Multiple Overlapping Deprivation Analysis (MODA)», explicaron en la UCA.
Y para concluir. La política brutal de ajuste y mano dura con represión de Cambiemos en La Plata provoca hoy fragmentos sociales y económicos que se asemejan a las vivencias de necesidad extrema que afrontan los sectores más postergados, de la misma manera que ocurrió en la década del ’90. Por esta razón es que los platenses reclaman la redistribución de los fondos públicos para políticas de asistencia social, para reacondicionar los comedores comunitarios y escolares, y principalmente para restablecer una recuperación del empleo. Sin embargo, el intendente Garro sigue la línea que tanto María Eugenia Vidal en la provincia y Mauricio Macri en el país ejecutan cada día con más crueldad. Garro comanda una serie de obras y arreglos urbanos en el casco urbano, siendo que en los barrios periféricos de la ciudad aún muchos chicos deben perder días de clase cuando llueve o deben convivir con basurales abiertos en las calles por falta de atención, limpieza y reconstrucción de zonas desprotegidas. Mientras que las empresas firman acuerdos para agrandar sus patrimonios, las pymes cierran por la baja del consumo y los funcionarios arrancan la campaña de Cambiemos «con fe y esperanza», un pueblo hambriento sigue reclamando que el castigo a la clase trabajadora que comenzó hace poco más de un año cese por la vida, antes que los barrios se plaguen de muerte.