Se acelera proyecto del tren bioceánico: ¿Un “Canal de Panamá” por Suramérica? Impulsado por el gobierno del presidente Evo Morales, contó con el apoyo de los países del Mercado Común del Sur (Mercosur), durante la cumbre celebrada del 19 al 21 de julio en la ciudad de Mendoza. Si en el siglo XX el Canal de Panamá se convirtió en una de las grandes obras de ingeniería por enlazar al Atlántico y el Pacífico, Bolivia pretende ahora unir también a los dos océanos, pero a través de una línea ferroviaria.
El Corredor Bioceánico Central tendrá más de tres mil 750 kilómetros de longitud, partirá del puerto de Santos, en Brasil, atravesará la cordillera de los Andes y la selva amazónica boliviana, y se adentrará en el territorio peruano para concluir en la terminal marítima de Ilo. Así informa la agencia de noticias Prensa Latina.
El proyecto, impulsado por el gobierno del presidente Evo Morales, contó con el apoyo de los países del Mercado Común del Sur (Mercosur), durante la cumbre celebrada del 19 al 21 de julio en la ciudad de Mendoza.
Una declaración suscrita por los miembros del bloque: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay; así como por asociados, señala que la infraestructura generará una mayor integración física de los países por donde pasará el circuito ferroviario y contribuirá al desarrollo socioeconómico.
En total, el bioceánico beneficiará a seis de las 12 naciones sudamericanas, permitirá su conexión con los puertos y facilitará las exportaciones al continente asiático.
Uno de los aspectos que más llamó la atención en la cita del Mercosur es que la línea de ferrocarril ahorrará 25 días de viaje desde Brasil hasta Asia.
Además, moverá un importante volumen de carga que ronda las 10 millones de toneladas, informó el viceministro boliviano de Comercio Exterior, Clarems Endara.
“Es un proyecto prometedor”, dijo, y recordó que el tren fue respaldado anteriormente por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Bolivia coordina en estos momentos un encuentro de alto nivel para agosto con los países que participarán en la megaobra.
Será una reunión presencial, tomando en cuenta que en los últimos meses las negociaciones avanzaron a través de videoconferencias, declaró el ministro de Obras Públicas, Milton Claros.
Respecto a la adhesión formal de Brasil a esta iniciativa, informó que sólo se aguarda fijar la fecha para suscribir el memorando de entendimiento bilateral y aseguró que el país vecino mantiene pleno interés en formar parte del corredor.
Bolivia ya firmó acuerdos con los gobiernos de Perú, Paraguay y Uruguay para encaminar el proyecto, que demandará una inversión de más de 10 mil millones de dólares.
El Bioceánico cuenta con cuatro estudios sobre inversión, evaluación ambiental, diseño básico y costos de producción y operación.
Hasta ahora varios países expresaron su interés en participar en su ejecución, entre ellos Alemania, Suiza y China.
Al menos tres entidades financieras del gigante asiático manifestaron su intención de apoyar al bioceánico a través de créditos: el Eximbank, el Banco Industrial y el Comercial de China.
Durante una visita realizada en mayo pasado a La Paz, el presidente del Banco de Desarrollo de América Latina, Luis Carranza, también anunció su respaldo al corredor.
“Hay un compromiso pleno, tangible, de seguir apoyando al Gobierno en estos proyectos tan importantes, tanto de integración como en el desarrollo productivo y el bienestar social”, expresó.
Precisó que en una primera etapa se concentrarán en el trabajo técnico y más adelante analizarán el financiamiento a la conexión ferroviaria.
La construcción del Corredor permitirá a Bolivia contar con tecnología de punta y desarrollar la industria ferroviaria con la creación de plantas para el material rodante, el ensamblaje de locomotoras, los vagones y las líneas.
Además, posibilitará el desarrollo profesional y la generación de miles de fuentes de trabajo sostenibles en el tiempo.
“Estoy convencido de que el tren bioceánico será el canal de Panamá del siglo XXI”, declaró el presidente Evo Morales, al compararlo con la vía de navegación interoceánica que atraviesa el país istmeño.
Inaugurado el 15 de agosto de 1914, el canal consiguió acortar el tiempo y la distancia entre los dos océanos, dinamizó el intercambio comercial e impulsó el crecimiento económico.
El Corredor Bioceánico Central también abaratará los costos de exportación e importación, será un medio de transporte sustentable y articulado con las hidrovías de las cuencas del Plata y el Amazonas, y fortalecerá la integración entre las naciones sudamericanas.
Para Bolivia la obra es vital porque esta nación perdió su acceso al mar tras una invasión de Chile en 1879 y ahora depende de puertos de ese país para su comercio exterior.
En la actualidad, 80 por ciento de la carga boliviana sale por la terminal de Arica, pero los transportistas enfrentan numerosos obstáculos en su tránsito al litoral.
De ahí que se busquen otras alternativas, entre ellas el Corredor Bioceánico que tendrá mil 521 kilómetros de vías en Brasil, mil 894 en Bolivia y 340 en Perú, y permitirá conectar directamente al este y el oeste de América del Sur.