La organización criminal estadounidense, punta de lanza del racismo, la xenofobia y la supremacía blanca, volvió a las calles de Virginia. En Argentina, Bandera Vecinal, el partido ultranacionalista de Alejandro Biondini recibirá 20 millones de pesos del Estado nacional para imprimir boletas electorales. Sucede luego de que Macri le abriera las puertas de la Casa Rosada. Por ahora, Trump no se animó a tanto con el KKK.
El Ku Klux Klan ya había celebrado con bombos y platillos el triunfo de Donald Trump a fines del año pasado y ahora empezaron a salir a las calles de Estados Unidos para promover sus más rancias proclamas racistas, xenófobas y discriminatorias.
La organización criminal que enarbola la supremacía blanca se movilizó el sábado pasado en Charlottesville, Virginia, contra la remoción de una estatua del general esclavista Robert E. Lee, quien comandó los ejércitos confederados en la Guerra de Secesión estadounidense.
“Aunque el episodio de Charlottesville no tuvo demasiada relevancia por sí mismo (se produjeron algunos roces entre manifestantes y policías, pero la cosa no pasó a mayores), sí representa un síntoma del incentivo que han recibido los sectores más retrógrados de la sociedad con la llegada al poder de Trump y sus incondicionales. Uno de éstos es precisamente Richard Spencer, notorio protagonista en la manifestación, quien encabeza un movimiento en sintonía con el Klan, pugna por ‘un estado donde la gente blanca pueda vivir segura’ y cada vez que participa en un acto político público no pierde oportunidad de gritar ‘¡Heil, Trump!’, parafraseando el saludo que los nazis dirigían a su líder Adolf Hitler”, remarca el diario La Jornada de México.
En Argentina, los neonazis liderados por Alejandro Biondini están en su mejor momento con un presidente xenófobo y racista como Mauricio Macri, que impone por decreto una política antiinmigrante apuntada a restringir el ingreso de extranjeros de países limítrofes y facilitar las deportaciones con procedimientos sumarísimos.
Bandera Vecinal, el partido ultranacionalista de Biondini, recibirá ahora 20 millones de pesos del Estado nacional para imprimir las boletas de las seis listas de precandidatos que presentó para competir en las próximas elecciones primarias de la provincia de Buenos Aires.
El secretario de Asuntos Políticos e Institucionales de la Nación, Adrián Pérez, dijo que el Gobierno “no puede hacer otra cosa que cumplir la ley”, pero lo que eludió es el contexto en el que se da este significativo aporte a la organización neonazi.
Fue el propio macrismo el que dio impulso a Bandera Vecinal cuando le abrió las puertas de la Casa Rosada. Jóvenes de ese partido ingresaron a mediados de 2016 de la mano de Piter Robledo, subsecretario nacional de Juventud, para reunirse con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y otros funcionarios, a los que les propusieron restaurar el servicio militar obligatorio.
Más tarde se conoció que al menos uno de los miembros de Bandera Vecinal, Ignacio Montagut, trabaja cerca de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. La información saltó luego de la represión a las mujeres que marcharon a Plaza de Mayo el 3 de junio pasado bajo la consigna “Ni Una Menos”.
Montagut fue el joven que provocó a las manifestantes con la bandera papal frente a la Catedral. Según reveló entonces el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), integra el equipo de Yamil Santoro en el partido Unión por la Libertad de Bullrich como “asesor en Comunicación” y “coordinador de la producción gráfica y la disposición de la información correspondientes a la Secretaría de Formación y las elecciones 2017”. También participó de un timbreo el año pasado junto al secretario de la Presidencia, Fernando de Andreis, y el ex titular del PAMI y actual candidato de Cambiemos en Almirante Brown, Carlos Regazzoni.