El último ocurrió este fin de semana, cuando un hombre fue golpeado, despojado de su vestimenta y amarrado por el cuello a un poste por ser chavista. La Guardia Nacional Bolivariana le salvó la vida. El defensor del Pueblo, Tarek William Saab, pidió a la justicia que detenga “la barbarie”.
Un total de 30 crímenes de odio se han producido en Venezuela en los últimos dos meses en el marco de los hechos de violencia promovidos por la oposición para desestabilizar al gobierno de Nicolás Maduro.
La cifra fue dada a conocer por el defensor del Pueblo, Tarek William Saab, tras un nuevo caso ocurrido en Caracas este fin de semana y exigir al sistema de justicia que actúe para “detener la barbarie”.
El sábado, la Guardia Nacional Bolivariana salvó a un ciudadano de ser asesinado por un grupo neofascista en el sur de la capital. El hombre fue golpeado, despojado de su vestimenta y amarrado por el cuello a un poste, donde fue exhibido públicamente como “chavista” a plena luz del día.
“Aquí sus rostros al igual que en casos de linchamientos en Centro Ciudad Comercial Tamanaco (en Caracas) y la gran mayoría de los casi 30 casos similares registrados en Abril-Mayo: sus autores están libres”, destacó Saab.
El defensor advirtió que “la tipología del neofascismo avanza a pasos agigantados” y que “su siembra crece en terreno fértil en el país, sin que el sistema de justicia, con múltiples pruebas, detenga la barbarie”.
El 26 de junio pasado, un grupo de encapuchados quemó y apuñaló a Giovanny González, de 24 años, por parecer chavista, en el sector La Castellana, municipio Chacao del estado Miranda.
Dos días antes, en Barquisimeto (estado Lara), Henry Escalona, de 27 años de edad, y Wladimir Peña, de 20 años, fueron interceptados por un grupo de ocho encapuchados, que los golpearon y prendieron fuego. Aunque lograron sobrevivir, los jóvenes presentaron quemaduras de segundo y tercer grado en varias partes de sus cuerpos.
Este tipo de hechos forma parte de la estrategia terrorista y de guerra psicológica que despliega la derecha venezolana para amedrentar al pueblo venezolano y así impedir la Asamblea Nacional Constituyente, convocada por el Gobierno bolivariano.
La agenda opositora incluye, entre otras acciones, la persecución y agresión a dirigentes chavistas y sus familiares, ataques a bases militares e instituciones del Estado, así como a los programas y misiones sociales en beneficio del pueblo.