Cuando ocupaba una banca como diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires, hizo un enérgico pedido para que el Congreso habilitara al represor Luis Abelardo Patti, condenado por torturas y asesinatos durante la última dictadura militar. Ahora quiere volver como senador, luego de haber atentado contra la educación desde el gabinete de Mauricio Macri.
En 2005, cuando el actual ministro de Educación de la Nación era diputado de Propuesta Republicana, salió en defensa del represor Luis Abelardo Patti, condenado a perpetua por crímenes de lesa humanidad, y reclamó al Congreso que lo habilitara a ocupar su banca.
“El diputado Patti debe ser aceptado como miembro de esta Cámara”, dijo en aquella oportunidad y reivindicó la teoría de los dos demonios: “La lección más importante que nos dejó la década del 70 es que cuando cualquier grupo, grande o pequeño, quiere imponer su verdad a costa de la ley, la Constitución, con violencia, el país entra en una espiral de la cual no sale”.
Ya como ministro del presidente Mauricio Macri, a partir del 10 de diciembre de 2015, se ocupó de reivindicar otros genocidios de la historia argentina, como la Campaña del Desierto, y avanzó contra la educación pública recortando el presupuesto en todos los niveles, violando la Ley de Financiamiento Educativo al no convocar a la paritaria nacional docente y vaciando programas como el de Formación Permanente Nuestra Escuela, el Conectar Igualdad, el Progresar, entre muchos otros.
Con estos antecedentes, Bullrich se presenta como primer candidato a senador de Cambiemos por la provincia de Buenos Aires, sin siquiera haber resuelto el conflicto docente en ese distrito ni la paritaria del sector universitario, que ya anunció que no comenzará las clases en el segundo cuatrimestre.