Hace muchos años cuando la gaseosa Pepsi Cola ingresó al mercado argentino, para la radio y la TV sus publicistas inventaron la canción (jingle, se decía) “A vivir la generación de Pepsi”. PepsiCo Inc. es una empresa multinacional estadounidense de bebidas y aperitivos. Tiene su sede en Purchase, Nueva York, Estados Unidos, con intereses en la fabricación, comercialización y distribución de alimentos a base de granos de aperitivos, bebidas y otros productos. PepsiCo se formó en 1965 a partir de la fusión de la Pepsi-Cola Company y Frito-Lay. En el contexto del capitalismo global salvaje, llamado neoliberalismo, que en Argentina tiene a Macri como actual hijo dilecto, a la gigante corporaciones estadounidense sólo le quedó “la degeneración” llaman a solidarizarse en defensa de los puestos de trabajo y la reapertura de la planta. Las empresas productoras de artículos de consumo masivo y las alimenticias más importantes subieron los precios de 5 % a 14 %, el pasado fin de semana, según comunicaron los supermercados.
“Desde ayer, la planta de Florida de la multinacional PepsiCo tenía en la puerta un cartel anunciando su cierre. Los trabajadores desde las puertas de la fábrica, llaman a la solidaridad a organizaciones políticas, sindicales, estudiantiles y sociales. Los trabajadores se convocaron rápidamente en la puerta de la fábrica y decidieron comenzar la lucha por sus puestos de trabajo y la reapertura de la planta. Este ataque patronal no cae del cielo. Desde hace ya algunos años que la empresa presiona con cierre de líneas, desvío de la producción y retiros voluntarios con altas indemnizaciones con el fin de que se vayan de la fábrica sectores que apoyan a la Interna democrática y de lucha con la que los trabajadores consiguieron conquistas gracias a las peleas dadas. Esto llevó a que la última elección sea ganada por la Interna por pocos votos. Como parte de esta ofensiva, la empresa ahora pretende cerrar la planta”, informa La Izquierda Diario.
“El martes 20 por la tarde los trabajadores de Pepsico Snacks Planta Florida nos encontramos con un cartel en la puerta de la fábrica que anunciaba por parte de la patronal el ‘cese de las operaciones y la relocalización de la producción en otro establecimiento’. Anunciaban además que el personal quedaba ‘liberado de prestar servicios manteniendo el goce de haberes’. En ese momento un gran número de trabajadores nos convocamos en la puerta de la planta que estaba cerrada por el feriado. Se realizó una asamblea de la que participaron miembros del Sindicato además de la Comisión Interna y decidimos comenzar un plan de lucha en defensa de los 600 puestos de trabajo y por la reapertura de la planta, la cual está en perfectas condiciones para producir. En esa asamblea votamos el llamado a la dirección del Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimenticia (STIA), dirigido por Rodolfo Daer, para que llame al paro y que tome medidas de fuerzas del conjunto del gremio contra este cierre, mientras que exigimos a la Federación de Trabajadores de la Industria Alimenticia (FTIA) que tome medidas en la Provincia y en especial en la planta de Pepsico Snacks de Mar del Plata donde la empresa quiere llevar una parte de la producción de la planta Florida. Este cierre es parte de una política de vaciamiento de la planta Florida impulsada por la patronal desde hace años que se expresa en cierre de líneas, desvío de la producción a la planta Mar del Plata y a otras plantas con trabajo más precario junto con una fuerte presión sobre activistas y trabajadores por medio de retiros con altas indemnizaciones con el fin de debilitar a la organización de los trabajadores y la Comisión Interna democrática que logró conquistas en años de lucha. Los trabajadores nos encontramos en estos momentos en las puertas de la fábrica y llamamos a todas las organizaciones políticas, sindicales, estudiantiles y sociales a expresar su solidaridad para que no avance el plan de cierre y despidos de la patronal estadounidense”, dice un comunicado de la Comisión Interna de PepsiCo Snacks.
“Un puñado de multinacionales domina la industria. En 2016, por cada $ 1 pagado de salario ganaron $ 2,1. Obreras y obreros se ven sometidos a largas semanas de trabajo y jornadas extenuantes. El contraste entre el enorme potencial productivo industrial y las condiciones de vida del pueblo trabajador es notorio. Con algo más de 40 millones de habitantes Argentina produce alimentos para 440 millones de personas. Es decir, se puede alimentar diez veces la población actual. No obstante, en el segundo semestre de 2016, la pobreza alcanzó al 30,3 % y la indigencia al 6,1 % de las personas en los aglomerados urbanos relevados por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) realizada por Indec (…). En 2016 la rama de la alimentación y bebidas obtuvo ganancias por casi $ 227 mil millones. A su vez, empleó unos 377 mil trabajadores que cobraron promedio $ 22.076 brutos por mes ($ 18.323 netos). De este modo, la masa salarial anual de todos los trabajadores y trabajadoras fue $ 108 mil millones. De esos datos resulta que por cada $ 1 que las empresas pagaron de salarios obtuvieron $ 2,1 de ganancias. Es necesario aclarar que la masa salarial está sobreestimada en alguna proporción porque las estadísticas oficiales computan los ingresos de gerentes y ejecutivos con recibos de sueldo. Entre 2010 y 2016, inflación mediante, la masa salarial subió 406 % mientras las ganancias lo hicieron 345 %. Claro que aun así las empresas siguieron sacando enormes ventajas en relación a los salarios debido a que en 2010 y 2011, las empresas obtenían $ 2,6 y $ 2,5, respectivamente, de ganancias por cada $ 1 pagado de salario. Cristina Fernández tenía razón cuando afirmaba que se la “llevaron en pala”. Ella fue la garante de esos formidables beneficios”, informaba en mayo La Izquierda Diario.
El mismo medio resumía: “Hay diez empresas multinacionales que poseen las principales marcas de alimentos y bebidas del mundo. La suiza Nestlé tiene el podio en ventas mundiales. Entre las mayores empresas de Estados Unidos figuran Mondelēz International (ex Kraft Food) y Mars. En el ránking global hay que agregar a Pepsico, Coca Cola, Unilever, Danone, General Mills, Kellog’s y Associated British Food. En Argentina, la firma cordobesa Arcor es líder en alimentos. A su vez, es el primer productor mundial de caramelos. En América Latina también está entre los primeros productores de alfajores, galletitas y cereales a través de su asociación con el Grupo Danone en Bagley. No sólo eso. Comparte negocios con la compañía Bimbo. Desde 2015 posee el 25 % de Mastellone, transformándose en uno de los principales productores lácteos del país. Sus negocios no se detienen: además realizó una alianza estratégica con Coca Cola. Arcor posee más de 40 plantas en el mundo con 21 mil empleados a través de las cuales abastece 120 países. En Argentina cuenta con 30 establecimientos y concentra el 75 % de su negocio. En 2015, realizó ventas consolidadas entre todos los países por $ 28 mil millones, siendo sus ganancias de $ 801 millones. Por lo cual, cada empleado le reportó $ 38 mil de ganancia por año. En Argentina, Arcor compite con marcas internacionales como las pertenecientes a Mondelēz, Nestlé o Pepsico. Por otro lado existen muchas medianas y pequeñas empresas, como pueden ser Felfort o Jorgito, relacionadas con la elaboración de golosinas que se esparcen por todo el país. Pero lo central del negocio está concentrado de las grandes multinacionales”.
Y añadía: Kraft Foods (actual Mondelēz) llegó al país en 1990 mediante la fusión a nivel mundial con Suchard, que ya funcionaba en Argentina. Más adelante, en 2001, Kraft Foods realiza una nueva fusión con Nabisco, quien había adquirido Terrabusi hacia 1993. En 2010 Kraft Foods adquirió Cadbury Stani. En 2012 realiza la división de sus negocios dando nacimiento a Mondelēz que es líder mundial en snacks, chocolates, galletitas y caramelos. Hoy es uno de los principales complejos alimenticios del país. Mondelēz tiene 4.800 trabajadores bajo sus órdenes en las plantas que posee en la Provincia de Buenos Aires y San Luis. En 2015, obtuvo en nuestro país ingresos por casi $ 7 mil millones y ganancias por $ 417 millones. Es decir, que cada trabajador le reportó alrededor de $ 87 mil de ganancias en aquel año. Pepsico es otra multinacional estadounidense con muchas ventas en el país. Produce Lays, Toddy, Tropicana, Quaker y Pepsi, entre otras reconocidas marcas. En 2016, a nivel mundial, obtuvo ganancias por U$S 10,3 mil millones, de las cuales el 8 % salieron de su división en América Latina”.