El presidente Evo Morales recordó hoy que la expulsión de la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) y de los militares norteamericanos permitió recuperar la soberanía económica y política de Bolivia.
Evo, quien llegó al poder en 2006, decretó dos años después la salida de la DEA del territorio nacional y cerró la base militar de Estados Unidos en Chimoré, en el Trópico de Cochabamba, informó Prensa Latina.
Yo no me arrepiento de las decisiones sobre la DEA y las bases militares, dijo el mandatario en un acto por el aniversario 47 del municipio de Villa Tunari, ubicado en esa región del centro del país.
El jefe de Estado condenó la represión de los agentes norteamericanos contra los campesinos bolivianos, so pretexto de la lucha antidrogas.
Estados Unidos utiliza el tema del combate al narcotráfico para lograr el control político y el saqueo económico de nuestros recursos naturales, denunció.
Durante su discurso, Evo se refirió a la importancia de haber recuperado la independencia nacional, gracias a la lucha del pueblo.
‘Ahora sí tenemos una nueva Bolivia. Eso es resultado de la unidad del pueblo’, dijo.
El mandatario declaró que el modelo boliviano se basa en la refundación política del país, la nacionalización de los hidrocarburos y empresas estratégicas y la redistribución de la riqueza.
‘Nuestra Revolución ha unido campos y ciudades, ha unido al oriente con el occidente’, afirmó el dignatario, quien recordó el fracaso de los intentos de los separatistas por dividir el territorio.
De acuerdo con el presidente, después de su liberación, Bolivia está mejor que antes y el año pasado fue el primer país en crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en toda Sudamérica.
Si en 2005 el PIB era de nueve mil millones de dólares, en 2015 ascendió a 34 mil millones, señaló Evo en su discurso en Villa Tunari.