Ninguna de las promesas de Mauricio Macri se cumplió. Más de 400 operarios siguen sin ser reincorporados y la empresa debe salarios desde enero. Los trabajadores, que decidieron encadenarse en el Ministerio de Trabajo para expresar su desesperación, llevan adelante nuevas medidas de fuerza en las plantas de las plantas de Esteban Echeverría y Ezeiza.
Luego de reprimirlos con carros hidrantes, gases y balazos de goma a poco de asumir en la Casa Rosada, Mauricio Macri prometió que todos los trabajadores de Cresta Roja serían reincorporados y que la empresa avícola era el “símbolo de la recuperación económica del país”.
Sin embargo, un año después, 400 operarios siguen en la calle y la firma adeuda varios meses de sueldo. “De los pagos comprometidos, sólo pagaron en tiempo y forma el de enero”, contaron los delegados que se encadenaron hoy en el Ministerio de Trabajo para visibilizar la crítica situación que atraviesan en las dos plantas que funcionan en Esteban Echeverría y Ezeiza.
Los trabajadores arrancaron esta semana la faena con un quite de colaboración, como continuidad del paro de 72 horas que realizaron hace quince días. Las nuevas medidas de fuerza fueron resueltas ante el incumplimiento de pago por parte de la patronal.
La ex Rasic Hnos, principal productora de pollos del país, fue transferida en octubre del año pasado a Proteinsa, un consorcio compuesto por las empresas Ovoprot Internacional, Tanacorsa y Grupo Laclau, que se habían hecho cargo de la empresa en diciembre de 2015 cuando la justicia decretó la quiebra.
Pero ni siquiera el proceso de compra estaría asegurado. Además de los incumplimientos en materia laboral y salarial, los operarios de Cresta Roja denunciaron que Proteinsa aún no deposita el pago correspondiente por el remate ganado.