Fue sancionada por unanimidad en el Senado. La iniciativa llegó con media sanción de Diputados, que ayer obtuvo 211 votos a favor y uno solo en contra, del salteño Alfredo Olmedo, mientras que Elisa Carrió se ausentó del recinto.
El proyecto que le pone un freno al fallo de la Corte Suprema, que con los votos de Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Elena Highton de Nolasco habilitó el 2×1 a los genocidas del terrorismo de Estado, fue convertido en ley esta tarde por el Senado de la Nación.
La nueva norma, sancionada por 56 votos, consta de tres artículos y modifica el artículo 7 de la Ley 24.390 -derogada en 2001- para especificar que “no es aplicable a conductas delictivas que encuadren en la categoría de delitos de lesa humanidad, genocidio o crímenes de guerra, según derechos interno o internacional”.
También prevé que el cómputo del 2×1 “será aplicable solamente a aquellos casos en los que el condenado hubiera estado privado de su libertad” durante el período que existió la norma, entre 1994 y 2001; y por último dispone que “los artículos anteriores son la interpretación auténtica del artículo 7 de la Ley 24.390”.
El texto, que ayer obtuvo media sanción de Diputados, se unificó a partir de siete proyectos presentados por los distintos bloques parlamentarios para contrarrestar el fallo PROgenocida de Rosatti, Rosenkrantz y Highton de Nolasco que benefició al represor Luis Muiña con una conmutación de pena a través de una ley que estuvo vigente entre 1994 y 2001.
Luego de respaldar la decisión de la Corte, al Gobierno de Mauricio Macri y a sus legisladores de Cambiemos no les quedó otro remedio que dar marcha atrás debido al contundente rechazo de la sociedad a dejar libre a los genocidas.
En la Cámara Baja, el proyecto de ley contra el 2×1 a criminales de lesa humanidad fue aprobado por 211 votos a favor y uno solo en contra, del salteño Alfredo Olmedo. Mientras que Elisa Carrió decidió irse del recinto a la hora de votar.
Antes de la marcha convocada por los organismos de derechos humanos a Plaza de Mayo para exclamar al Gobierno y a la Corte “Nunca Mas, ningún genocida suelto”, quien finalmente dio la cara y habló sobre el tema fue el presidente Macri.
“Estoy totalmente en contra porque estoy en contra de cualquier ley a favor de la impunidad y más aún en delitos de lesa humanidad”, expresó con gran hipocresía el mandatario, que no sólo eligió a dos de los cortesanos del 2×1 (Rosatti y Rosenkrantz), sino que además en sus diecisiete meses de gobierno hizo todo lo posible por retroceder en materia de Memoria, Verdad y Justicia.