Diferentes organismos de derechos humanos condenaron la decisión de la PRO Genocidas Corte Suprema de Justicia de aprobar el 2X1 para el cómputo de los años de prisión para los condenados por delitos de lesa humanidad. Al conocer el fallo Estela de Carlotto manifestó que “El Gobierno quiere borrarnos de la historia para construir la suya”. Destruyó así el discurso oficialista enarbolado por el ministro de Justicia, Germán Garavano, y del secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj
La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, realizó duras críticas al escandaloso fallo de la Corte Suprema de Justicia que permite aplicar una reducción de penas utilizando el cómputo del 2×1 en delitos de lesa humanidad.
“Este Gobierno ha traído el olvido y el desprestigio, hasta han tratado de curro a los derechos humanos”, dijo la titular de Abuelas. Respecto al fallo, consideró que “debe ser único en el mundo”. “Habría que consultar dónde ha pasado una cosa semejante”, añadió en declaraciones a radio AM 750.
“Estoy muy mal con el 2×1 que acaba de autorizar la Corte”, dijo.”Este Gobierno ha traído el olvido y el desprestigio, hasta han tratado de curro a los derechos humanos”, dijo la titular de Abuelas. En este marco, de Carlotto apuntó contra la gestión del presidente, Mauricio Macri. “El Gobierno quiere borrarnos de la historia para construir la suya. Ahora quieren fusilarnos en una movida tan terrible”, sostuvo.
Por su parte, la madre de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, Taty Almeida consideró que “quieren borrar completamente la memoria y favorecer a los genocidas”. “Están basureando la memoria de nuestros hijos”, sentenció.
Para Almeida, el fallo mayoritario “es demostrar una vez más la violación que se está haciendo a los derechos humanos y que está adentro de este Gobierno, donde quieren borrar completamente la memoria y favorecer a los genocidas”. “No es una cosa de la Argentina, son delitos de lesa humanidad, no tienen prescripción no son indultables”, insistió y denunció: “Están basureando la memoria de nuestros hijos”.
Respecto al llamado de reconciliación de la Conferencia Episcopal Argentina, dijo que “hay que ver qué familiares van a ser recibidos por los obispos”. “No nos invitaron”, indicó. “Es lamentable comprobar que una vez más la jerarquía eclesiástica este tratando de borrar la memoria no va a haber jamás reconciliación ni perdón, si justicia legal”, cerró.
En el voto de mayoría, los jueces Nolasco, Rosenkrantz y Rosatti consideraron que la resolución de la Cámara se había apartado de las normas convencionales (artículos 9 de la Convención Americana de Derechos Humanos y 15.1. del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos) y constitucionales (artículo 18 de la Constitución Nacional), que resultaban conducentes para la debida solución del caso. En cambio, los magistrados Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda votaron en disidencia, y sostuvieron que esa reducción de la pena de prisión no es aplicable a los delitos de lesa humanidad.
Germán Garavano “tomó distancia de la decisión de la Corte”, dice La Nación este jueves. En una entrevista con Radio La Red, el funcionario ratificó la postura oficial ante las pronunciamientos judiciales: el Gobierno evita «criticar» o «alabar» los fallos del máximo tribunal. Sin embargo, Garavano remarcó que la aplicación de la ley 2×1 fue «uno de los peores engendros» en materia de política criminal en la historia del país y que «no le parece bueno» aplicarla en «ningún escenario».
Antes, y frente a la cámaras del La Nación TV, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj , se refirió al «respeto» a la «independencia» de poderes. Reconoció haberse sentido conmocionado por el fallo de la Corte, aunque no aclaró si en un sentido positivo o negativo respecto del mismo, y luego ensayó el perverso y mentiroso criterio de que la Corte se hace eco de una supuesta discusión de época sobre el plexo de delitos de lesa humanidad cometidos por la dictadura cívico eclesiástico militar que irrumpió en el ’76 llevando hasta el paroxismo las prácticas terroristas de Estado que ya había sido iniciadas durante el gobierno de María Estela de Perón, en particular por la Triple A de José López Rega.