Fernando Cartasegna fue atacado en su despacho en la Unidad Fiscal de Instrucción n°4. Sus agresores lo maniataron y dejaron escrita la palabra «Nisman». El hecho ocurrió a horas del desplazamiento de siete comisarios generales, entre ellos Fernando Grasso, uno de los altos jefes salpicados por la causa de los sobres en la ciudad de La Plata.
Cuando los efectivos del Servicio Penitenciario Bonaerense ingresaron al despacho del fiscal Fernando Cartasegna, el cuadro era dantesco: tendido boca abajo, las manos atadas con cinta de embalar, los pies con cable, y un conector de PC en el cuello, el cuerpo del amenazado titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 4 yacía aturdido y descompensado. En el piso de la oficina, la palabra «Nisman» escrita con azúcar refrescaba la amenaza que Cartasegna recibió la semana pasada a través de un panfleto anónimo, con su fotografía: «Conozca al próximo Nisman», decía el papel. El episodio ocurrió en la misma jornada en la que el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires dispuso el pase a retiro activo obligatorio de siete comisarios generales, entre ellos Fernando Grasso, uno de los altos jefes salpicados por la causa de los sobres en la ciudad de La Plata. La causa -en cuya investigación participa Cartasegna- tiene en la mira a una banda policial que se dedicaba a recaudar en forma ilegal, supuestamente liderada por el hoy separado jefe policial.
El antecedente del ataque perpetrado el sábado pasado, cuando tres personas uniformadas lo abordaron en la calle, motivó que se reforzara su custodia con dos efectivos policiales. Curiosamente, el propio fiscal los «liberó» ayer un par de horas antes de este nuevo ataque. Al momento del incidente «él estaba repasando expedientes en su despacho y alguien lo atacó por la espalda y lo ató hasta el cuello, por eso no podía respirar ni pedir auxilio. Estaba en shock y lo derivaron al Hospital Italiano de La Plata», contó el fiscal Marcelo Romero, que logró intercambiar algunas palabras con su colega agredido.
De acuerdo con la reconstrucción que pudieron realizar los investigadores -a cargo de la doctora Ana Molina-, las intimidaciones a Cartasegna comenzaron con una panfleteada frente a su casa, donde arrojaron hojas impresas con la leyenda «Te va a pasar lo mismo que a Nisman» y «conozca al próximo Nisman», consignó Ámbito.
Los desplazados
Horas antes del ataque de ayer, el Gobierno bonaerense anunció una nueva purga policial. Al mencionado Grasso, propietario de tres inmuebles en Quilmes, cuatro vehículos, y un importante plazo fijo, lo reemplazará el comisario mayor Eduardo Quintela, uno de los jefes policiales que presentó la declaración jurada más austera de toda la Bonaerense.
Otro de los «retirados» a la fuerza también engrosaba la lista de los policías investigados por presuntos casos de corrupción. Se trata del hasta ayer director general de investigaciones, Jorge Pissaco, quien será sustituido por el comisario Adrián Manzi. Los restantes cinco casos están relacionados con su edad, ya que cumplieron 32 años de servicio.
El comisario general Walter Iguinez fue designado a cargo de la Superintendencia Amba Sur, en lugar de Alejandro Moreno; Carlos Oscar Farfán ocupará el cargo del comisario general Rubén Cappelletti (Comunicaciones); el comisario mayor Hugo Aristu reemplazará a la comisario general Liliana Sivak (Científica); y por último en Servicios Sociales será designado el comisario mayor Fabián Cañete en lugar de José Fabián Fernández.