Así lo dijo la decana Florencia Saintout al recibir a Hebe de Bonafini en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, horas después del fallo de la Corte Suprema que otorga el beneficio del 2×1 a los genocida de la última dictadura cívico-militar.
Hebe de Bonafini brindó hoy una clase abierta y pública en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, titulada “Los revolucionarios en el corazón del pueblo”. Fue el marco del seminario de estrategias comunicacionales de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, de la Maestría en Comunicación y Derechos Humanos.
“Tenemos que tratar de parecernos cada vez más a nuestras Madres, que salieron y salen a pelear y a decir lo que hay que decir sin especular. Parecerse a las Madres es asumir que si realmente creemos en la justicia, en la verdad, en la libertad, tenemos que poder salir de los lugares cómodos; porque parecernos a las Madres es decir que no frente a la injusticia y hacernos cargo de transformarla”, dijo la decana Florencia Saintout.
Tras entregarle un reconocimiento a Bonafini en nombre de la Facultad, Saintout recordó que las Madres “siempre fueron contra los más poderosos que quisieron apropiarse, incluso, de nuestra historia”, y destacó “su solidaridad, fortaleza y sensibilidad para construir la Patria que soñaron los 30.000 compañeros desparecidos”.
La visita de Bonafini a la unidad académica se produjo horas después de conocerse el fallo de la Corte Suprema de Justicia que, con los votos de Elena Highton de Nolasco, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz –estos dos nombrados por el presidente Mauricio Macri-, otorgó el beneficio del 2×1 al represor Luis Muiña, abriendo la puerta para la impunidad de todos los genocidas.
La titular de Madres, que mañana a las 16 encabezará una conferencia de prensa en Plaza de Mayo junto a abogados de la Asociación, consideró que el fallo “no es nada más ni nada menos que un indulto encubierto de este Gobierno, al que ya se le fue la mano del todo”, y subrayó: “Se perdonan ellos mismos, por eso hacen esto”.
Durante la clase en Periodismo, Bonafini se refirió a las estrategias de comunicación llevadas adelante por las Madres en estos 40 años de lucha, con marchas en Plaza de Mayo, utilización de los pañuelos, socialización de la maternidad, rechazo a la reparación histórica otorgada a familiares de víctimas del Terrorismo de Estado, toma de edificios gubernamentales y eclesiásticos y fundación de medios de comunicación.
“Que nuestros hijos estén en el corazón del pueblo es algo que nos llevó muchos años de lucha”, dijo y recordó a Esther Ballestrino de Careaga, integrante de Madres secuestrada en diciembre de 1977, quien le dijo: “Si vos querés que te escuchen, tenés que subirte a una silla y pedir un micrófono […] Ahí decidimos quedarnos en la plaza y hacernos visibles”.
Sobre el nacimiento del pañuelo como símbolo de lucha y resistencia, Hebe de Bonafini recordó que la idea emergió en octubre de 1977 ante la necesidad de reconocerse entre las madres. Tras descartar la primera opción de utilizar una tela roja en la cabeza, que no se iba a ver durante la noche, “teníamos que identificarnos y surgió la idea de usar un pañal de nuestros hijos en la cabeza”. Cuando se hizo la misa “los curas pedían rezar por distintas cosas, nosotras pedimos hacer un rosario por los desaparecidos”, señaló acerca del silencio de la iglesia.
Sobre la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en 1979, Hebe de Bonafini dijo que en ese momento “nos dimos cuenta que nuestros hijos no iban a volver porque aparecieron muchos muertos”.
“En la cárcel de Córdoba un preso que estaba muy torturado, se pasó toda la noche escarbando una pared y cuando llegaron los de la OEA sacó la mano […] Ahí nos dimos cuenta que teníamos que buscar a los muertos también”, dijo la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. La cuestión de la búsqueda fue una discusión entre las Madres y con los organismos “pero nada hizo que no volviéramos a la plaza” dijo y destacó que el 5 de diciembre de 1980 surgió la consigna “Aparición con vida”.
Para cerrar, Bonafini habló de la necesidad de buscar diversas estrategias comunicacionales con el fin de difundir la lucha: “Empezamos a pensar marchas que tuvieran que ver con lo teatral y que se recordaran”, sostuvo y recordó jornadas en las se utilizaban pañuelos, máscaras y fotografías.
“La vida es eso: es el amor, es el dolor, es el placer. Lo lindo es tener espíritu para seguir luchando y marchando. El futuro es mañana y hay que pensar todos los días qué voy a hacer; no por mí, sino por los demás […] Tienen que amar la política; la política es hermosa”, concluyó.
Del encuentro también participaron el profesor Luis Zarranz y el secretario de Derechos Humanos de la Faculta de Periodismo, Jorge Jaunarena.