Porque con dolor hay que reconocer que mientras la CEOcracia del fascismo líquido de Mauricio Macri gobierne, nuestro país se deteriorá, se berretizará, cada día más. Los franceses más inteligentes, no los indignados burgueses de siempre, ven con preocupación que la crisis política que se los está llevando puestos pueda desembocar en un joven CEO banquero recién llegado a la política como jefe de Estado. Y la preocupación es tanta que dicen: la candidata de la derecha tradicional, Le Pen, “mató al padre”, el candidato de la derecha perfumada, el tal Macrón, “se caso con la mamá”, en alusión a las nupcias desparejas que contrajo el banquerito. ¡Pobre Freud!
En tanto, Le Pen pide votos a electores de Mélenchon, quiénj transitó por izquierda en la primera vuelta para evitar que Macron gane las elecciones. Así las cosas, como bien señala Cuba Debate, tomándolo de la agencia EFE, Marine Le Pen, candidata ultraderechista a la presidencia de Francia pidió votos a los electores del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, con el objetivo de que Emmanuel Macron no se haga con el triunfo en la segunda vuelta electoral que tendrá lugar el 7 de mayo próximo.
“Pongamos nuestras divergencias de lado. Tendremos tiempo después de las elecciones de retomar las discusiones sobre los temas de fondo. Luchemos hoy contra ese punto crucial. No es posible dejarle a Macron los mandos de Francia”, afirmó en un vídeo colgado en su cuenta de la red social Twitter.
Le Pen advirtió de que ‘”el peligro es demasiado fuerte”: “Sé que son más fuertes que toda la oligarquía que me grita a mí, pero también a ustedes. Pasemos página”.
La antigua líder del Frente Nacional (FN), que se apartó temporalmente de su presidencia para centrarse en la campaña, repite que el exministro de Finanzas “es un banquero que representa esas finanzas arrogantes que (el presidente socialista, François) Hollande prometió combatir y finalmente dejó prosperar”.
“Se negará a aportar la mínima protección a los asalariados. Yo haré lo contrario”, aseguró a los algo más de siete millones de personas que en la primera ronda del 23 de abril votaron por Mélenchon, líder de La Francia Insumisa.
Le Pen admitió que mantiene con Mélenchon “desacuerdos sobre temas de fondo”, pero señaló a los seguidores del izquierdista que el proyecto de Macron está “en las antípodas” de los planes de su candidato.
“No representa el cambio. Es una continuidad e incluso un agravamiento del quinquenio de Hollande”, añadió en esa intervención grabada, en la que reiteró su intención de negociar con Bruselas para que los franceses “retomen el control de su destino” y la de tener buenas relaciones con Rusia, lo “contrario a lo que piensa Macron”.
El voto de la militancia del izquierdista fue reclamado ayer también de forma directa por Macron, quien reconoció que, pese a sus diferencias, en su programa “hay respuestas a problemáticas que son suyas en términos de poder de adquisición o ecología”.
Mélenchon, que en la primera vuelta del pasado domingo quedó en cuarto puesto, por detrás de Macron, Le Pen y el conservador François Fillon, prevé lanzar hoy un mensaje a su electorado, pero su equipo ha avanzado ya que no difundirá por quién vota hasta que pasen los comicios.