La titular de Abuelas de Plaza de Mayo oficializó la restitución del hijo de Iris Nélida García Soler y Enrique Bustamante, quien no estaba denunciado como desaparecido. “La verdad y justicia siembre vencen al olvido y al silencio”, remarcó al apuntar contra el gobierno de Cambiemos que pone en duda la magnitud del genocidio.
Las Abuelas de Plaza de Mayo brindaron hoy una conferencia de prensa junto a los tíos biológicos del nieto 122 para brindar detalles del caso. Debido a que ha pedido “reserva y tiempo”, hasta ahora sólo se informó que el hijo de los militantes montoneros Iris Nélida García Soler y Enrique Bustamante nació en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), tiene 40 años, es padre de dos hijos y no vive en la ciudad de Buenos Aires.
Iris y Enrique fueron secuestrados en 1977 por represores de la Policía Federal en la pensión en la que vivían, en la calle Tacuarí al 400 de Capital Federal. Ambos fueron vistos en el centro clandestino de detención «Club Atlético» y, por testimonios de sobrevivientes, se supo que Enrique fue llevado a la ESMA y luego devuelto al Atlético. Iris estuvo en Atlético hasta mayo de 1977, momento en que fue llevada a la ESMA para dar a luz. Sus compañeros de cautiverio la llamaban “La Lobita”.
La denuncia sobre el embarazo y la desaparición forzada de Iris había sido realizada por su padre, Manuel García, pero su compañero, apodado “El Lobo”, no estaba denunciado como desaparecido.
A fines de 2004, una persona liberada de la ESMA, que había militado en el mismo ámbito que la pareja, pudo identificar al “Lobo” y a “la Lobita” o “Tita” como Enrique Bustamante e Iris Nélida García. De esta manera, pudo incorporarse un nuevo caso al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG).
Sin embargo, hasta ese momento no había familiares de Enrique para contactar, ya que no estaba denunciado como desaparecido y sus padres ya habían fallecido. Recién en 2010, una prima se acercó a la Secretaría de Derechos Humanos para solicitar información sobre Enrique y se pudo realizar la denuncia e incorporar el grupo familiar al BNDG.
“Este caso demuestra que los desaparecidos son 30.000 o más”, dijo la titular de Abuelas Estela de Carlotto en alusión a los dichos del propio presidente Mauricio Macri y varios de sus funcionarios con los que pusieron en duda la cifra denunciada por los organismos de Derechos Humanos.
“La verdad y justicia siembre vencen al olvido y al silencio”, sostuvo la presidenta de Abuelas y exigió que el Estado “acompañe con políticas públicas el proceso de Memoria, Verdad y Justicia”, ya que “hay cientos de familias que esperan ese abrazo”.