Todo fue transferido a los sectores más concentrados de la economía e implicó una caída en la participación de los asalariados en el PBI de 3,1 puntos porcentuales con respecto a 2015, según reveló el Centro de Investigación y Formación de la CTA.
Las medidas desplegadas por Mauricio Macri durante su primer año de gobierno, como la devaluación, quita de retenciones a los sectores exportadores, tarifazos de los servicios públicos, apertura comercial, liberalización del movimiento de capitales y suba de la tasa de interés, “generaron una profunda transferencia de ingresos del trabajo al capital”.
Así lo advirtió en su último informe de coyuntura el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), dependiente de la CTA de los Trabajadores, al calcular que esa apropiación de los sectores más concentrados alcanzó a los 16.000 millones de dólares durante los primeros tres trimestres de 2016, equivalentes a 256.000 millones de pesos.
Esto implicó una caída en la participación de los asalariados en el Producto Bruto Interno (PBI) del 37,4% al 34,3% con relación a 2015, lo que indica que la situación distributiva se retrotrajo a niveles anteriores a 2011, cuando la participación de los trabajadores era del 34,9%.
CIFRA también destaca que, en medio de “las políticas de ajuste y disciplinamiento laboral generado por la contracción del empleo”, los trabajadores con mayor pérdida de poder adquisitivo durante el 2016 fueron los de sectores como minería y petróleo (-12,9%), construcción (-7,9%), comercio (-6%) e industria (-6%).
El informe agrega que “las intensas pugnas por la distribución del ingreso no sólo se entablaron entre el trabajo y el capital, sino también en el plano intra-capital”.
“Se trata de transferencias de ingresos que emanan tanto de la punción en el salario real como de las rentabilidades relativas sectoriales. Así es que en el marco de la aceleración inflacionaria de 2016, y en forma consistente con las nueva política económica, los sectores que pudieron aumentar sus precios relativos por encima del promedio fueron el agro (83,9%), la intermediación financiera (60,9%), electricidad, gas y agua (57,4%) y minas y canteras (49,9%)”, enumera CIFRA.
En esta puja intra-capital, el segmento de los “perdedores” estuvo compuesto por la industria manufacturera (39,7%), el comercio (39,6%), transporte y comunicaciones (34,7%) y la construcción (30,5%).