Estados Unidos ha lanzado sobre territorio afgano la bomba no nuclear más potente que posee, informa CNN citando a cuatro oficiales con conocimiento directo de la misión. La llamada “Madre de las bombas” fue lanzada sobre terroristas de Estado Islámico en la provincia de Nangarhar, en el este del país y cerca de la frontera con Pakistán. El lanzamiento de la bomba de unas 9,5 toneladas fue efectuado desde un avión MC-130 perteneciente a un cuerpo de operaciones especiales de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. El secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, ha confirmado el lanzamiento.
Se trata de la bomba GBU-43/B Massive Ordenance Air Blast bomb (MOAB), coloquialmente conocida como “Madre de todas las bombas” (The Mother Of All Bombs). La MOAB es una bomba convencional de gran diámetro de detonación desarrollada para el Ejército estadounidense por Albert L. Weimorts. Esta es la primera vez que la MOAB es utilizada en el campo de batalla, según funcionarios militares estadounidenses, y en un caso de complejidad política, pues son muchos los expertos que coinciden en que el EI es una creación de los servicio secretos de Washington, sobre el escenario constante de desestabilización de Medio Oriente.
Los militares han precisado que la bomba cayó sobre túneles excavados por los yihadistas y su personal en el distrito de Achin. Han agregado que actualmente están evaluando los daños que provocó. Hace unos días hubo un combate entre el Ejército norteamericano y los integrantes del grupo terrorista en esta zona en que murió un soldado de EE.UU.
Las autoridades norteamericanas han indicado que el ataque sirvió para «maximizar» la destrucción de las instalaciones y las bajas entre los terroristas y «minimizar el riesgo» para los civiles afganos y los militares estadounidenses que están llevando a cabo operaciones en la zona.
El general John Nicholson, comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, ha resaltado que «este es el tipo de munición adecuado para reducir los obstáculos y mantener la escalada de la ofensiva». «Al acumular bajas, el Estado Islámico está usando búnkeres y túneles para fortalecer su defensa», ha añadido.
La analista política Francisca Quiroga opina que esta acción evidencia «la lógica de política exterior de Estados Unidos de ocupar los espacios de forma unilateral y demostrar su fuerza».
La masa de la bomba probada el 11 de marzo de 2003 en la Base Aérea Eglin, en la Florida, superó las diez toneladas. El radio de la destrucción garantizada de esta bomba aérea fue de 150 metros, y la onda de choque causó daños a una distancia de 1.500 metros.
Durante la campaña militar en Vietnam, EE.UU. utilizó el predecesor de la GBU-43, la BLU-82B Daisy Cutter, cuyo peso era de 6,8 toneladas.