El mandatario propuso las conversaciones con los líderes de los partidos políticos representados en el Parlamento, los titulares de las dos cámaras del Congreso y de la Conferencia Episcopal Paraguaya.
El Ejecutivo enviará hoy invitaciones para el diálogo propuesto por el presidente Horacio Cartes en busca de soluciones a la crisis planteada en Paraguay, pero la oposición ya reacciona con condicionamientos para asistir, según informa este lunes la agencia Prensa Latina.
Uno de ellos es que Cartes esté presente en la mesa de negociaciones, pues en su convocatoria solo mencionó la participación de un representante de ese poder del Estado.
El mandatario propuso las conversaciones con los líderes de los partidos políticos representados en el Parlamento, los titulares de las dos cámaras del Congreso y de la Conferencia Episcopal Paraguaya.
Esta última ya respondió positivamente mediante un comunicado con la firma de su titular y arzobispo metropolitano de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela.
La actitud de la Iglesia católica era más que esperada, pues se remite al llamado del papa Francisco, ayer en el rezo del Ángelus, cuando pidió para este país un diálogo hacia una solución política y en paz.
Otro conforme con lo expresado por Cartes fue el presidente de la Cámara de Diputados, Hugo Velázquez, militante del ala del Partido Colorado incondicional al jefe de Estado.
Velázquez afirmó que gustoso participara en la mesa porque la considera la mejor manera de subsanar las diferencias, pero no se refirió a quién estará en ella por el gobierno.
Como sí lo hizo el presidente del Congreso y el Senado, el liberal Roberto Acevedo, al decir que ningún sentido tendrán las negociaciones sin Cartes.
De éste dijo que es el principal responsable de la crisis que desembocó en los acontecimientos violentos de viernes y sábado.
Acevedo mencionó que desconoce los términos de la invitación esperada hoy, pero aseguró que como titular del Congreso desea la presencia del Presidente de la República, una de las condiciones que al menos él exige.
También demanda el retiro del proyecto de enmienda constitucional para habilitar la reelección presidencial, ahora prohibida por la carta magna, detonante visible de la violencia.
Esa se desencadenó el viernes cuando un grupo mayoritario de 25 senadores aprobaron la propuesta de enmienda de una manera irregular, fuera del salón plenario y en desacato a la máxima autoridad de la Cámara alta.
Ello provocó una manifestación frente a la sede del órgano legislativo de opuestos a la enmienda y la reelección y consideran esa acción como la segunda parte de lo que llaman golpe parlamentario.
Los movilizados fueron recibidos por efectivos antimotines con balines de goma y chorros de agua, con varios heridos como saldo, y tras unos momentos de tranquilidad ocurrió el asalto al edificio y su incendio provocado.
Aunque nadie identifica a quienes prendieron el fuego y lo avivaron, a partir de ello comenzaron desmanes por parte de personas infiltradas en la manifestación sin relación alguna, extendidos hasta la madrugada del sábado.
Fue entonces que ocurrió el hecho más grave cuando varios antimotines penetraron por la fuerza en la sede del opositor Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y uno de ellos mató con un disparo de escopeta a un dirigente juvenil de esa formación.
En cuanto al diálogo planteado por Cartes, el presidente del PLRA, Efraín Alegre, dijo que si el jefe de Estado no está en la mesa él tampoco participará, pues que esté solo un representante del Ejecutivo y no el primer mandatario, es una tomadura de pelo.