Más de 150 mil trabajadores de la CTA y la CGT, junto a los movimientos sociales, colmaron la Plaza de Mayo. Los oradores fueron Hugo Yasky, Pablo Micheli y Francisco “Barba” Gutiérrez, quienes convocaron al paro general del 6 de abril y llamaron a construir la unidad de acción del campo popular contra las políticas de hambre. “Sin unidad no tenemos destino”, advirtieron.
En el mes más caliente para el gobierno de Mauricio Macri, otra protesta multitudinaria se manifestó frente a la Casa Rosada para decirle “basta” a un modelo económico neoliberal que condena a millones de argentinos a la pobreza, con ajuste, despidos, flexibilización laboral y tarifazos.
Unos 150 mil trabajadores nucleados en las dos CTA y la CGT, junto a organizaciones sociales y organismos de derechos humanos, desbordaron nuevamente la Plaza de Mayo. Las columnas se extendían incluso hasta la avenida 9 de Julio, donde se colocaron parlantes para que los que no pudieron llegar hasta la plaza escucharan los discursos.
El primero orador fue el líder de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, quien cruzó fuertemente al presidente y a los funcionarios que tildan a los que protestan de “desestabilizadores”.
“Que no se equivoquen. Los que estamos en la calle no somos enemigos de la democracia, somos hijos de los que estuvieron en la calle aquel 30 de marzo de 1982, reivindicando que se fuera al carajo la dictadura sangrienta”, dijo al recordar el 35º aniversario de la histórica marcha de la CGT encabezada por Saúl Ubaldini.
Para Micheli, desde el gobierno atacan a los sindicatos y pretenden acabar con las negociaciones colectivas de trabajo “porque piensan con cabeza de patrones, de derecha, con cabeza neoliberal, y piensan que los trabajadores tenemos que estar arrodillados ante sus políticas”.
“Nosotros no queremos desestabilizar a nadie. Reclamar que no nos saquen la paritaria nacional docente, que los maestros tengan un salario digno, es pensar en el futuro del país. Demonizar a los docentes es una vergüenza y una irresponsabilidad del presidente y sus ministros”, subrayó.
El tema del conflicto docente fue retomado luego por el titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, al destacar la figura de Roberto Baradel, secretario general de Suteba, y repudiar las amenazas que recibió su familia en medio de la paritaria de la provincia de Buenos Aires.
En este marco, apuntó contra la gobernadora María Eugenia Vidal que intenta “fragmentar” a los gremios docentes y extorsiona a los maestros que no resisten los descuentos por los días de huelga.
“Quieren la lucha de pobres contra pobres, hablan de guerra, de combate… ¿Cómo es posible que no entienden que si perdemos la mística de la escuela pública, perdemos la democracia y nuestro destino como Nación”, exclamó el dirigente y agregó que el macrismo “eligió el conflicto docente como en los ‘90 (Carlos) Menem había elegido el de los ferroviarios y el de los telefónicos” para “demostrar a los inversores externos que es capaz de partirle el espinazo” a la clase obrera.
“No vamos a dejar solos a los maestros, a los estatales ni a ningún trabajador luchando por su salario”, sostuvo Yasky y luego aseguró que el pueblo no se arrodillará ante las políticas de hambre de Cambiemos: “Somos un volcán en erupción, hasta que el ajuste no se vaya la lucha sigue”.
Durante el acto también tomó la palabra el titular de la UOM de Quilmes y secretario del interior del Consejo Directivo de la CGT, Francisco “Barba” Gutiérrez, quien calificó como “un pecado criminal” el cierre de empresas y los cientos de miles de despidos que provoca el modelo neoliberal de Macri.
En este sentido, le propuso al ministro de Producción, Francisco Cabrera, que “si no sabe cómo defender la industria”, que se vaya “a otro lugar”, y “deje que nosotros le armemos un plan de emergencia productiva nacional que ponga a resguardo la industria, las pequeñas y medianas empresas, y poder mantener los millones de puestos de trabajo conseguidos en los últimos años”.
Los tres dirigentes sindicales convocaron al paro general del próximo 6 de abril y pidieron que ese día “no vuele una pluma en la República Argentina, que no haya un solo trabajador en su puesto de trabajo”.
“El paro del 6 de abril será el punto máximo de rechazo a la política de hambre de Mauricio Macri, un paro que va a ser un plebiscito inapelable, un rechazo a la opresión, al encarcelamiento de Milagro sala, a la flexibilización laboral, a la entrega de nuestras conquistas, al hambre de los jubilados. Basta de techo a las paritarias, basta de hundir la educación y la salud”, subrayó Yasky.
En tanto, Micheli señaló que “hay que parar el ajuste para pelear por una distribución justa de la riqueza, terminar con las mezquindades entre el campo popular y entender que sin unidad no tenemos destino. El único camino posible es el de la unidad”.
“Por más estadística de mierda que tiren, la realidad dice que el pueblo no quiere vivir más con este plan económico. Después del paro, más lucha hasta que cambie este modelo que nos nos excluye y nos golpea”, completó el gremialista.