Decenas de trabajadores con sus familias y vecinos se reunieron este domingo en Plaza Moreno en el marco de un festival solidario convocado por la agrupación de choferes El Bondi, con el objetivo de dar a conocer sus demandas a la sociedad y recaudar fondos que les permitan sostener su lucha, ya que no cuentan con el respaldo de la poderosa Unión Tranviarios Automotor (UTA), que en La Plata dirige Oscar Pedroza.
Por Gabriela Calotti / “Nosotros estamos del lado de la gente. Solamente queremos trabajar dignamente y que se mejore el servicio a los usuarios”, afirmó el domingo a Contexto Emanuel Benachez, joven chofer de la línea Este que forma parte del nutrido grupo de conductores que desde el año pasado vienen luchando contra despidos, suspensiones y por mejores condiciones de trabajo, en medio de la indiferencia del Municipio dirigido por el macrista Julio Garro y del empresario Osmar Corbelli, que cuentan con el respaldo del Ministerio de Trabajo y hacen caso omiso de las decisiones judiciales.
Decenas de choferes con sus familias y vecinos aprovecharon la tarde soleada del domingo para reunirse en un costado de Plaza Moreno en el marco de un festival solidario convocado por la agrupación de choferes El Bondi con el objetivo de dar a conocer sus demandas a la sociedad y recaudar fondos que les permitan sostener su lucha, ya que no cuentan con el respaldo de la poderosa Unión Tranviarios Automotor (UTA), que en La Plata dirige Oscar Pedroza.
“Los colectivos están en pésimas condiciones. Muchos están sin frenos y las unidades tienen más de diez años. En la calle hay micros que tienen más de quince años transportando gente día a día”, aseguró Benachez. “Eso es un peligro para toda la comunidad y para todos los usuarios”, subrayó.
A un costado del gacebo levantado sobre el lateral de calle 50, Matías Martínez, otro de los choferes en lucha, aseguró a Contexto que cuando hace un año pasaron de la línea 307 a la Este “una de las prioridades era pasar con el 20% de las unidades 0km y no pasó nada”.
“No hay un solo coche 0km y las unidades que se cambian lo que hacen es sacar un coche de la otra empresa y nos manda la resaca a la Este, siendo una línea que trae gente desde Correa y Sicardi hasta La Plata todos los días”, sostuvo.
Unos 70.000 vecinos utilizan diariamente la línea Este para venir al centro a trabajar. “Setenta mil usuarios viven día a día el mal servicio que brinda la empresa y la falta de mantenimiento de los coches”, afirmó Benachez.
Despidos y amenazas
El conflicto en la línea Este, cuyo dueño es Corbelli, ex chofer de la 202 que controla más del 80% del transporte público de pasajeros de La Plata y alrededores, en connivencia con el intendente Garro, comenzó en octubre de 2016, cuando fueron despedidos más de veinte trabajadores. Cinco fueron reincorporados tras intervención de un grupo de choferes ante la Justicia, pero en febrero la empresa despidió a otros nueve y no cumplió con una medida cautelar que daba lugar a los reclamos. Por esa razón, el lunes pasado, los choferes, que también reclaman libertad sindical por fuera de la UTA, decidieron entablar una nueva huelga.
“En ningún momento se hizo presente ninguna persona del gremio o de la empresa para establecer una mesa de diálogo para entablar una negociación o ver cómo sigue esto. No nos dan respuesta de nada, solamente llaman por teléfono a los compañeros continuamente amenzándolos”, aseguró Martínez, denunciando llamados telefónicos para “amedrentar a los compañeros”.
“Está llamando la misma gente que nos tiene que defender”, aseguró este chofer que tiene una antigüedad de diez años.
Los choferes de la línea Este, y en particular aquellos que adhieren a la agrupación El Bondi, reanudaron las medidas de fuerza hace una semana para denunciar despidos, descuentos en los salarios y la ausencia de un Estado que ponga límite a la impunidad empresarial.
Antes de parar el servicio, el lunes pasado, los choferes advirtieron que la empresa que dirige Osmar Corbelli no cumplió con la medida cautelar que la obligaba a retrotraer más de veinte despidos de octubre de 2016 y suspensiones. Además de terminar con la persecución laboral y garantizar condiciones de trabajo como baños en las cabeceras de la línea y descansos obligatorios según la legislación laboral.
Pero en el cuarto día de huelga, el pasado jueves, la Justicia hizo lugar a un pedido del intendente macrista platense, Julio Garro, el mismo que le entregó a Corbelli la casi totalidad de las líneas de micros de la capital bonaerense, para que más de trescientos efectivos de infantería de la Policía bonaerense desalojaran la cabecera de la línea en la ruta 11.
Al frente del conflicto hoy en día hay unos ochenta choferes. Bechanez explicó: “Éramos muchos más, pero por el gremio y la empresa que ha inculcado el miedo a los compañeros muchos se han bajado”, actuando al mejor estilo de la gobernadora María Eugenia Vidal, que la semana pasada ofreció un plus a los maestros que no adhieran a la huelga en un intento por quebrar la unidad de los trabajadores docentes.
“Sí, a lo Vidal. Prácticamente como se maneja el Gobierno en este último tiempo”, abundó este joven chofer. Para que otros choferes no se sumen a las medidas de fuerza les dan, por ejemplo, más días de franco que lo habitual.
“En todas las líneas hay gente que nos apoya. Si se sumaran todos, esto lo solucionamos en un día”, afirmó Matías Martínez.
(*) Nota publicada en Diario Contexto